Un estómago que empieza a hacer ruido y emitir rugidos, no siempre tiene que ser por hambre. Solo significa que tu sistema digestivo está tratando de hacer su trabajo, mover la comida por el cuerpo y conseguir los nutrientes que nos dan energía. Según tu organismo absorbe estos nutrientes y elimina lo que no necesita, el estómago se va vaciando y suele volverse más ruidoso.
El origen de los ruidos estomacales
El tracto digestivo tiene un papel importante en mover comida a través de nuestro cuerpo. Es una especie de tubo largo que va desde nuestra boca (donde entra la comida) hasta el ano (por donde sale una vez procesada). A lo largo del camino la comida pasa por el estómago. Esos ruidos tan conocidos en el estómago significan que los intestinos están moviéndose para poder empujar la comida, líquidos y gases a través del tracto intestinal. El rugido se hace más elevado cuando el estómago está más vació.
Cuando los músculos del estómago y el intestino delgado están empujando el almuerzo o cena, la propia comida apaga el sonido, y por eso apenas se oye nada. Cuando se ha pasado cierto tiempo sin comer, ya no quedan restos de comido en nuestro interior. Lo que queda en nuestro estómago es principalmente aire y un poco de líquido y trozos de comida. Cuando los intestinos y músculos se contraen y expanden, todos los gases y líquidos acumulados empiezan a producir el ruido que podemos escuchar (y que otros también pueden).