¿Sabes como fue la muerte de Adolfo Federico de Suecia? Todos hemos oído hablar de los excesos en la aristocracia de ciertas familias en el pasado. La nobleza y realeza eran los que tenían el poder, tierras y dinero, y no había nada mejor que disfrutarlo viviendo la vida hasta los límites. Fiestas, cacerías, lujos y por supuesto grandes banquetes. Las grandes comilonas con innumerables barriles de vino eran algo habitual en el pasado. En algunos casos las indigestiones podían ser peligrosas y de esto vamos a hablar en este artículo. El rey Adolfo Federico de Suecia estaba acostumbrado a comer como varias personas juntas, y un día del año 1771 comió por última vez.
Una poco de historia sobre Adolfo Federico de Suecia
Hay varios motivos por los que recordar al rey Adolfo Federico de Suecia. Reinó en una época llamada la era de la libertad, donde los derechos civiles de los suecos mejoraron mucho y el país tuvo un largo periodo de paz. Hubo varias reformas que marcaron grandes momentos en la historia. Por ejemplo, en 1766 el parlamento sueco pasó al mundo la primera legislación soportando la libertad de prensa y de la información. Esto era algo único en esa época de la historia pero nadie se esperaba que no durara mucho.
Sin embargo, el reino del rey Adolfo Federico de Suecia se recuerda más por la forma en la que murió. Este rey fue el único en la historia que se mató comiendo. El 12 de febrero de 1771 era fiesta en Suecia (Shrovel Day o martes de carnaval) y era costumbre celebrarlo comiendo y bebiendo de todo y en grandes cantidades. Esto era porque después de la fiesta llegaba unos días de asueto donde los cristianos no podían comer ciertos alimentos, como por ejemplo carne, huevos y lácteos en general. Esto llevaba a mucha gente a atiborrarse de todos los alimentos que luego no podría comer por un tiempo.
La gran comilona del rey
Como se ha dicho, el rey Adolfo Federico de Suecia era de muy bien comer. La idea de no poder comer ciertos alimentos durante unos días y tener que controlarse era algo que no le gustaba. Esta fue su perdición ya que hizo todo lo que pudo para compensar los días que no iba a comer haciéndolo en un solo día.
El martes por la noche en la fiesta mencionada era cuando se podía comer de todo y cuanto se quisiera. El rey pidió langosta, caviar, chucrut y carne cocida con rábanos. Era una gran comilona que hubiera servido para alimentar a más de una personas y dejarlas llenas. Sin embargo, el rey Adolfo Federico de Suecia era diferente a la hora de comer. Su apetito no se podía calmar tan fácilmente y solía comer más de la cuenta. En esta ocasión tenía la excusa perfecta para comer más aun.
Se comió todo lo que le trajeron con varias botellas de champán, pero seguía teniendo hambre. Entonces decidió que un postre sería el gran final a su enorme banquete. Pidió a sus sirvientes semlas de postre, que son unos pasteles tradicionales en Suecia y Dinamarca. Son una especie de panecillos hechos con harina blanca y hervidos en leche. Son horneados y se les añade crema, azúcar y canela. Luego son servidos en un plato con una base de leche caliente. No hace falta decir las calorías y lo que llenan estos pasteles.
La muerte de Adolfo Federico de Suecia por indigestión
La media de semlas que una persona puede comer es de cuatro o cinco a lo largo de las fiestas. Llenan mucho y dejan el cuerpo muy pesado incluso para los más golosos. El rey Adolfo Federico de Suecia se comió 14 semlas en una sola sentada. Después de comerse las semlas ya se sintió satisfecho. Ese mismo día empezó a encontrarse mal. La cantidad de comida ingerida le había provocado una fuerte indigestión y se llamó a los médicos. Nada pudieron hacer por salvarle la vida. El rey Adolfo Federico de Suecia murió a causa de la gran cantidad de comida que había ingerido.
El banquete que acabó con este rey también tuvo consecuencias políticas ya que afectó a la llamada era de la libertad. Al morir Adolfo Federico su trono pasó a su hijo Gustavo III. Lo primero que hizo fue acabar con esta era de la libertad e impuso una fuerte censura a las libertades de prensa. También comenzó una costosa guerra contra Rusia, en la cual Suecia fue derrotada.
El rey Gustavo III cambió a peor todo lo que había conseguido su padre en temas de libertad y la paz en el país. Finalmente murió por una causa algo menos agradable que su padre, ya que le dispararon causándole la muerte.