Las trincheras en conflictos bélicos se han utilizado en muchas guerras, pero se han asociado más a la primera guerra mundial. El motivo es porque se utilizaron de una manera generalizada durante todo el conflicto. La guerra de trincheras no era algo agradable y para muchos se convirtió en un infierno. Ya no solo por el hecho de estar en una guerra, sino por las condiciones que normalmente había.
La guerra de trincheras era una táctica militar de defensa que ya se usaba en el siglo 19. Básicamente eran excavaciones que se hacían en el terreno donde los soldados se podían refugiar y proteger del enemigo. Las había de muchas clases, donde algunas eran poco profundas y otras podía tener hasta los dos metros de profundidad. Estás últimas eran ideales para pasar largas temporadas, ya que los soldados podía recorrerlas de pie sin agacharse ni arrastrarse.
La guerra de trincheras fue utilizada intensamente en la primera guerra mundial debido a la mejora en las armas de fuego. Los llamados “nidos de ametralladoras” se habían convertido en una forma de combate mortífera y la mejor protección era usar trincheras. Los ocupantes de estas trincheras eran usualmente soldados de infantería. Podían estar viviendo en ellas semanas o incluso meses, por lo que se convertían en un hogar para los combatientes.
La estrategia de la guerra de trincheras
En la primera guerra mundial ya se estaban utilizando varios tipos de gases y armas químicas. Las trincheras no les podían proteger de estas armas, pero hay que tener en cuenta que durante la gran guerra muchas armas químicas estaban en desarrollo. Muchas no eran tan letales como otras. En las trincheras los soldados podían ponerse las máscaras antigas y salir del paso la mayor parte de las veces. Dependiendo del gas, en otras ocasiones las trincheras se convertían en ratoneras mortales para los soldados.
Lo cierto es que este tipo de lucha era terrible para los soldados de todos los bandos. Psicológicamente les machaba por muchos motivos. Tenían que convivir con ratas, pulgas, barro, aguas estancadas y otras incomodidades. Todo esto sin contar que vivían bajo la constante amenaza de un ataque sorpresa.
Los ataques desde las trincheras eran casi suicidas. Montaban sus bayonetas en los rifles y salían a la carrera para atacar al enemigo. Esto significaba exponerse al fuego de las ametralladoras, minas de tierra y obuses lanzados por tierra o aire. Era una cuestión de números donde había un alto porcentaje de bajas. De hecho, se recuerda la guerra de trincheras como una forma de lucha con un masivo número de muertes.
Según evolucionó la primera guerra mundial, también lo hacía la forma de combatir desde las trincheras. Se hicieron muy conocidas las incursiones de guerrilla que hacían los alemanes en las trincheras enemigas. Soldados muy bien entrenados eran enviados para causar el desconcierto y el pánico en las líneas enemigas. Todo esto hacía que nadie estuviera tranquilo en ningún momento, ni siquiera para dormir.
Las penurias de estar en las trincheras
Las batallas desde las trincheras se hacían más terribles según avanzaba la guerra. Eran autenticas masacres que mostraban la brutalidad de la guerra en su máxima expresión. Un claro ejemplo fue la batalla de Somme en Francia, considerada la más sangrienta de esta guerra. Solo el primer día murieron 60 mil muertos luchando en las trincheras. En total murieron un millón de personas de ambos bandos.
Sin embargo, eran las condiciones de estar en las trincheras las que causaban muchas bajas. Las condiciones sanitarias eran terribles en las trincheras. Los soldados tenían que convivir con infecciones como el cólera, disentería, tifus y otras enfermedades.
Por si fuera poco, era muy común un problema llamado “pie de trinchera” que era provocado por la constante exposición de los pies a la humedad. Dicho de otra manera, los pies siempre estaban mojados y al final los tejidos morían. La condición era muy dolorosa y algunas veces los pies se engangrenaban y había que recurrir a la amputación. También había algo llamado “Boca de trinchera” que era una infección de las encías entre los soldados.
Sin embargo, uno de los peores males que sufrían los soldados era el llamado desorden de estrés post traumático. Era debido al estrés ocasionado por los constantes bombardeos, fuego cruzado y situación en la que constantemente estaban. Muchos no conseguían recuperarse de este estado mental, el cual ocasionaba que el paciente quedara totalmente anulado.
Hubo situaciones curiosas durante el conflicto de las trincheras
En la primera guerra se hacían treguas durante algunas fechas señaladas. Una de ellas eran las navidades, donde se paraba literalmente la guerra hasta que se pasaran las fiestas. Durante las primeras navidades de la guerra hubo un caso curioso en unas trincheras que enfrentaban a británicos y alemanes. Ocurrió la víspera de Navidad y durante la tregua los combatientes se hicieron regalos. Los alemanes dieron salchichas a los británicos, y estos le dieron chocolate a los alemanes.
Muchos testigos dijeron que ambos lados cantaron villancicos desde sus trincheras, cada uno en su idioma. Sin embargo, lo más curioso vendría al día siguiente durante el día de Navidad.
Un soldado británico lanzó un balón de futbol fuera de las trincheras en el espacio que los separaba de los alemanes. Los que había entremedias de ambos combatientes era un campo, en el que por suerte no había minas terrestres. Algunos británicos aprovechando la tregua, comenzaron a jugar en el improvisado campo. Al rato algunos alemanes salieron de sus trincheras y se unieron al juego.
En poco tiempo se habían formado dos equipos de fútbol, uno alemán y el otro británico. Se habló muchos de este partido de futbol improvisado y parece ser que los alemanes ganaron 3-2 a los británicos. Curiosamente la tregua casi no tiene lugar porque los mandos británicos pensaban que los alemanes aprovecharían para atacar. No fue el caso y la tregua fue respetada por todo el mundo.
[…] pero no fue hasta principios del siglo XX cuando se empezó la explotación minera. Al empezar la primera guerra mundial las minas empezaron a crecer mucho, y en la segunda guerra mundial ya era una importante zona […]