A lo largo de la historia se han inventado todo tipo de armas, y según pasaba el tiempo se hacían más destructivas. Sin embargo, hay una que está muy por encima de las demás cuando se trata de destruir. La bomba atómica, más tarde llamada bomba nuclear, fue el arma definitiva creada por el hombre. De repente la raza humana tenía un artefacto que podría aniquilar ciudades enteras. Además de eso, las consecuencias de estas armas nucleares eran desastrosas mucho después de haberlas lanzado. ¿Pero cuantos tipos de bombas nucleares existen?
Han pasado muchos años desde que los científicos crearan la primera bomba atómica durante el proyecto Manhattan. Pero la fabricación de estos dispositivos de destrucción masiva ha tomado varios caminos. Cuando hablamos de una bomba de este tipo nos imaginamos un misil con su cabeza nuclear preparada para ser lanzada. Pues lo cierto es que se han hecho muchas versiones de esta arma, y algunas son de lo más peculiar.
Hay varios tipos de bombas nucleares y no te creerás algunas de las que te vamos a contar.
Indice de Contenidos
1 – La bomba MK-54 americana

¿Te imaginas a un soldado de combate transportando una bomba atómica las espaldas como si fuera una mochila? Pues es precisamente lo que se hizo con la Munición Atómica Especial MK-54. Estaba pensada para ser transportada en combate, y de esta manera que se pudiera detonar en caso de emergencia en una invasión.
La bomba atómica MK-54 se planificó pensando en una supuesta invasión de Europa por parte de la Unión Soviética. Pesaba unos 25 kilos y podía meterse dentro de una mochila de combate. La bomba llevaba un temporizador, por lo que el escuadrón de soldados podía colocar la bomba y tener tiempo para escapar. La bomba no era de gran potencia, y podía tener un máximo de un kilotón. Para tener una referencia, la bomba de Hiroshima tenía 16 kilotones.
No es de los tipos de bombas nucleares de los que la gente suele oír, y posiblemente no supieran ni que existía. Sin embargo, durante un tiempo se la tenía muy en cuenta para poder ser usada en varias situaciones. Se podía transportar por tierra o incluso ser lanzada con un grupo de paracaidistas para ser colocada estratégicamente. Una de las polémicas que había es que era considerada una “bomba suicida”, ya que no se tenía claro que los soldados pudieran volver.
2 – La bomba atómica de maletín

Se puede decir que los soviéticos no estuvieron muy contentos con el desarrollo de la bomba MK-54 de los estadounidenses. Por ello dieron respuesta a esta bomba de mochila con otra mini bomba atómica llamada RA-115. Se llamó a la bomba atómica RA-115 la “bomba atómica de maletín” porque podía ser transportada de este modo. Sin embargo, el problema era que pesaban casi 30 kilos, por lo que no era un maletín para ir dando vueltas. Al igual que MK-54, tenía una potencia un kilotón.
La realidad es que la “bomba atómica de maletín” estaba pensada para ser llevaba un lugar fijo y dejarla guardada por periodos largos de tiempo. La bomba dentro del maletín estaba unida a una fuente de alimentación con una batería secundaria. Se sabe que los soviéticos colocaron varias de estas bombas en unas cuantas embajadas y consulados soviéticos por todo el mundo.
Se sabe que se crearon unas 250 bombas de este tipo, y durante la guerra fría se pensó que podían tener varios usos. Se pensó incluso que podían ser usadas en territorio americano si fuera necesario y en caso de que hubiera una tercera guerra mundial. Según un antiguo miembro de la seguridad nacional soviética llamado Aleksandr Lebed, algunos de estos maletines desaparecieron al caer la USSR. Hay todavía mucha polémica sobre este asunto, aunque no sea una cosa de la que se suela hablar.
¿Podría haber bombas atómicas del tipo RA-115 perdidas por algún sitio? Son secretos de estado que nadie nos va a aclarar, por lo que toda queda en teorías y teorías de la conspiración. Sin embargo, sabiendo los tipos de bombas nucleares que existen, es lógico pensar que podía haber algún dispositivo extraviado.
3 – Una bomba masiva llamada Mark-18
Durante la guerra fría hubo un tiempo donde todo consistía en ver quién conseguía hacer más cosas. Por supuesto, las dos grandes naciones del mundo eran la Unión Soviética y Estados Unidos, y la guerra armamentística iba a todo tren. Cuando se trataba de armas nucleares, durante un periodo de tiempo la idea fue hacer la bomba nuclear más grande y potente. Estados Unidos quiso hacer una gran demostración de lo que podía fabricar, y probó la llamada Mark-18 Ivy King.
El 16 de noviembre de 1952 se hizo detonar la bomba atómica Mark-18 Ivy King, y hasta el momento nunca se había visto nada tan potente. Era una bomba atómica de 500 kilotones de potencia (recordemos que la de Hiroshima tenía solo 16 kilotones). Nunca se había probado un arma tan potente en Estados Unidos ni en el mundo.
La prueba fue todo un éxito y durante años las bombas del tipo Mark-18 fueron las más potentes que el ser humano había creado. En los siguientes años de la prueba, se fabricaron otras noventa bombas iguales para ser usadas en caso de un conflicto mundial. De nuevo, esto no gustó a los soviéticos y tuvieron que pasar unos años para que pudieran crear algo similar. Veremos lo que fabricaron en la siguiente sección.
4 – La madre de todas las bombas nucleares llamada Tsar
En octubre de 1961 por fin los soviéticos pudieron responder a la creación de la Mark-18 americana. Tuvieron que pasar nueve años para hacer una bomba mucho más potente, pero al final tuvieron la RDS-220 Tsar. Se convirtió en la bomba más potente jamás creada por el hombre y también la más poderosa jamás detonada. La bomba Tsar tenía unos ocho metros de larga y pesaba 27 mil kilos. Solo se había construido una, y fue la que se probó en 1961.
La bomba Tsar era principalmente para demostrar a los Estados Unidos que podían hacer las bombas nucleares más potentes. Era el juego que había en la guerra fría, y en este caso lo demostraron de sobra. La explosión de la Tsar que probaron los soviéticos fue de 50 megatones, algo impensable hasta el momento. Esto significa que fue miles de veces más potente que la bomba usada en Hiroshima.
La bomba Tsar fue lanzada desde un avión, y la tripulación que iba en ella arriesgó mucho la vida para hacer esta prueba. De hecho, eran conscientes de que había un 50 por ciento de sobrevivir después de lanzar la bomba, porque no tenían claro que pudieran escapar a la onda expansiva. Por suerte, consiguieron alejarse lo suficiente para no acabar achicharrados por el hongo nuclear. Dicho hongo alcanzó los 70 kilómetros de altura, y la onda expansiva recorrió el planeta tres veces.
5 – Una bomba nuclear marina llamada W44
Como muchos ya sabrán, se hicieron muchas pruebas de bombas nucleares en el océano. Los submarinos fueron una parte importante en la guerra fría ya que podían llevar armamento nuclear. Al ser medios de transporte difícilmente detectables, era un riesgo porque podían acercarse a la costa de un país y lanzar cabezas nucleares con precisión. Por este motivo, las cargas submarinas para destruir submarinos estaban en constante evolución.
En 1961 se probó un sistema de cargas submarinas antisubmarinos, pero en este caso eran muy especiales ya que llevaban una cabeza nuclear. La idea era que en una emergencia, se lanzaran una de estas cargas contra un submarino enemigo y asegurarse de que era destruido. Las cargas eran lanzadas por barcos de guerra mediante un torpedo y con una bomba atómica del tipo W44 en su interior. Al ser difícil acertar a un submarino en movimiento, la estrategia era muy simple.
El torpedo era lanzado por la zona donde se había detectado un supuesto submarino enemigo. Cuando había llegado a una distancia estimada del submarino, la cabeza nuclear se desprendía y caía al fondo del suelo marino. Luego era detonada con la esperanza de destruir cualquier nave cercana. Solo se hicieron dos pruebas de esta bomba nuclear marino, y finalmente fue descartada al no ser muy precisa. Aparte de esto, poco tiempo después se prohibieron las pruebas nucleares marinas debido al daño que provocaban.
6 – Las bombas nucleares de artillería
Seguro que todo el mundo recuerda la reciente explosión en Beirut, donde todavía se está discutiendo si fueron químicos almacenados o una mini bomba atómica. Muchos se han preguntado si realmente se pueden hacer bombas nucleares tan pequeñas y que no destruyan toda la ciudad. Pues resulta que si existen y lo llevan haciendo desde hace décadas.
Hay dos tipos de armas nucleares, y son las tácticas y estrategias. Las bombas lanzadas en Japón fueron estratégicas por extraño que parezca. Se lanzaron con la idea de forzar la rendición japonesa, y no solo por destruir completamente dos ciudades. Hay mucha polémica en este sentido, pero no es el propósito de este artículo. Las bombas estratégicas sirven un propósito además de la destrucción de un objetivo. Por otro lado, las tácticas son para ser usadas junto a armas convencionales en un campo de batalla.
Con este propósito se creo el W82, que era una bomba nuclear de baja potencia. Se podía transportar como si fuera munición de artillería normal, y se podía usar como si fuera una bomba convencional. La potencia del W82 era de dos kilotones y se fabricó para ser usada por la OTAN en los territorios donde los soviéticos pudieran potencialmente atacar. La W82 podía lanzarse a una distancia de treinta kilómetros con un cañón convencional, y se fabricaron mil unidades.
Cuando acabó la guerra fría se canceló el proyecto para fabricar las bombas nucleares tácticas de este tipo. Se ha hablado mucho de que ciertas explosiones que han ocurrido, incluida la de Beirut, podría tener algo que ver con este tipo de armamento. Sin embargo, son teorías y rumores que no tienen una base confirmada. Sin embargo, es lógico pensar que se hayan creado mini bombas nucleares que destruyan ciudades, pero si zonas más reducidas y centradas.
Como se puede ver, hay varios tipos de bombas nucleares que seguro que la mayoría no conocía. Hemos hablado de otros tipos también, como por ejemplo la mina de tierra nuclear, la cual formó parte del proyecto Blue Peacock. Es quizá una de las locuras más grandes durante la guerra fría, y por suerte se descartó casi en sus inicios.