¿Qué Ocurre al Beber Agua Salada? Aunque no suele ser algo que pueda ocurrir tan fácilmente, hay ocasiones donde el ser humano se queda atrapado en una situación bastante desesperada donde la falta de agua es el principal problema. Esto puede ser al quedar atrapado en medio del océano rodeado de agua o en una isla desierta donde la única agua que hay es lo que la rodea. Si el lugar donde estás no tiene una fuente de agua dulce, el agua de mar que tienes disponible no va a ayudar mucho. El setenta por ciento de la superficie del planeta es agua, aunque la mayoría es agua que no se puede beber por la salinidad.
Lo cierto es que el agua salada puede no parecer tan mala teniendo en cuenta que nuestros cuerpos están principalmente compuestos de agua y sal. Sin estas dos cosas no podemos funcionar con normalidad. El agua es importante para metabolizar los alimentos, hacer funcionar nuestros músculos, bombear la sangre e incluso pensar. Por otro lado, las células de nuestro cuerpo dependen de la sal para realizar ciertas reacciones químicas. Entonces ¿Cuál es el problema? ¿Por qué no podemos beber agua salada del mar?
La sal es el principal problema
Aunque consumir un poco de sal es importante para ciertas funciones de nuestro cuerpo, tomando muy poca o demasiada puede perjudicar mucho a nuestro organismo. Para el cuerpo humano el número que hay que tener en cuenta es el nueve, el cual se refiere a la salinidad o peso en gramos de sal disueltos en mil gramos de agua en la sangre humana. Para hacernos una idea, los líquidos que tienen la misma salinidad que nuestra sangre se llaman isotónicos. Cuando tomamos demasiada sal, lo expulsamos por medio de la orina para mantener los niveles.
El agua de mar es un líquido hipertónico, lo que quiere decir que tiene más sal que la sangre humana. Esto puede suponer un problema para nuestro organismo cuando se consume. ¿Te ha ocurrido alguna vez de estar en un ascensor con una persona que se ha puesto mucho perfume o colonia? El olor lo invade todo y puede llegar a ser asfixiante. Este hecho se llama difusión, o lo que es lo mismo, una alta concentración de algo en una zona determinada.
Cuando se aplica la difusión en el tema de beber agua salada, las células humanas tienen membranas que previenen que la sal se filtre libremente por todos lados. Aunque nuestros cuerpos pueden normalizar el sodio, el cloro y otras sustancias hasta cierto punto, manejar altas concentraciones de sal en el cuerpo es realmente complicado. Aunque el sodio y el cloro no se difunden fácilmente fuera de la célula, el agua si que puede.
Cuando la concentración de sal es más alta en el exterior de las células, el agua se mueve del interior al exterior de estas células para equilibrar las medidas. Este intento para normalizar las cosas se llama osmosis. Al beber agua salada de mar, los resultados de esta osmosis son particularmente negativos. Hay que recordar que la salinidad del agua de mar es cuatro veces más alta que la nuestra. El agua que sale de las células hace que estas disminuyan, y esto nunca es bueno.
A no ser que se beba mucha agua dulce, el sistema regulador del organismo puede fallar y ser un verdadero problema. Puede llegar a ser incluso mortal. El cambio de concentración de sodio en el cuerpo es muy peligroso. Para poder buscar el equilibrio, el cuerpo intenta eliminar el exceso de sodio de varios modos. Segrega más orina por ejemplo, Sin embargo, los riñones humanos solo puede producir orina que es un poco menos salina que el agua de mar. Por tanto, para eliminar el exceso de sodio se orina más agua de la que bebemos. Esto causa una deshidratación.
Consecuencias de beber agua salada
Por lo tanto, si bebes agua salada del mar, realmente no están consumiendo agua sino perdiéndola. Esto lleva a que el cuerpo se quede sin líquidos, se tengan calambres musculares, boca sea y por supuesto mucha más sed.
El cuerpo trata de compensar esta pérdida de fluidos aumentando el ritmo cardíaco y encogiendo los vasos sanguíneos para mantener la presión sanguínea fluyendo a los órganos vitales. En este punto se pueden sentir nauseas, debilidad o incluso delirios. Se nos seguimos deshidratando, todo nuestro sistema empieza a fallar. Si no se bebe agua dulce enseguida, el cerebro y otros órganos reciben menos sangre, y esto nos lleva a un fallo general del sistema y a la muerte.
Por supuesto, tomar pequeñas cantidades de agua salada no nos matará. De todos modos y como regla general, el agua y la sal se deben consumir por separado. Cualquier consumo de sal debe ser compensado por una gran cantidad de agua dulce.