Hoy en día está muy al visto pelearse a no ser que sea un combate de boxeo u otro deporte de contacto. Si en un bar o en cualquier sitio alguien le dice a otro que salga a la calle para pelearse, queda muy mal delante de todo el mundo. Se puede considerar inmaduro y una señal de ser una persona agresiva y violenta. Sin embargo, hace apenas dos siglos esto era muy diferente. Retar a otra persona a pelear era considerado una cuestión de honor y estaba reservado a la alta sociedad. Se hacía entre caballeros y se llamaban duelos. Te contamos algunas cosas de la historia de los duelos que te sorprenderán.
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Los duelos como ritual
Para la sociedad moderna el que dos personas se batan en duelo es algo que parece de bárbaros. Lo cierto es que en el pasado estos enfrentamientos eran algunas veces la única forma de solucionar las disputas y defender el honor. Hubo una época en que el honor era la parte más importante en la identidad de un individuo, lo cual iba ligado a su reputación. Por este motivo, los duelos eran habituales como un medio más de protegerlo y lavarlo frente a la sociedad. También era una forma de demostrar la valentía y coraje de cada persona.
Como en todas las cosas, la historia de los duelos tiene un origen. Las peleas para solucionar problemas siempre han existido, pero ¿Cuándo se empezó a hacer de forma, “civilizada”, calculada y aplicando reglas?
Los orígenes de los duelos
Ya en el pasado los combates entre dos individuos era una forma de designar un campeón cuando había dos ejércitos a punto de luchar. En ocasiones era la forma de decidir una batalla en lugar de que lucharan y murieron tantos soldados. El combate solía ser a muerte y decidía quién se llevaba la victoria ese día. Algunas veces no servía para detener la batalla entre ambos ejércitos, pero servía para saber a quién favorecían los dioses.
En la historia de los duelos se puede decir que los duelos tal como luego se conocieron empezaron en la edad media. Estos combates se usaban como una forma de justicia algunas veces siendo considerados juicios de Dios. El que perdía directamente era declarado culpable del motivo de la contienda. Estos duelos no solo servían para solucionar conflictos sino también se consideraban eventos deportivos. Solían ser actos públicos y la gente se lo pasaba bastante bien viéndolos.
La llegada de los duelos oficiales a Europa
Los duelos oficiales como se conocieron luego se hicieron muy populares con el enfrentamiento de dos monarcas. En el año 1526se rompió un tratado entre España y Francia, y Francisco I retó a un duelo a Carlos V. Hubo muchas discusiones sobre como sería el duelo y finalmente la cosa se calmó y no hubo ningún duelo entre ambos. Aunque al final no hubo ningún enfrentamiento entre ambos reyes, la idea de los duelos se expandió por toda Europa. En Francia se hizo especialmente popular y los duelos se hicieron frecuentes. En unos diez años después de romperse el tratado, se calcula que murieron diez mil francesas a causas de los duelos.
Llegó un momento en que el rey Enrique IV mandó prohibir los duelos en Francia. En lugar de batirse por cuestiones de honor, los contendientes debían recurrir a los tribunales para solucionar sus problemas. Sin embargo, los duelos continuaron a pesar de la prohibición. Las muertes continuaron y durante el reinado de Luis XIV murieron al menos 4000 personas por esta causa. En otros países también había duelos, pero el número de muertes fue más bajo.
La moda de los duelos en America
La tradición de arreglar los asuntos de honor mediante duelos era algo europeo, donde Francia, Inglaterra y España estaban a la cabeza de este tipo de combates. Debido al goteo de muertes se empezaron a imponer leyes para que no hubiera estas peleas a espada o pistola. Sin embargo, la moda se extendió a las Américas y lo hizo con una gran popularidad. Aun habiendo pasado muchos años muchos problemas se solucionaban en combates singulares y era algo aceptado por todos.
Los duelos en América fueron más predominantes en el sur. Curiosamente la mayoría de ellos eran realizados por jueces y políticos. Muchos de los duelos eran simplemente por la competencia de llegar a puestos de consideración. El poder posicionarse en una sociedad tan elitistas requería muchas veces luchar a muerte por ello. Llegó un momento en que el más ligero insulto o provocación tenía que ser respondido con un desafío a batirse. Esta era la mejor manera de ganar el respeto de todos, y por tanto el éxito.
Al contrario de muchos duelos que se hacían en Europa usando sables o floretes, en América eran las balas las que resolvían las disputas. Se buscaba un lugar para batirse llamado “campo de honor” y todo se resolvía con un disparo de cada contendiente. Los duelos solían ser más frecuente en vísperas de elecciones, donde muchos candidatos se quitaban así la competencia. Los resultados de los duelos luego salían en los periódicos de la época.
Las reglas generales de los duelos
A lo largo de la historia de los duelos las reglas iban cambiando, pero finalmente había unas normas generales. Normalmente la persona retada tenía el privilegio de elegir las armas. Hay que recordar que lo normal era usar pistolas, sables y floretes. Sin embargo, había otras formas de batirse menos comunes y con mucha imaginación. Por ejemplo, en Paris hubo una época en que batirse en globos de aire caliente se puso de moda. Los contrincantes se sujetaban en una cuerda a su respectivo globo y subían a las alturas. Luego se trataba de que cada uno golpeara al otro para hacerlo caer del globo a una muerte segura.
Hasta finales de siglo XVIII Las espadas eran lo más utilizado en los duelos. Al perfeccionarse las pistolas se empezó a considerar que era una forma más limpia y honorable de batirse. En los duelos de espada y sus variantes, había que saber manejar el arma. Se necesitaban años de práctica para dominar este tipo de luchar. Sin embargo, con las pistolas cualquiera podía apretar un gatillo.
En los duelos con pistola las armas tenían que ser los más similares posibles para no dar ventaja a ninguno. Llegó un momento en que varios fabricantes de armas hacían pistolas especiales para duelos, las cuales se hicieron muy populares. El calibre de estas pistolas de duelo era bastante grueso para causar el máximo daño posible. Ya que solo era de un disparo, tenían que cumplir su misión si daban en el blanco. Estas tipo de armas se pasaban de padre a hijo y era un honor tenerlas.
El final de los duelos
Hay que resaltar que no todos los duelos tenían que acabar con una muerte. Las reglas permitían que ambos contendientes llegaran a un acuerdo sobre su enfrentamiento. En el caso de usar la espada o florete, los duelos podían ser a primera o segunda sangre. Entonces se trataba de herir al rival. El que tenía más destreza con el arma solía salir victorioso y solo había un herido en esta lucha concertada. Aun así, llegó un momento en que los duelos se empezaron a ver como algo del pasado y una barbaridad.
A finales del siglo XIX se pusieron estrictas leyes para impedir que la gente se enfrentara en duelos. En Europa esta práctica ya se había dejado de hacer casi del todo, y en Estados Unidos se quería hacer lo mismo. Después de la guerra civil americana los duelos todavía existían en el sur pero se impuso con dureza su desaparición. Poco a poco las disputas personales y de honor se llevaron a los tribunales.
Se puede decir que la última versión de los típicos duelos fueron los que había en el viejo oeste usando revólveres. La época de los pistoleros y ver quién era el más rápido fue el final de una etapa donde los duelos dejaron muchas vidas.