Hay gente que hace muchas locuras ya sea por conseguir adrenalina, fama, dinero o simplemente por llamar la atención. Hace no mucho publicamos un artículo con un video de un joven ucraniano que no le tiene miedo a las alturas, y lo demuestra subiéndose a sitios impensables y haciendo todo tipo de acrobacias. Si pensábamos que esto era la locura definitiva, no hemos visto los videos de otro joven que lo lleva más allá. En este caso no se conforma con subir a grandes alturas, sino que tiene que saltar sin ningún tipo de protección o paracaídas. ¿Cómo lo hace? Saltando en sitios donde hay agua para amortiguar el golpe.
Este joven cuelga sus videos en YouTube y se le conoce como 8Booth, y salta en sitios donde hay poco margen para el error. Se tira de acantilados con rocas por todas partes, de edificios a piscinas y cualquier reto que le de esa inyección de adrenalina. Lo increíble es que todavía esté vivo, y los videos que publica dejan claro que en más de una ocasión se ha podido romper las piernas como mínimo. Hay una recopilación de gifs con sus mejores saltos que os dejamos para que opinéis.
Este quizá sea el salto donde más peligro pasó y resultó herido con rasguños en la espalda según dijo en su canal de YouTube. Está claro que tuvo suerte porque no calculó bien el salto, aunque le salió bien:
Este salto lo hizo en el muelle de Harbor desde una altura de unos 40 metros. El problema es que se acercó demasiado al saliente de madera. Poco faltó para el golpe fatal, pero consiguió hacer el salto con éxito.
Este salto es de alto riesgo porque hay una gran roca donde hace difícil calcular donde caer en el sitio adecuado. Aun así, el joven hace el salto y queda a poca distancia de la roca.
Este siguiente salto es desde un acantilado donde hay rocas que no se pueden ver bien debido a las olas que chocan contra la costa. Imaginamos que 8Booth previamente había examinado la zona y sabía donde tirarse. Aun así., el riesgo es increíblemente alto y hay mucho margen para que algo salga mal.
En esta ocasión hizo el salto desde la azotea de un hotel directamente a la piscina. Como se puede ver, queda a menos de un metro del bordillo de la piscina, lo cual hacer que pudiera haber sido su último salto.
En esta ocasión se lanza desde un edificio que da a la costa. De nuevo, las rocas de más abajo representan el gran peligro del salto. Por otro lado, el choque contra el agua a esa altura tampoco protege tanto.
El siguiente salto es de locura total. El riesgo es inmenso porque el salto lo hace en una desembocadura muy estrecha donde un fallo de centímetros puede suponer romperse todos los huesos.
De nuevo, un salto desde una terraza a la piscina de un hotel.
En esta ocasión casi le sale mal, y por el sonido que emite parece que se ha dado cuenta. Aunque suponemos que con todos los saltos que ha hecho, sigue con vida porque controla lo que hace, alguna vez tiene que salir mal.
En este último salto, hace el salto desde el mismo hotel de antes, pero a una zona con muchas más rocas. Sinceramente, creemos que debería dejarlo antes de que sea demasiado tarde.