Indicios señalan que pudo suicidarse por temor a las represalias
Nerón fue el último de los emperadores romanos con el linaje de Cesar en sus venas. Subió al trono tras la muerte de su tío, el emperador Claudio, del cual se dice que pudo ser envenenado por su esposa, la madre de Nerón, aunque no existen registros históricos que fundamenten dichas especulaciones.
Mucho se ha especulado de sus andanzas, principalmente un incendió que ocurrió en Roma, en el año 64 de nuestra era
Lo cierto es, según los diversos registros históricos, que Nerón no envolvió Roma en llamas mientras tocaba su arpa en las colinas cercanas, imagen que mucha literatura pretende pasar por verídica. Todo vino de un historiador, en concreto de Suetonio, el cual debió al gran odio que profesaba por Nerón tratase de inculcar en su figura a un ser demente y malvado.
Lo cierto es que la vida de Nerón como emperador está llena de luces y sombras
Suyo fue el impulso hacia la creación de teatros, disciplinas deportivas, expandió la cultura, mejoró las relaciones comerciales y por supuesto la música, de la que eran gran aficionado y compositor.
Las relaciones políticas fueron también beneficiosas, repeliendo a las invasiones britanas.
Desde luego esto queda ensombrecido por la variedad de ejecuciones que llevó a cabo, llegando a ajusticiar a su propia madre, no se sabe si por consejo de su esposa en aquel momento, Pompea Sabina, o por celos ya que existían rumores de que mantenía relaciones con su propia madre.
El famoso incendio pudo ser un hecho fortuito
Y es que en el año 64 el emperador ni siquiera estaba en Roma. Al enterarse, acudió rápidamente dejando incluso parte de sus tesoros y viviendas para ayudar en la extinción del incendio. Incluso puso a disposición un fondo para que las personas afectadas pudiesen alimentarse.
Para callar a las voces que lo ponían a él como causante, acusó a los cristianos, ganándose así el favor de los ciudadanos romanos, no tanto el de los senadores y el ejército pues recordemos que el cristianismo era la religión emergente y por tanto, era de interés para todos ellos no ajusticiar a sus creyentes.
¿De dónde surgió el rumor o leyenda? De varios historiadores, principalmente de Tácito, Dion Casio y Suetonio, los cuales no eran admiradores del emperador precisamente.
Tras la matanza de cristianos, Nerón fue declarado enemigo público
Este hecho pudo alimentar la leyenda de que el fuego fue provocado por él y que le intentasen ajusticiar por ello. Poco tardaron en dar un golpe de Estado y destronar a Nerón, declarándole enemigo de Roma.
Huyo pues Nerón pero al verse rodeado de soldados, sin escapatoria posible, ordenó a su secretario Epafrodito que le apuñalase para evitar que le atrapasen, ya que en aquellos tiempos los castigos más usuales eran la crucifixión, mucho más dolorosa que un simple apuñalamiento.
No le tocaría mejor suerte a este ya que fue ejecutado al poco tiempo, por no impedir que Nerón se suicidase.