Si te gustan los documentales de animales, seguro que conoces a muchos personajes que hablan, muestran e interactúan con ellos. En España Félix Rodríguez de la Fuente fue uno de los precursores de este tipo de documentales. Hay muchos más en la actualidad, donde uno de nuestros favoritos es Frank Cuesta (Frank de la Jungla). Sin embargo, hoy hablaremos de un personaje australiano llamado Steve Irwin.
Algunos quizá no recuerden quién fue Steve Irwin, pero quizá les suene más su apodo de “famoso cazador de cocodrilos”. En los años noventa se convirtió en una estrella de la televisión por su forma de interactuar con los animales, muchas veces poniendo en peligro su propia vida.
Por desgracia, el poner su vida en riesgo en su trabajo al final le pasó factura. El 4 de septiembre de 2006 Steve Irwin murió mientras rodaba una escena para una nueva serie en la que trabajaba. Estaba buceando y quiso grabar a una mantarraya de cola corta (la especie más grande en estas rayas). Al acercarse, la raya le atravesó el corazón con el aguijón de su cola.
Te hablamos de algunas curiosidades que seguro que no sabías de Steve Irwin. Fue todo un personaje de lo más peculiar como podrás comprobar.
Indice de Contenidos
1 – Su vida vinculada a zoológicos
¿Por qué Steve Irwin tenía tanto entusiasmo por los animales? La cosa le vino desde muy pequeño ya que convivió con ellos casi al nacer. Su padre fue un experto en la vida salvaje australiana, principalmente enfocado a los reptiles. Su madre se dedicaba a la conservación y rehabilitación animal. Debido a estos trabajos, solían trabajar en zoológicos y sitios con animales de todo tipo.
Siendo Irwin un niño pequeño, sus padres estuvieron trabajando en un centro animal de Queensland que luego fue un zoológico. Había sobre todo reptiles, lo cual puede explicar su afición a los cocodrilos. Siempre ayudó a alimentar a los animales y hacer diversas tareas. Esto le llevó a conocer bien el comportamiento de diferentes especies.
El parque de reptiles pasó a llamarse el zoológico de Australia, llegando a ser Steve Irwin el dueño de las instalaciones. Es precisamente donde empezó a realizar sus espectáculos con cocodrilos, lo cual entusiasmaba a la audiencia. Es precisamente donde conoció a su esposa Terri, la cual también se había dedicado a los animales durante toda su vida.
Terri ni siquiera era de Estados Unidos, y en un viaje a Australia visitó el zoológico donde Irwin hacía sus espectáculos. Se quedó tan impresionada de cómo manejaba a los cocodrilos que quiso conocerle. A partir de ahí empezó una relación hasta que se casaron en los años noventa.
2 – Una luna de miel trabajando
El flechazo que tuvieron Irwin y Terri hizo que no dudaran en casarse cuanto antes. Cuando lo hicieron decidieron que su luna de miel fuera recorriendo Australia buscando cocodrilos. Esto es algo poco común, pero desde luego la pareja no eran nada comunes en muchos aspectos. La idea era atrapar los cocodrilos en zonas donde estaban en peligro, y realojarlos a sitios más seguros.
Lo cierto es que también lo hicieron para dar comienza o un documental, donde se grabaría toda su aventura en la luna de miel. Ninguno de los dos había hecho documentales antes. Ni siquiera se habían puesto delante de una cámara de forma profesional, aunque Irwin si estaba acostumbrado a estar frente a muchas personas por sus espectáculos.
Aun así, les pareció una buena idea filmar su labor con los cocodrilos y mostrar como hacían las cosas. Los resultados de lo que grabaron dieron tan buen resultado que decidieron grabar un segundo documental. Esto al final se convirtió en lo que sería la famosa serie “Cazador de Cocodrilos”. Se puede decir que el primero episodio lo grabaron durante la luna de miel de Irwin y Terri.
3 – El éxito de la serie “Cazador de Cocodrilos”
El éxito de la serie documental de Steve Irwin fue apoteósico en Australia y Estados Unidos. Pero con el tiempo la serie alcanzó fama en otros países también llegando a ser muy conocida en más de cien países de todo el planeta. Se calcula que “Cazador de Cocodrilos” tenía en una audiencia de unos quinientos millones de fans en el mundo.
Cuando le preguntaban a Steve Irwin sobre el éxito de su serie, lo atribuía a la pasión que ponía en cada episodio. El aventurero amaba los animales y obviamente le encantaba lo que hacía, y esto era la clave de todo según decía.
Los documentales de Irwin incluían todo tipo de animales y no solo cocodrilos. Esto era algo que encantaba a la audiencia. Es algo que también podemos ver con Frank Cuesta, el cual es un experto en serpientes, pero no se limita a estos animales. Obviamente, un punto importante de la serie de Steve Irwin es lo mucho que se arriesgaba en muchas ocasiones.
En muchos de sus documentales, por no decir en casi todos, arriesgaba más de lo aconsejable. Se ponía al alcance de cocodrilos gigantescos y toda clase de animales peligrosos. Su conocimiento y habilidad con estos animales le libraban de salir mal del encuentro, pero los riesgos eran muy claros.
4 – El objetivo principal de su trabajo
Muchos pueden pensar que Steve Irwin se arriesgaba tanto para subir la audiencia y así ser más famoso y rico. Claramente había conseguido ser conocido en todo el mundo y ganarse la vida muy bien con lo que hacía. Sin embargo, siempre dejó claro que lo hacía porque le encantaba hacer estos retos. De hecho, era algo habitual en sus espectáculos antes de hacerse famoso.
Con su serie de “Cazador de Cocodrilos” el aventurero dijo en más de una ocasión que la meta era educar a la gente. El objetivo final era conservar a todas las especies animales que pudiera gracias a mostrar como eran realmente. No es algo nuevo, ya que la mayoría de los que se dedican a esto tienen también estos objetivos.
Lo cierto es que Steve Irwin consiguió mucho gracias a su serie e intervenciones en los medios. Continuó también con su zoológico y hasta lo expandió al crear una zona totalmente dedicada a lo cocodrilos. La idea era que la gente pudiera ver como actuaban en su hábitat natural y que la gente les perdiera el miedo.
El área de cocodrilos también servía para mostrar la forma en que los animales atacan a sus presas. La mayoría de las víctimas por ataques de cocodrilos es por bañarse en aguas con muy poco visibilidad. Los cocodrilos son expertos en atacar por sorpresa sin que la presa los vea hasta el último momento. El zoológico de Australia quería también concienciar a la gente para evitar estos ataques.
5 – Los riesgos y percances de Steve Irwin
Una persona que se arriesga tanto como Steve Irwin no está libre de tener accidentes y percances. Aunque en la mayoría de los episodios todo suele salir bien, fue mordido y picado por más de un animal, aunque nunca de gravedad. Ser mordido por uno de los cocodrilos con los que Irwin solía flirtear hubiera significado la muerte inmediata.
¿Tenía Steve Irwin miedo a los animales con los que interactuaba? Lo cierto es que no tenía miedo a casi nada, pero si había un animal que le inquietaban… los loros. ¿Cómo podía un hombre que trabajaba con cocodrilos gigantes, serpientes y arañas venenosas tener miedo a un loro?
Lo cierto es que no es que le dieran miedo, sino que le inquietaban porque eran imprevisibles. Por lo que decía, no era un animal con el que hiciera buenas migas. Siempre le querían morder o hacer algo, y esto le ponía nervioso. Aunque con el tiempo consiguió conocer mejor el comportamiento de estos animales, no se fiaba demasiado. Llegó a decir que algunas de las peores mordeduras que tuvo habían sido hechas por loros (suponemos que lo decía en broma).
En YouTube hay un gran número de estos percances que tuvo Steve Irwin. Más arriba hemos dejado uno de ellos, donde un cocodrilo le muerde la mano al darle de comer. Las heridas no fueron graves, pero nos da una idea de que algunas veces su forma de hacer las cosas podía pasarle factura.
6 – La polémica de su hijo y un cocodrilo
Uno de los momentos más polémicos que tuvo Steve Irwin fue cuando en un espectáculo con cocodrilos sacó a su hijo pequeño. Cogió al niño con una mano mientras con la otra alimentaba con una gallina a un gigantesco cocodrilo. Todo quedó grabado por los espectadores (lo hemos puesto más arriba). Las críticas por haber hecho esto fueron muchas, y la reputación de Irwin se vio comprometida.
La polémica fue tan grande que el australiano tuvo que salir a defenderse diciendo que no puso a su hijo en peligro en ningún momento. Dijo también que las imágenes de las fotos y el video engañan mucho por el ángulo. Realmente su hijo no estaba tan cerca de las fauces del cocodrilo como lo muestran los medios.
Sea como sea, fue las críticas fueron bastante duras y empeñaron un poco su imagen. También le dio más fama aun a sus espectáculos y su serie. Como se suele decir, algunas veces la publicidad mala también ayuda a subir la audiencia. Al final Steve Irwin pidió perdón públicamente y no se volvería a repetir algo así.
Aun pidieron disculpas, mantuvo en todo momento que su hijo estuvo seguro en todo momento. A raíz de esta polémica ya no volvió a incluir a su hijo en los espectáculos con cocodrilos.
7 – La muerte de Steve Irwin
Ya se ha mencionado que Steve Irwin corría riesgos y más de una vez tuvo percances por hacerlo. Nunca fue nada demasiado grave y se manejaba bien en situaciones de peligro. Por desgracia, vivir con riesgo algunas veces hace que ocurran accidentes de los que no hay vuelta atrás. Es lo que le pasó finalmente y de la peor manera posible.
En septiembre de 2006 Irwin estaba haciendo un documental marino con Philippe Cousteau, que es nieto del famoso biólogo marino Jacques Cousteau. El documental era sobre los animales más mortíferos del océano, pero curiosamente no incluía a las mantarrayas, que al final acabaron con la vida de Irwin.
El mal tiempo impidió que pudieran filmar ese día el documental, por lo que Steve Irwin decidió salir a bucear y grabar por su cuenta. Estaba preparando una serie de animales dirigido a la audiencia infantil, y de hecho su hija iba a ser la presentadora. Iba a ser un chapuzón sencillo grabando lo que hubiera por esas aguas y sin complicarse demasiado la vida.
Mientras nadaba vio una mantarraya de cola corta, y la decidió seguir para tomar algunas imágenes. Mientras estaba detrás de ella ocurrió lo imprevisto. La raya se dio la vuelta y atacó a Steve Irwin. Le clavó el aguijón de su cola un buen número de veces (más de cien veces en pocos segundos), y una de ellas le atravesó el corazón.
Los acompañantes de Irwin vieron el ataque y se apresuraron a sacarlo del agua. Viendo la gravedad de las heridas lo subieron a una de las lanchas motoras y se dirigieron a tierra. Steve Irwin estuvo consciente en todo momento y sabía que sus heridas eran graves. De hecho, sus últimas palabras en la lancha fueron “me estoy muriendo”.
Steve Irwin murió desangrado en la lancha antes de llegar a tierra. Tenía 44 años y dejó un gran legado tras de si. Hubo condolencias de todas partes del planeta y su zoológico en Australia fue visitado por miles de personas para darle el último adiós.
En la actualidad el recuerdo de este aventurero sigue muy vivo. Su familia ha continuado todo lo que perseguía para ayudar a los animales. Gracias a él hay hospitales centrados en la vida salvaje y fundaciones dedicadas a la conservación y cuidado animal. Su zoológico es de los más importantes del país y están comprometidos con la vida y bienestar animal.
Incluso se le ha puesto el nombre de Irwin a diferentes especies animales, incluida una tortuga y un tipo de caracol. Claramente su repercusión en el reino animal visto desde una perspectiva humana ha sido muy grande. Hoy en día hay infinidad de grabaciones donde se le puede ver en acción, por lo que no está del todo desaparecido.