Si te hablan de investigadores privados, puede que lo primero que pienses es en una persona que estuvo en la policía, va zarandeando sospechosos para conseguir información o colándose en casas para buscar pistas. Lo cierto es que la realidad es muy diferente. Consiguen la sus objetivos recopilando información y siguiendo a la gente de forma discreta. La idea preconcebida de que asumen casos que la policía ha dejado por imposible tampoco es cierta.
Principalmente los investigadores privados hacen seguimiento de infidelidades y desapariciones. También pueden trabajar para compañías buscando información u objetos perdidos, vigilar empleados que están haciendo algo fuera de las normas de la compañía. Las aseguradoras también los usan mucho para ver si los asegurados están haciendo fraude. Para hacer todo esto muchas veces tienen que trabajar de forma oculta y disfrazarse. De hecho, hay cosas que puede que no supieras de esta interesante profesión.
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La técnica de pasar desapercibido
Empezar un nuevo caso para investigar algo no está limitado a lo que dicta la ley. Las técnicas que tienen que usar pueden variar dependiendo del trabajo y muchas veces tienen que hacer ciertas verificaciones previas. En el caso de trabajos para compañías, muchas veces se tiene que infiltrar como empleados para verlo todo desde dentro. Si por ejemplo un hospital contrata a un investigador porque están desapareciendo medicamentos, es usual que el investigador privado obtenga un empleo de celador durante una temporada de forma encubierta.
Curiosamente, cuando un investigador privado es contratado internamente por la compañía de forma encubierta, cobra el sueldo de ese empelo además de su sueldo de investigador. Muchas veces los casos se resuelven directamente haciendo estos trabajos internos en la compañía sin que nadie sospeche nada. Para los demás empleados es un compañero más.
Hay investigador privado para Internet
Internet y las redes sociales se ha convertido en una buena herramienta para estos investigadores. Crear cuentas de Facebook, LinkedIn u otra red social, les da muchas facilidades para investigar a la gente. La mayoría de las veces crean varias cuentas con perfiles totalmente diferentes para centrar sus investigaciones desde distintos ángulos. Tiene bastante lógica, ya que la mayoría no aceptaría a un investigador privado como contacto en las redes.
Por otro lado, todos sabemos que hoy en día las redes sociales han reducido nuestra privacidad. No es precisamente lo mejor si quieres ocultar información de investigadores. Cada vez más es habitual que la gente documente su vida en su página de Facebook o Twitter. Incluso cuando se borra el perfil, la información puede seguir estando disponible.
En muchos casos también son contratados por sospechas de que están siendo engañados por Internet. Pueden ser temas relacionados con negocios o citas románticas. El problema es la facilidad con la que se puede falsear una identidad lo que provoca la desconfianza de la gente. Por este motivo, muchas veces se requiere el servicio de un investigador para saber si realmente saber si algunas personas son quién dicen ser.
Lo de que orinan en botellas es verdad
Cuando se trata de vigilar y observar algo para conseguir una información, muchas veces es cosa de paciencia y aguantar muchas horas. A esto le tenemos que unir que se tiene que pasar desapercibido todo este tiempo. Cuando se vigila desde un coche algunas veces tienen que estar doce horas dentro. Lo más sencillo para ahorrarse tener que ir al baño es llevar una botella para orinar. Por supuesto, si se tiene que ir al baño para otra cosa, lo habitual es aguantarse.
También hurgan en la basura
¿Has visto a alguien alguna vez hurgar en la basura? Si es afirmativo, puede que hayas visto a un investigador privado buscando algo en concreto. Aunque los investigadores suelen tener mucha información disponible online y también en los registros policiales, algunas veces la basura también puede ser una buen fuente de información. ¨si se está investigando a alguien, lo que tira a la basura puede decir muchas cosas sobre el caso. Por ello, muchos investigadores recogen y guardan lo que tiran, aunque algunas veces no sea nada agradable.
Seguir a otros coches tiene su técnica
Seguir con tu coche a otro vehículo no es tan fácil como lo ponen en las películas. Aunque la mayoría de la gente no es paranoica en el sentido de que la están siguiendo, hay que hacerlo con cuidado para no ser detectado. ¿Cuál es la mejor manera de no levantar sospechas? Uno de los “trucos” más usados por investigadores privados es usar dos coches con su respectivo conductor. De esta manera la persona investigada no está viendo el mismo coche detrás todo el tiempo.
En ocasiones se les pide que investiguen lo paranormal
Como habrás adivinado, la profesión de investigador privado no es un oficio común. Por tanto, muchas veces se encuentran con casos y situaciones de los más extraño. En ocasiones se les confunde con auténticos “cazafantasmas” y se les pide que investiguen supuesto fenómenos paranormales. La mayoría de las veces rechazan este tipo de trabajos porque no es su modalidad.
No siempre trabajan con la historia completa
Los clientes de los investigadores privados no siempre son del todo honestos cuando solicitan un trabajo. Como en otros oficios, este en particular tiene sus riesgos y por ellos muchos trabajos son rechazados. Es el propio investigador el que tiene que tener el criterio para saber si algo es sospechoso o no huele bien. Dependiendo de lo que sea, un investigador puede meterse en un lío si incurre en algo ilegal sin saberlo. También hay que tener cuidado a quién se está investigando. Por ejemplo, nadie quiere husmear en los asunto de la mafia ¿verdad?
De todos modos, los investigadores privados suelen tener también informantes. Esto les facilitar mucho las cosas en su trabajo y en saber si aceptarlo o no. Algunas veces consiguen estos informadores sobre la marcha dependiendo del caso. Ofrecer una cantidad de dinero por hacer unas cuantas preguntas estar informado durante la investigación, es habitual.