Ya hemos hablado antes de Quentin Tarantino, y hoy recordamos su primera película que le lanzó a la fama. Fue su debut como director y no dejó a nadie indiferente con su forma de ver el cine. La película Reservoir Dogs se estrenó en 1992 en el festival de Sundance, y luego recorrió otros festivales internacionales.
Curiosamente el Sundance no se llevó ningún premio, y eso que todo el mundo le decía a Tarantino que barrería en el festival de cine. Parece que el jurado tenía otras cosas en mente y repartió los premios entre otras películas que se habían presentado. Eso no significa que todo el mundo se había quedado impresionado con el film de Tarantino. El éxito de Reservoir Dogs fue tan grande que Tarantino ya era visto como una revelación en el cine del momento. Luego lo pudo confirmar con otra película llamada Pulp Fiction.
Veamos algunas curiosidades que posiblemente no supieras de la película Reservoir Dogs.
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1 – La película Reservoir Dogs se rodó principalmente en un mortuorio
El edificio vació que se puede ver a lo largo de la película es en realidad un mortuorio. Esto se puede ver en algunas escenas, como por ejemplo cuando Harvey Keitel y Steve Buscemi discuten en una habitación. Se pueden ver tubos de plástico y líquido de embalsamar, los cuales se utilizaban de verdad para hacer ese trabajo.
Está claro que aprovecharon el mortuorio bastante bien, ya que incluso el apartamento de Tim Roth que sale en el film estaba en la parte de arriba del edificio.
2 – Hubo diferentes cambios en los roles
Como muchos recordarán, los miembros de la banda no usan sus nombres reales, y se asignan colores. Cuando se empezaron a repartir los papeles para saber quién iba ser cada personaje, las cosas fueron diferentes. Tarantino iba a hacer el papel de El Señor Rosa, aunque al final fue Steve Buscemi el que acabó haciendo ese papel. Michael Madsen quería hacer ese papel pero al final le fue asignado el de Señor Amarillo.
3 – Había un verdadero atracador de bancos en el reparto
En el papel de Señor Azul estuvo Eddie Bunker, el cual había sido un ladrón de bancos en la vida real. Antes de ser actor Bunker había estado metido en actividades delictivas. De hecho, la mayor parte de su juventud se la pasó en correccionales. Sin embargo, volvió al buen camino y se hizo escritor de novelas con cierto éxito, para luego pasar a ser actor.
Curiosamente, unos años antes de ser Señor Azul en la película Reservoir Dogs, escribió una autobiografía llamada “Little Boy Blue” (pequeño chico azul), por lo que parece que el color le estaba destinado de antemano.
4 – Harvey Keitel ayudó mucho a que se hiciera la película
Quentin Tarantino fue el director de Reservoir Dogs y el productor fue Lawrence Bender, el cual también sale en la película haciendo de un joven policía. Ambos estaban intentando por todos los medios sacar la película adelante, pero al ser su primera película no era nada fácil. Lawrence Bender también estaba dando clases de interpretación y su profesor era un tal Peter Floor. Bender le había hablado a su profesor sobre el proyecto de Reservoir Dogs.
En una ocasión Peter Floor le preguntó a su alumno Bender y al propio Tarantino a quién les gustaría tener en su película. Ambos coincidieron en que sería genial tener al actor Harvey Keitel. Resulta que la mujer de Floor también era profesora de interpretación y conocía a Harvey Keitel. Le enviaron una copia del guión de Tarantino y Keitel quedó impresionado. Keitel se apuntó al proyecto como actor y productor, llamando a sus amigos Michael Madsen y Chris Penn para que también actuaran en la película.
Gracias a Harvey Keitel y sus influencias la película pudo salir adelante y empezar a rodarse. Se puede decir que Tarantino le debe mucho a Harvey Keitel.
5 – Los problemas de Tarantino y Lawrence Tierney
Lawrence Tierney fue un actor muy polémico en todos los sentidos. Solía hacer papeles de gangster y tipo duro, pero es que en realidad era así. Siempre estuvo metido en broncas y peleas, incluso siendo apuñalado en un bar durante una trifulca. También pasó tiempo en prisión por golpear a dos policías en una discusión. Era alcohólico y muchos de sus problemas venían por eso y por su fuerte carácter.
Tarantino le contrató para hacer un breve papel en Reservoir Dogs. La primera semana ya tuvieron una fuerte discusión, la cual acabó con el despido de Lawrence Tierney. Algunos miembros del reparto recordaban las borracheras que se cogía Tierney durante el tiempo que estuvo. Aparte de beber mucho, era bastante agresivo estando ebrio. Aun así, le dio tiempo a grabar las escenas iniciales que salen en el film.
El actor Eddie Bunker (Señor Azul) que hemos mencionado antes, conocía a Lawrence Tierney hacía años. Por lo visto había incluso trabajado juntos en una película, pero la cosa no salió bien. Según Bunker acabaron a puñetazos en un aparcamiento de Los Ángeles en los años cincuenta. Tierney dijo que no recordaba nada de eso.
6 – El calor era insoportable
Reservoir Dogs se rodó en Julio y Agosto en Los Ángeles y el calor que hacía era increíble. En el mortuorio donde se rodaron muchas de las escenas no había aire acondicionado, y todo estaba lleno de focos. Aparte de eso, todos iban con sus trajes negros que no eran precisamente frescos. Según dijeron todos los actores el calor que pasaron fue extremo y no lo pasaron nada bien.
En una de las escenas de la película Tim Roth está tumbando en el suelo herido. Está sobre un charco de sangre, la cual es obviamente sangre falsa. Según dio Roth, hacía tanto calor que la sangre falsa le pegó al suelo en una ocasión como si fuera pegamento.
7 – La escena de la oreja cortada
Una de las escenas más recordadas de la Reservoir Dogs es la tortura del policía cautivo por el actor Michael Madsen. No fue una escena fácil de rodar para ninguno porque se buscaba ser lo más impactante posible. En algunos momentos el actor Kirk Baltz (el policía torturado) improvisó mucho de los diálogos. Cuando chilla que tiene un hijo pequeño en casa, Madsen quedó afectado y tuvo que tomarse un descanso.
Michael Madsen tenía en ese momento un hijo de poco más de un año, y le afectó las súplicas improvisadas de Kirk Baltz. Sin embargo, a la hora de hacer las escenas de tortura también supo improvisar y ser creativo. La escena de la oreja cortada fue cosa suya y Tarantino quedó encantado del resultado. Como todo el mundo sabe, la escena se quedó en la película.
Esta escena de la oreja cortada provocó un gran revuelo en el momento. Se habló mucho de lo fuerte que era y de hecho hubo una anécdota sobre ello. Según cuenta el director Wes Craven, durante el estreno salió de la sala de proyección en esa escena. Aunque era un director consagrado del terror, no le gustaban las escenas de tortura. En los pasillos del cine se encontró con Tarantino, el cual le preguntó si había salido por lo impactante de la escena. Craven no conocía a Tarantino en ese momento, y le contestó que si.
Tarantino siempre se jactó que consiguió asustar a Wes Craven con Reservoir Dogs. Craven por su parte dijo que simplemente no le gustaba ver como alguien era torturado.