Sonreír y Fruncir el Ceño es Contagioso

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Se suele decir que cuando sonríes, todo el mundo te sonríe. Lo cierto es que es verdad y hay una razón para ello. Varios estudios han mostrado que ver las expresiones de otras personas que tenemos enfrente nos ayuda a conectar o no. Algunos científicos han desarrollado estudios donde han visto que nuestras expresiones faciales pueden cambiar nuestro propio estado de ánimo. Aunque parezca sorprendente, un estudio hecho en el 2012 mostró que personas que usualmente llevaban palillos entre los dientes, forzaban sonrisas falsas y esto les beneficiaba. Parece ser que les eliminaba estrés y se sentían mejor.

Aunque no toda nuestra felicidad se puede basar en un palillo que tengamos en la boca, lo cierto es que las expresiones que ponemos nos afectan a nosotros y los que nos miran. Seguro que alguna vez has notado que la gente te pone buena cara durante ciertos días y otros parece que te miran mal. ¿Te has preguntado porque puede ser? Normalmente no nos damos cuenta y nos acabamos preguntando que le pasa a la gente. Sin embargo, puede que ese día estés estresado, no hayas dormido bien o estés de mal humor. Esto la gente lo puede notar en tus facciones y las expresiones que usas. Los días que tienes un rostro descansado o feliz, la gente lo notará y responderá de la misma manera.

Mecanismos para conectar con otras personas

foto-2Tenemos mucho que ganar al conectar y entender a otras personas. Algunas veces puede ser un asunto de extrema necesidad y autoconservación. Por este motivo hemos desarrollado mecanismos que nos ayudan a conectar más fácilmente. De hecho, hay gente que tiene un talento natural para usar sus expresiones y capturar la atención de otras personas. La gente suele capturar el significado de esas expresiones faciales en cuestión de milisegundos, incluso sin darnos cuenta. Podemos diferenciar múltiples expresiones incluso a grandes distancias.

Estos estudios también han comprobado que la mayoría de la gente “intenta” de forma subconsciente analizar los sentimientos de otras personas por sus expresiones. Lo cierto es que al final todo se trata de movimientos musculares, aunque son tan sofisticados que pueden dar grandes cantidades de información en nada de tiempo. Por supuesto, toda esta información del movimiento muscular es procesada en nuestro cerebro. Esto es lo que realmente provoca reacciones y emociones.

Haz la prueba para comprobarlo tu mismo

foto-1Para saber si realmente sonreír y fruncir el ceño puede ser contagioso, lo puedes comprobar rápidamente de la siguiente manera. Cuando fruncimos el ceño es porque estamos tristes o enfadados. Si nos sentamos con un amigo o amiga en un bar tomando un café, si fruncimos un poco el ceño aunque sea ligeramente, verás que la persona delante de nosotros hace lo mismo. Si sonríes pasará lo mismo. ¿Pero por qué?

Parece ser que mientras nuestro cerebro reconoce al instante esa expresión que tenemos delante, tiene recuerdos situaciones de nuestra vida donde sonreíamos o poníamos mala cara. Los sentimientos de esas situaciones se unen al pensamiento. Estos pensamientos alegres o tristes que recordamos casi sin darnos cuenta, nos ayudan a conectar con la otra persona y formar vínculos.

Hay alguna teorías interesantes donde parece que se demuestra esto. Algunas personas no miran directamente a la cara de otras personas. Puede ser por timidez o por enfermedad (como puede ser autismo), y normalmente les es complicado reconocer emociones de otros y viceversa. Lo mismo pasa con personas que han tenido un ictus o accidente, donde sus expresiones se han limitado.

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