El rigor mortis es una condición que se empieza a desarrollar en un cuerpo en el momento que ocurre la muerte. Básicamente, la acción de este del rigor mortis es empezar un proceso donde los músculos en el cuerpo comienzan a quedarse rígidos. En la mayoría de las situaciones el cuerpo comienza este proceso a las tres horas de la muerte y la rigidez continuará por un periodo de ente 36 y 72 horas. El motivo de que ocurra esto es porque al morir un cuerpo, los músculos dejan de recibir trifosfato de adenosina.
Esta sustancia es necesaria para que los músculos se liberen del estado de contracción que es causado por la presencia de iones de calcio, los cuales fluyen por el músculo y actúa como un puente o conexión entre la actina y la miosina que está presente en la fibra muscular. Sin trifosfato de adenosina para iniciar la liberación de esta conexión, los músculos continúan contraídos y produciendo la rigidez comentada. Es solo cuando las fibras de los músculos empiezan a descomponerse cuando el vínculo entre la actina y la miosina se rompe y los músculos empiezan a perder rigidez.
Antiguamente, el rigor mortis llevaba a situaciones curiosas donde el cadáver tenía que ser vigilado en la primera noche después de que la persona muriera. El procedimiento se llamaba “sentado con el cuerpo”, y el propósito de esto era prevenir que los músculos rígidos provocaran que el cadáver quedara en una posición que no era la adecuada para el entierro.
Lo que se solía hacer era que varias personas se quedaban con el cuerpo durante toda la noche y estiraban los miembros del cadáver en una posición determinada. El rigor mortis podía algunas veces doblar las articulaciones, o hacer que la cintura se doblara y que el cuerpo pareciera que se incorporaba y quedaba sentado.
El estado de rigor mortis puede ayudar también ayudar a los examinadores médicos y a forenses para determinar el momento de la muerte. Esto ocurre en casos donde la persona no ha fallecido en un hospital y en el cadáver es encontrado tiempo después. Aparte de otros factores, el grado de rigidez de los músculos que está presente durante las autopsias, también ayuda a estrechar el momento del fallecimiento y dar claves en casos donde hay indicios de criminalidad.