Está claro que los tiburones insuflan un gran terror a la mayoría de las personas, y si se trata del gran tiburón blanco más aún. Sin embargo, incluso el miedo se supera en ciertas situaciones mostrando el lado más humano de la gente. Esto pasó en el 2015 en la playa de Chatham del estado de Massachusetts. Un joven tiburón blanco quedó encallado en la playa mientras un buen número de bañistas pasaban el día. Por suerte la gente reaccionó y empezaron a tirarle cubos de agua para hidratarle mientras llegaba ayuda.
Finalmente se consiguió una barcaza para remolcarle al océano de nuevo. Se le ató una cuerda a la cola y se le arrastró hasta el agua. Luego lo aseguraron a un lado del barco para transportarlo a aguas profundas. De este modo el pequeño tiburón pudo sobrevivir a la experiencia. Aunque estaba agotado y débil, hay que tener cuidado en estos casos ya que un pequeño mordisco puede ser devastador para una persona. Por suerte todo salió bien y gracias a los bañistas el animal sobrevivió. Hay que recordar que los tiburones blancos son una especie protegida y se cuida mucho su supervivencia. Os dejamos con el video del rescate.