Ya hemos hablado en el pasado del desastre de Chernobyl y sus consecuencias. Poco más hay que decir de uno de las peores catástrofes nucleares que se conocen. La llamada zona de exclusión sigue siendo una de esas zonas malditas que recuerdan lo peligroso que es la radiactividad. Sin embargo, también hemos podido comprobar que la vida continúa en los alrededores de Chernobyl.
La fauna animal en Chernobyl ha aumentado de forma increíble. Hay mucha gente que sigue viviendo en la zona de exclusión y parece que no está afectada por la peligrosa radiación. ¿Pudo haber sido exagerada la alarma? La verdad es que depende de la zona en la que nos encontremos.
No todas las zonas son iguales y por tanto los efectos de la radiación pueden variar. Como muchos podrán suponer, los alrededores de la central nuclear donde explotó el reactor es una de las zonas más peligrosas. Lo que mucha gente no sabe es que dentro del reactor hay una zona donde la peligrosidad se multiplica por mil. Es lo que se llama la pata de elefante en Chernobyl.
La peligrosa pata de elefante en Chernobyl
Cuando ocurrió el desastre de la central nuclear de Chernobyl en 1986, pasaron varias cosas. Todo empezó con una inmensa explosión que abrió la cúpula protectora donde estaba el reactor nuclear, lo cual liberó la radiación. Hubo un una segunda explosión aun más potente que acabó de destrozar todo el edificio.
Esta segunda deflagración esparció una gran cantidad de materiales por toda la planta, y los incendios fueron terribles. Los esfuerzos para controlar el fuego y la fuga radiactiva fueran colosales y se llevaron muchas vidas por delante. Uno de los puntos críticos era el interior del reactor, donde hubo una fusión que formó una masa altamente radioactiva llamada pata de elefante en Chernobyl. Se le llamó así por su forma.
La pata de elefante en Chernobyl es una masa sólida de materiales nucleares mezclados con hormigón, arena y lo que se utilizó para tapar el boquete del reactor. Se encuentra en el sótano debajo de donde estaba el núcleo del reactor afectado. ¿Qué lo hace tan peligroso? En esta mezcla se condensó una cantidad de radiación como nunca se había visto nunca.
La alta concentración de radioactividad en la pata de elefante
Cuando se descubrió la existencia de la masa formada bajo el núcleo, se pudo medir diez mil roentgen por hora. Esto significa que acercarse demasiado suponía una sentencia de muerte garantizada. Unos pocos metros era suficiente para ver los efectos en el cuerpo humano, independientemente de la protección que se llevara.
Aun llevando trajes anti-radiación, las personas que se acercaban a la masa empezaban a marearse y sentirse cansados al minuto de estar expuestos. A partir de los dos minutos empezaban las hemorragias. Si alguien llegaba a estar cerca de la pata de elefante en Chernobyl entre 4 y 5 minutos, empezaban los vómitos, las diarreas y una intensa fiebre. No hace falta decir que estar más tiempo que ese significaba morir en unos pocos días.
La masa sigue en observación después de tantos años
Para evitar que la radiación siguiera saliendo del reactor dañado, se creo una gigantesca estructura de hormigón para sellarlo todo. Sin embargo, se dejaron algunas entradas al llamado “sarcófago de Chernobyl” para hacer un seguimiento del núcleo y el reactor en general.
Esto ha permitido también observar la evolución de la pata de elefante. Es obvio que la radioactividad se mantendrá durante mucho tiempo en la zona del reactor. Aun así, los niveles van bajando lentamente y también es el caso de la pata de elefante en Chernobyl. Sin embargo, sigue siendo una temeridad acercarse a esta masa ya que sigue siendo mortal si alguien se acerca demasiado.
Las fotos y grabaciones que se tienen del núcleo del reactor son hechas tomando muchas precauciones. ¿Quieres entrar en el núcleo y ver la pata de elefante por ti mismo? Te dejamos este video donde lo puedes hacer con total seguridad, aunque eso no hace que sea menos espeluznante.