El cine japonés es algo desconocido para muchos, pero ha dado grandes figuras a lo largo de la historia como el director Akira Kurosawa y el actor Toshiro Mifune. Precisamente la colaboración de ambas figuras del cine japonés dio lugar a una de las escenas más bizarras en el séptimo arte. Se utilizaron flechas reales para hacer una escena donde Toshiro Mifune moría ensartado por decenas de estas flechas.
La película se llama “Trono de sangre” de Akira Kurosawa y fue estrenada en 1957. La forma de hacer cine era diferente en los cincuenta, y más aun en países como Japón. Muchas escenas se hacían asumiendo ciertos riesgos, y era un sacrificio que los actores y actrices tenían que hacer. En el caso de Toshiro Mifune, fue un mal trago que aceptó a pesar de no estar demasiado convencido.
Indice de Contenidos
1 – La colaboración entre Akira Kurosawa y Toshiro Mifune
Se puede decir que Akira Kurosawa es uno de los directores de cine más legendarios que ha dado Japón. Los que le conocían decían que era un perfeccionista en todos los sentidos. En las escenas cuidaba hasta el último detalle, y además tenía una obsesión por hacer las cosas lo más realistas posibles.
Kurosawa era célebre por hacer sobre todo películas de samuráis, aunque también tocaba otras temáticas. Por otro lado, el actor Toshiro Mifune también hacía muchos papeles de samurai, por lo que no era extraño que colaborara bastante con Kurosawa. De hecho, muchos de los mejores trabajos de ambos fueron haciendo películas juntos.
Aunque sus colaboraciones les trajeron muchos éxitos, algunas veces las relaciones entre ambos eran muy tensas. Durante el rodaje de “Trono de sangre” llegó uno de los momentos más difíciles entre ambos artistas. Kurosawa le dijo Mifune que para terminar la película quería una escena épica como nunca se había visto. Había pensado que el personaje de Mifune fuer acribillado a flechazos por una legión de arqueros. También le dijo que tenía que ser real.
Toshiro Mifune ya conocía bien a Kurosawa y su obsesión por el realismo en sus escenas. Por tanto, se imaginaba que la escena que le había comentado iba a ser más complicada e incluso peligrosa. Según dijo en entrevistas posteriores, el actor se puso muy nervioso con el rodaje de la escena, llegando a tener pesadillas por la noche.
2 – La escena de las flechas en “Trono de sangre”
Según se acercaba el momento de rodar la escena maldita de las flechas, Toshiro Mifune se iba poniendo más paranoico. Las pesadillas nocturnas había empeorado mucho, y según contaba se veía haciendo la escena y muriendo por algún fallo de los arqueros. Literalmente soñaba que era atravesado y moría por alguna de las flechas que le tenían que disparar.
La persona que se iba a encargar de toda la puesta en escena era Koichi Hamamura. Mifune se estaba obsesionando tanto con la escena de las flechas que le preguntaba continuamente a Hamamura cuando se rodaría. De hecho, algunas veces le pregunta se sería ese mismo día.
Las escenas eran rodadas muchas veces sin seguir un orden argumental. Por eso, la escena final de las flechas podía ser rodada en cualquier momento si Akira Kurosawa lo decidía así. La película en si era bastante sangrienta, pero nada comparado a lo el director tenía preparado para la escena final. Finalmente, Mifune vio confirmados sus miedos ya que Kurosawa le dijo que se usarían flechas reales.
El actor ya se lo imaginaba y asumió que corría riesgos. Aun así, tenía que haber medidas de seguridad ya que nadie quería que Toshiro Mifune muriera por accidente. El compromiso que tenía el actor con Kurosawa también era un factor importante para hacer la escena como se requería.
3 – Los preparativos de la escena final
Ya se había acordado que la escena final de “Trono de sangre” iba a ser lo más real que se hubiera visto en el cine japonés (y quizá en el resto del mundo). La idea era que las flechas fueran reales, pero con algunas medidas de seguridad. Se usarían cables ocultos para guiar la trayectoria de las flechas. También se reemplazarían las puntas de las flechas con largas agujas (que también podían suponer un peligro).
A pesar de las medidas de seguridad, la escena seguía teniendo mucho riesgo para Toshiro Mifune. Por ello, se pusieron tablas de madera debajo del traje de samurai que tenía que llevar. De esta manera las grandes largas agujas no le llegarían a tocar la piel. Las agujas eran lo suficientemente largas para tocar órganos vitales si atravesaban el traje, por lo que había un peligro real de que pasara algo.
Sin embargo, la cosa se puso más peligrosa todavía ya que Kurosawa decidió que las flechas que fallaban fueran totalmente reales. Las que llevaban guías y agujas serían para las que acertaban a Mifune. Las demás que acababan en las paredes y otros sitios serían flechas con puntas reales y disparadas por arqueros profesionales.
Toshiro Mifune no estaba nada tranquilo con la preparación de la escena porque podían salir mal muchas cosas. En la escena Mifune tenía que correr por todas partes intentando evitar las flechas. Esto hacía que hubiera más riesgos de accidente.
Correr entre flechas reales, aunque algunas fueran con largas agujas en la punta, podía dejar a Mifune mal herido o incluso matarlo. Todo el mundo era consciente del peligro, pero aun así se rodó tal como se había previsto. Los arqueros profesionales se sincronizaron con cada una de las secuencias, y así lo hizo también Mifune. No podía haber fallos porque era demasiado peligroso.
4 – La reacción de Mifune al acabar la escena
Aun siendo una escena de riesgo, todo salió a la perfección y no hubo heridos (obviamente hablamos de Mifune). Había preparado la coreografía de la escena muy bien y salió tal como se había previsto. Cuando Akira Kurosawa dio la escena por buena, hubo una curiosa reacción por parte de Toshiro Mifune.
Según cuentan los que estaban aquél día rodando la escena, Mifune se acercó a Kurosawa y le preguntó si había planeado algún rodaje al día siguiente. El director le dijo que no había nada planeado y todos se podían tomar el día libre. Mifune se dio la vuelta sin decir ni una palabra en dirección a los vestuarios del set de rodaje.
Al cabo de unos minutos Toshiro Mifune apareció con varias cajas de cerveza para hacer una fiesta improvisada en ese mismo momento. Parece ser que había comprado una gran cantidad de cerveza para celebrarlo en caso de poder contarlo. Es día todo el mundo, tanto el equipo de rodaje, el reparto y el propio Kurosawa, bebieron cerveza y acabaron bastante ebrios.
¿Quieres ver la escena de las flechas reales? Te la dejamos a continuación, la cual ahora verás más interesante sabiendo todo lo que hay detrás.