El conejo de pascua es una tradición muy anglosajona, y por eso los que somos de habla hispana no lo conocemos demasiado. Para los que no sepan lo que es, se trata de un peculiar conejo que puede poner huevos y que se mete en las casas en Semana Santa para dejar cestas llenas de huevos de colores, juguetes y chocolate.

Podemos decir que es otra versión de Papa Noel pero en una versión más al estilo de Bugs Bunny. Muchos se preguntan si este conejo que deja regalos tiene una connotación religiosa, aunque hay muchas opiniones en este sentido.

foto-2Si nos vamos atrás en el tiempo, puede que entendamos porque un conejo va regalando huevos de colores y golosinas. La primavera es una temporada de renacimiento y renovación en muchas culturas. Las plantas vuelven a la vida y muchos animales se emparejan para procrear.

Muchas culturas paganas hacían grandes fiestas para celebrar esta época en nuestras vidas y celebraban la fertilidad. Uno de estos festivales estaba dedicado a Eostre, diosa del amanecer y la primavera. Se la vinculaba ala liebre y al huevo, ambos símbolos de fertilidad.

Origen del conejo de pascua

Parece que el conejo fue el que más éxito tuvo entre la gente de la época, y finalmente se convirtió en parte de la celebración cristiana, No se sabe exactamente cuando pasó esto, pero primero se mencionó en escrituras encontradas en Alemania en el siglo XV.

Los alemanes convirtieron a este conejo pagano en un ser que podía poner huevos coloreados para regalar a los niños. Lo curioso es que siempre se la ha considerado un conejo macho, por lo que el hecho de poner huevos desconcierta a los historiadores.

foto-1El conejo de pascua llegó a America con la llegada de colonizadores holandeses en el siglo XVII y fue evolucionando hasta convertirse a lo que es hoy en día. Con el paso del tiempo, el conejo también empezó a repartir chocolate y juguetes aparte de los huevos. De todos modos, se ha descubierto que la tradición del chocolate también empezó poco antes en Alemania.

El conejo de pascua también se extendió a otros países mediante colonizadores, como por ejemplo Australia. Otra curiosidad que muchos no saben es que esta tradición coincidió con el envío de conejos reales al continente. Al ser estos animales tan fértiles, se reprodujeron sin control en Australia y llegaron a ser un verdadero problema. Se les consideró incluso una plaga.

La destrucción que causaron fue causa del declive de muchas especies autóctonas y causaron grandes pérdidas en cosechas. Por supuesto, de esto hay que culpar al hombre por haber llevado los conejos en primer lugar.

Debido a los problemas que los conejos dieron al territorio australiano, no es de extrañar que haya cambiado al conejo de pascual por una especie de marsupial de pascua. Se ve que no quedaron muy contentos con este pequeño animal.

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