Seguro que más de uno se ha hecho estas preguntas: ¿Por qué la sociedad es compleja? ¿Por qué no se pueden cambiar esas cosas que evidentemente no son beneficiosas? ¿Por qué la mayoría de la gente se empeña en cometer los mismos errores desde hace décadas? Antes de continuar, hay que dejar claro que actualmente vivimos en una de las mejores sociedades que ha visto el planeta Tierra.
A pesar de lo que veamos en los medios de comunicación todos los días, vivimos en una de las épocas más pacíficas de la historia de la humanidad. Aunque siga habiendo conflictos armados, terrorismo y otros problemas, no es nada comparado a lo que había en el pasado. Hace tiempo que dejamos atrás las guerras mundiales, explosiones atómicas en ciudades habitadas, invasiones de continentes enteros por hordas de bárbaros, y otros eventos del pasado.
La tecnología ha hecho que estemos comunicados en todo momento, tanto para lo bueno como lo malo. La sociedad siempre ha sido violenta en el pasado, y es algo que hemos ido “solucionando” con los años. Aun así, seguimos sin vivir en la sociedad perfecta por muchos motivos.
Ya estamos en el año 2020, que hace pocas décadas era considerado el futuro en las novelas y películas. Sin embargo, seguimos teniendo el mismo comportamiento en muchas cosas, donde algunas nos impiden evolucionar o mejorar la sociedad. ¿Por qué la sociedad es como la conocemos? Hay aspectos negativos de nuestra civilización que podrían ser mejorados. ¿Por qué no se solucionan después de tantos años? ¿Por qué la sociedad es compleja?
Indice de Contenidos
1 – Somos fáciles de engañar

Muchos pensarán que es mentira que nos puedan engañar con facilidad. Somos demasiado inteligentes para caer en mentiras y conspiraciones. Pues lo cierto es que engañar a las masas ha sido una práctica que utilizada desde siempre. En la era moderna se ha logrado perfeccionar los sistemas para que las mentiras parezcan verdades absolutas y así llevar a las masas por el camino deseado. Los políticos son especialmente expertos en técnicas de engaño, pero eso ya lo sabemos ¿verdad?
Si te fijas en la mayoría de noticias, las líneas generales en política suelen ser acusaciones a cosas puntuales y específicas. Rara vez analizan el trasfondo del problema que podría solucionar el problema general. Se suelen meter en acusaciones a otros políticos o personas que les critican, convirtiendo el panorama política en un salseo rosa.
Si a todo esto le unimos una de las mejores estrategias que existen que es el populismo, tenemos a millones personas escuchado lo que quieren oír. No importa lo que pase después, porque nuestro cerebro vive el momento y lo que escuchamos nos está gustando. Es uno de los motivos principales de que los gobiernos se permitan decir cosas que luego nunca cumplen. Mienten porque saben que el efecto de prometer cosas motiva a la gente a apoyarles, incluso si luego no hacen nada. En general la gente suele caer en el engaño del populismo, porque nos gustan las “cosas brillantes” que nos ponen delante.
2 – Tenemos facilidad en posicionarnos por grupos

Los seres humanos somos animales racionales sociales, y eso es un hecho. Siempre se han formado grupos para casi cualquier cosa, y lo seguimos haciendo. Piensa en una temática del tipo que sea y encontrarás grupos que se han formado alrededor de ello. Lo cierto es que ha sido una estrategia que ha funcionado durante miles de años, sobre todo para luchar por una causa común.
Aunque la creación de grupos y comunidades es una buena forma de lograr cosas todos juntos, también es tiene sus desventajas. Suele ser el foco de peleas y enfrentamientos con otros grupos que no piensan como ellos. Da igual que la mayoría de las personas del grupo sea pacífico, ya que con unos pocos que creen controversia habrá conflictos.
¿Por qué la gente se une a ciertos grupos y no a otros? Lo cierto es que es algo que es resultado de la evolución. Algunos estudios muestran que nacemos genéticamente con ciertas preferencias que nos hace elegir un grupo u otro. Por supuesto, también elegimos los grupos si la gente es parecida a como somos nosotros. No hay nada de malo en ello, pero a lo largo de la humanidad los grupos siempre han intentado predominar sobre otros. Es un tema de supervivencia que tenemos metido en los genes.
Por tanto, estamos genéticamente predispuestos a enfrentarnos a otros grupos. Por un lado es lo que nos ha hecho evolucionar y querer ser mejores que otros, pero también nos lleva a conflictos que algunas veces pueden escalar demasiado. Por eso vemos tanto en los medios como grupos de todos los tamaños y características se enfrentan continuamente.
3 – Nuestra memoria dista mucho de ser perfecta

Seguro que has oído las expresiones “el hombre siempre tropieza dos veces con la misma piedra” o la más conocida “La historia tiende a repetirse”. No es una causalidad que las cosas ocurran una y otra vez de forma muy parecida a lo largo de la historia. Seguimos luchando por las mismas cosas que hace siglos. Aunque las situaciones cambian, solemos protestar por las mismas cosas de siempre.
El problema es que aunque somos inteligentes y evolucionamos continuamente, nuestra memoria es en un plano general no es la mejor. Además de eso, somos fácilmente manipulables como ya hemos comentado en otra sección del artículo. Por eso las masas se mueven por las cosas de siempre, aunque a veces decoradas con nuevas causas u objetivos.
Muchos estudios han mostrado que es fácil trasgiversar partes de la historia para conseguir una meta. Por desgracia nuestra memoria histórica no es perfecta y la gran mayoría cae en las trampas de manipuladores expertos. La mejor manera de evitar esto es leer y preocuparse de eventos del pasado para comprender lo que pasa en la actualidad. Por desgracia, no es algo que haga todo el mundo por lo que es más fácil manipularles.
4 – No todo lo que sabemos de historia es del todo exacto

Hemos dicho antes que lo mejor para que no nos manipulen es leer mucho. Sobre todo temas históricos que nos dicen como fue el pasado. Sin embargo, la historia fue escrita por historiadores y no siempre han hecho el trabajo correctamente. Como ocurre en todas las cosas, cada personas da su punto de vista y desde su perspectiva. Algunas veces la historia se escribe siguiendo los intereses de gobiernos, dictadores, grupos religiosos, etc.
Todos hemos escuchado el dicho de que “La historia la escriben los vencedores” y es muy cierto. Como se ha comentado, la historia ha estado siempre repleta de conflictos armados y guerras por establecer gobiernos, políticas y sociedades a la carta. La historia se ha escrito teniendo en cuenta muchas cosas, y algunas veces se han dejado episodios fuera de los documentos “oficiales”.
Esto no significa que la historia tal como la conocemos no es la verdadera, pero nunca es tan exacta como nos la ponen. La parte buena es que muchos historiadores diferentes escribieron sobre lo mismo dando su propia versión, y esto hace que con un poco de estudios se puedan sacar conclusiones. Nunca debemos conformarnos con las “versiones oficiales” de las cosas porque muchas veces están preparadas para adoctrinar.
No es difícil hacer un poco de investigación de diferentes fuentes y sacar una conclusión propia. Por supuesto, no todo está modificado y manipulado para engañarnos, pero debemos ser consecuentes y tener criterio con teméticas que se relacionan con la actualidad.
5 – Somos muy emocionales y no es bueno

No hay nada malo en mostrar las emociones, y de hecho es lo que nos hace humanos. Tenemos la suerte de vivir en tiempos de relativa paz comparada con otros tiempos más violentos. La mayoría de los países occidentales han evolucionado a una sociedad de bienestar donde las nuevas generaciones se han acostumbrado a las comodidades que se le ofrecen. Esto es bueno en general, aunque tiene sus inconvenientes.
Muchos países del mundo siguen estando en conflictos militares con regimenes dictatoriales. Por desgracia es así y la democracia no está implantada en todas partes. Por algún motivo muchos de estos regímenes o países tienen el soporte de muchas personas de occidente y de países democráticos y considerados libres. Otras veces se siguen causas por principios puramente emocionales en lugar de razonar los motivos.
Estamos viendo en las últimas décadas como cada vez en más difícil hablar de ciertas cosas, y parece que hay menos libertad de expresión dependiendo del tema. Aunque la idea es hacer un mundo más justo para todos, parece que vamos en sentido contario haciendo que la gente tenga menos derechos o libertad para expresar sus opiniones. El motivo principal son muchos grupos que se dejan llevar más por las emociones que por unas bases lógicas.
6 – Somos desconfiados por naturaleza

Con las técnicas correctas, es fácil volver a las masas contra alguien o algo. Lo hemos visto muchas veces en los medios, donde una sola noticia en los medios de comunicación puede criminalizar a cualquier en un segundo. De hecho, es muy fácil crear un enemigo público número uno sin que la gente se cuestione los motivos.
Esto no es nuevo y es una estrategia que se lleva haciendo desde siempre. Solo tenemos que echar un vistazo a la época donde se quemaban las brujas para ver como funcionaba. Unas simples acusaciones podían hacer que se iniciara una persecución que podía costar vidas a inocentes. ¿Por qué se tienden a creer acusaciones en los medios sin tener unas base para ver si es verdad?
Los científicos piensan que el motivo de que la gente rápidamente una acusación en los medios es por la desconfianza. Por supuesto que también existe el adoctrinamiento y el llamado “lavado de cerebro”, pero en el fondo se piensa que es porque no confiamos los unos en los otros. Es algo que llevamos “de serie” y posiblemente sea por la lucha evolutiva que tenemos detrás. Si ponen una acusación en un formato un poco creíble y bien organizado, la mayoría lo creerá sin dudar o hacerse preguntas.
Como se ha dicho al principio, los medios de comunicación tienen técnicas muy eficaces para manipular. Los gobiernos los saben y por eso tienen tanta influencia en los medios que conocemos. Si un canal de televisión importante dice que alguien ha hecho, algo, no se dudará de la culpabilidad de los acusados. Esto suele llevar a situaciones donde se lincha mediáticamente a personas que son inocentes. Incluso habiendo pruebas de su inocencia, esa persona o personas serán consideradas culpables.
7 – Somos muy conformistas
La sociedad ha cambiado para bien en general, y lo ha hecho gracias a cosas del pasado. Los cambios en la sociedad normalmente han ido cambiando por periodos de protestas y revoluciones. Un ejemplo fue la revolución francesa y todas las cosas que se cambiaron en ese periodo. Muchas cosas han ocurrido en el pasado debido a injusticias que se veían en temas sociales y donde hubo revueltas para hacer que las castas no lo manejaran todo.
No es que hayan cambiado muchos las cosas, pero la gente por lo general vive mucho mejor hoy en día. Siguen habiendo poderosos formados por castas que imponen leyes y medidas para prolongar su poder. Esto no es nuevo y lleva siendo así miles de años. Sin embargo, la mayoría tiene un estatus social mejor que como era en el pasado. La sociedad en países del primero mundo está más acomodada de lo que nunca ha estado, y esto nos ha vuelto más conformistas.
¿Cuál es el problema de esto? Que toleramos más lo casos de corrupción de los que están en el poder. Vemos cosas que en otros tiempos hubiera provocado una revolución e incluso cambios de gobierno. Sin embargo, dado que vivimos bastante bien la mayoría piensa que es mejor dejarlo pasar para no perder los “privilegios” que tenemos. Esto se traduce en que siempre tengamos los mismos partidos políticos y se sigan votando a los mismos. No importa lo que hagan por poco ético que sea.
¿Por qué la sociedad es compleja? Ya puedes sacar tus propias conclusiones.