Gracias a una prótesis de titanio, el felino da sus primeros pasos
En el mundo animal no es extraño encontrar casos como el de Vincent, un gato que nació sin sus patas traseras, lo que hacía imposible su desplazamiento.
Lo que ocurría era que los huesos de sus patas traseras no se desarrollaron del todo, por lo que no podía doblar sus patas.
Para solventar este problema, cirujanos del Centro Médico Veterinario de la Universidad de Iowa, idearon un sistema para que Vincent pudiese realizar movimientos. Para ello, le introdujeron unas clavijas sobre las que se enganchaban unas prótesis de titanio en su parte trasera.
El animal no tardó en acostumbrarse, andando de forma normal e incluso haciendo el amago de saltar, cosa que no le permitieron sus prótesis de titanio, por el momento.
La Doctora Mary Sarah Bergh, que es la cirujana quien realizó la operación en Vincent se mostró convencida que muy pronto podrá andar y realizar movimientos como los demás gatos.
La casualidad salvó al gato
Y es que cuando lo trajeron al refugio de animales de Emily Jones, no lo dudó ni un momento y decidió llevárselo a su hija, la cual trabaja en una clínica veterinaria en Iowa, la cual se especializa en tratar distintas lesiones en los animales.
Los implantes requieren solo un poco de cuidado, debiendo aplicar dos veces un spray con antibióticos en dichas extremidades para evitar infecciones, por lo demás, no requieren de ninguna atención más.
Una cirugía complicada
Cuando el gato fue llevado a la clínica siendo un cachorro, las tibias de Vincent no estaban presentes, haciendo la intervención ligeramente difícil, pero no imposible.
Para poder colocar los implantes, debían traspasar la piel del felino e insertarse en los huesos del fémur, de forma que no se soltasen y permitiesen aguantar el peso del animal.
No se trata solamente de poner un implante una sola vez, ya que Vincent lleva varias operaciones desde 2014, en las que van aumentando de poco en poco la longitud de las patas de titanio, hasta que alcancen una altura normal.
Los implantes se encuentran estables y el gato se adaptó a la perfección, explica la Doctora Berhg.
Este procedimiento abre nuevas vías para que las clínicas ortopédicas para animales puedan mejorar los implantes que utilizan y conseguir que las mascotas tengan más independencia en un futuro.
Como se puede ver en el siguiente video, que relata la intervención, Vincent se mueve con mucha agilidad, no diferenciándose de los demás gatos más que en los pequeños palos que se asoman por sus muslos.
Nos enseña una lección de valentía
Este felino es sin duda un ejemplo de superación, pues no importa las circunstancias de cada uno los problemas que vengan, lo único importante es ser feliz, al igual que Vincent, el cual mueve su cola alegremente sin pensar en sus patas traseras, tan solo en caminar hacia delante.
Así pues, dejémonos de quejarnos por cosas superfluas e imitemos a Vincent, el gato que nunca se rindió hasta poder caminar.