martes, noviembre 5, 2024
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Moondyne Joe | El Maestro de las Fugas Carcelarias

¿Sabes quién fue Moondyne Joe? Su nombre real fue Joseph Bolitho Johns y se hizo famoso por haberse escapado un montón de veces de varias prisiones australianas. Te contamos la historia de este peculiar escapista.

Cuando pensamos en fugas de prisión y presos que consiguieron ser muy buenos escapándose, nos suele venir a la mente Frank Morris. Fue el preso que se escapó de Alcatraz y que ya había demostrado ser un consumado escapista de prisiones en Estados Unidos. Incluso se hizo una película llamada “Fuga de Alcatraz” con el gran Clint Eastwood haciendo el papel de Morris.

Aunque no sea tan conocido en el resto del mundo, el nombre de Moondyne Joe es muy conocido en Australia. Fue tal el número de prisiones de las que se escapó, que tuvieron que construirle una celda especial solo para que no pudiera escaparse. Ni siquiera así lo consiguieron retener ya que también es escapó de esta celda “inexpugnable”.

¿Pero quién fue Joseph Bolitho Johns alias “Moondyne Joe”? Te contamos algunas cosas interesantes de esta persona que no podía ser retenida en ninguna cárcel.

1 – Los orígenes de Moondyne Joe

Joseph Bolitho Johns nació en 1826 en Inglaterra en una familia muy humilde. Siendo aun un niño se tuvo que ir a Gales al morir su padre. Trabajó de minero desde una edad muy temprana, pero siempre en un ambiente muy pobre y marginal.

Siendo un joven, Moondyne Joe fue detenido junto por robar comida en un comercio local. Aunque el robo fue menor, fue sentenciado a diez años de cárcel. No solo eso, sino que tendría que combinar la prisión con trabajos forzados. Durante su condena fue llevada de Inglaterra a Australia para realizar los trabajos forzados en este lejano país.

En Australia no le fue mal y salió de prisión dos años después de llegar por su buena conducta. Finalmente el haber salido de Inglaterra le benefició y le permitió salir de prisión mucho antes de los establecido. En 1853 volvía a ser un hombre libre.

Al estar en libertad descartó volver a Inglaterra, ya que ahí no le esperaba nada bueno. Decidió moverse a Moondyne, que es una zona remota de Australia donde convivían colonos y aborígenes. Era como empezar una nueva vida en este salvaje país, y se dedicó a capturar animales que se habían escapado de las granjas locales. Principalmente eran caballos y vacas, las cuales devolvía a los dueños y recibía una recompensa.

2 – El primer problema con la justicia en Australia

El trabajo que hacia Joseph Bolitho Johns no le iba mal, pero al final fue lo que le metió en problemas. Un día estaba cabalgando por un páramo y se encontró un caballo que no tenía la marca de ningún granjero. Pensó que era salvaje por lo que lo cogió para quedárselo. Se lo llevó a casa y lo  marcó con sus iniciales para que se supiera que tenía dueño.

El problema fue que el caballo pertenecía a alguien, pero no lo habían marcado aun. Al ponerle Moondyne Joe su propia marca con los hierros, había cometido un delito de robo de caballos. Fue detenido por las autoridades y acusado de ladrón, lo cual estaba muy castigado en esa región.

El estar de nuevo entre rejas fue un duro golpe para Moondyne Joe, el cual no confiaba tener un juicio justo. Lo que hizo fue escaparse de prisión y robar de nuevo el caballo que había capturado. Los guardias le persiguieron y empezó una caza para capturar al fugitivo. En solo un día fue acorralado y capturado de nuevo.

Cuando Moondyne Joe se vio rodeado de los guardias que le perseguían, pensó que si mataba al caballo y le quitaba la marca que había puesto, ya no se consideraría un robo de caballos. La cruel jugada le sirvió ya que al final le condenaron a solo tres años de cárcel, lo cual hubiera sido más tiempo si la marca del caballo hubiera sido encontrada.

3 – Su siguiente entrada en la cárcel

Moondyne Joe cumplió los tres años de prisión y al salir tuvo una nueva oportunidad de redimirse. Sin embargo, al año le volvieron a detener cuando estaba trabajando en una granja. El motivo fue que un buey fue encontrado muerto y le acusaron de haberlo matado. Él dijo que era  inocente, pero fue llevado a juicio y condenado a 10 años de cárcel.

Esta vez decidió que no cumpliría ni un solo año en prisión y decidió escaparse cuanto antes. A las pocas semanas consiguió escaparse de la cárcel a donde le habían mandado. Estuvo fugado durante un mes y se dedicó a pequeños robos para poder sobrevivir. Fue durante este tipo donde le empezaron a llamar Moondyne Joe.

Finalmente fue capturado de nuevo y le fue añadido otro año de prisión a la condena que ya tenía. Esta vez la cumpliría con cadenas, que era un castigo común para los presos más rebeldes. Curiosamente, estando en prisión y encadenado tuvo un buen comportamiento y le fueron reducidos cuatro años de condena.

Aun con esta reducción de condena, decidió intentar una nueva fuga. Fue capturado intentando fugarse y le añadieron otros seis meses de prisión con cadenas.

No desistió de sus intentos y a los pocos meses consiguió escaparse con otros tres presos. Para no ser capturado de nuevo decidió ir al sur de Australia, lo cual era un área poco poblada y bastante salvaje. Era prácticamente como ir a otro mundo aparte, aun estando el mismo continente.

Para el viaje necesitaba dinero, y fue cuando cometió la mayor parte de sus delitos más graves. No llegó a emprender el viaje al sur ya que fue de nuevo capturado. Esta vez las autoridades no se lo querían dejar tan fácil.

4 – La celda especial de Moondyne Joe

La fuga y los delitos cometidos durante su escapada le iba a suponer un montó de años a Joe, pero esta vez se quería asegurar que no se fugara. Los jueces mandaron construir una celda especialmente diseñada para Moondyne Joe.

La celda consistía en cuatro paredes que era de piedra recubierta de gruesos maderos. Se usaron más de mil clavos grandes para asegurar hasta el último madero que iba sobre la roca. La celda quedó tan cerrada que era  impermeable al agua y donde apenas entraba la luz de sol.

Moondyne Joe fue encerrado en su nueva celda y como castigo por sus fugas solo se le daba pan y agua para comer. Tampoco se le permitía salir de la celda para tomar el aire, aunque algunos veces los guardias se apiadaban de el y le dejaba salir para estirar las piernas. Como era de esperar, cayó enfermo y estuvo a punto de morir.

Aunque le estaban aplicando un castigo ejemplar, tampoco querían que se muriera en la celda. Cuando se recuperó se decidió que tuviera más tiempo fuera de la celda y una mejor alimentación. Sin embargo, cuando salía de la celda era para trabajar en el patio de la prisión picando pierda y otras tareas parecidas.

En todo momento Moondyne Joe estaba vigilado por guardias para que no consiguiera escapar de nuevo. El gobernador estaba tan seguro de que esta vez no se escaparía, que le dijo a Joseph Bolitho Johns que si conseguía escaparse de esa prisión, le concedería la libertad.

Quizá el gobernador no tenía que haber dicho nada, porque le dio a Moondyne Joe un aliciente para intentar de nuevo la fuga.

5 – La última fuga de Joseph Bolitho Johns

¿Cómo escaparse de una celda de roca sólida recubierta de tablones de madera? Claramente no había manera de escapar de la celda, por lo que tenía que hacerlo en sus ratos al aire libre. Estaba vigilado en todo momento, pero con el tiempo los guardias fueron confiándose. Lo que hizo Moondyne Joe fue picar piedra y crear montículos a su alrededor con los restos de gravilla.

Los guardias no notaban como los montículos iban creciendo y ocultando a Moondyne Joe mientras desmenuzaba las rocas en el patio de la prisión. En los momentos donde los guardias estaban distraídos, se colocaba en una parte de poca visibilidad y golpeaba con su pico el muro exterior de la prisión.

Básicamente fue haciendo un agujero en una parte del muro donde había mucha maleza. De esta manera no se notaban los daños. Esta operación la repitió durante tres meses, hasta que en marzo de 1867 salió al patio como otros días para picar piedra. Esta vez acabó de hacer el agujero en el muro y aprovechando una distracción de los guardias consiguió huir.

Joseph Bolitho Johns huyó por cuarta vez de una prisión, y esta vez con unas medidas de seguridad extremas. Obviamente los guardias no habían hecho bien su trabajo de vigilancia, pero aun así tuvo un gran mérito el poder escaparse en esas condiciones.

6 – La última condena de Moondyne Joe

Esta vez los guardias tuvieron más problemas en encontrar a Moondyne Joe. No hace falta decir que el gobernador no le concedió la libertad que le había prometido. Estuvo dos años huido y parecía que ya no lo podrían encontrar. Sin embargo, siguió cometiendo robos en varias partes del país, hasta que finalmente cometió una terrible equivocación.

Decidió meterse en una bodega para robar unas cuantas botellas de vino y lo que pudiera encontrar. El problema es que el dueño de la bodega había invitado a un grupo de policías para tomar algo de vino y comer algo. El dueño encontró a Moondyne Joe robando en su bodega y alertó a sus invitados policías. Aunque intentó huir, fue detenido después de estar dos años fugado.

Le volvieron a meter a prisión y esta vez le añadieron otros cinco años de condena a los que ya tenía. Parecía que esta vez iba a estar bastante tiempo encerrado porque los carceleros no volverían a cometer los mismos errores.

Curiosamente la historia terminó bien para Moondyne Joe. Estando ya en prisión y cumpliendo la larga condena que le quedaba, un auditor de prisiones se enteró de las “hazañas” de Joseph Bolitho Johns. También se enteró del juramento que había hecho el gobernador y que no cumplió.

El auditor se interesó tanto por el caso de Moondyne Joe que se desplazó a la prisión para conocerle. Finalmente en 1871 consiguió que se cumpliera la promesa del gobernador y fuera liberado.

Joseph Bolitho Johns no volvió a la cárcel y vivió en libertad hasta el día de su muerte con 72 años. Se hizo carpintero y consiguió ganarse la vida honradamente e incluso se casó con una joven en la localidad donde vivía. Su fama de escapista de cárceles le hizo bastante popular, y esto se ha mantenido hasta hoy en día.

Murió en un asilo con demencia senil, aunque con una edad que en esos tiempos era mucho más de lo que solían vivir los hombres de la época.

Hay una fiesta en su honor llamado el festival de Moondyne, el cual se celebra todos los años en la ciudad de Toodyay. Se hacen actuaciones donde se dramatizan partes de su vida y algunas de sus fugas de prisión. Son como obras de teatro recordando a este personaje y donde también hay bailes, comida, bebida y otras atracciones para pasarlo bien.

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