Los vueltos espaciales implican un riesgo importante y a pesar de la visión romántica que solemos tener de ello, hay que tener una valentía que roza la locura. Hemos podido comprobar algunos de los accidentes que han ocurrido en la carrera espacial, donde posiblemente el más recordado es la explosión del transbordador espacial Challenger, donde murieron los siete tripulantes. También recordaremos gracias a la película de Toma Hanks, lo que pasó con el Apollo 13. En esta ocasión tuvo un final feliz. Sin embargo, hay muchas otras tragedias entre los astronautas que son menos conocidas. Veremos algunas de ellas que seguro que te harán pensar de otra manera sobre ser astronauta. Estos son algunos riesgos de ser astronauta.
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En 1965 la nave rusa Voskhod 2 comenzó su órbita a la Tierra para realizar el primer paseo espacial de la historia. Los cosmonautas Alexei Leonov y Pavel Belyayev fueron los que se embarcaron en esta histórica pero arriesgada misión espacial. El problema era que había una feroz competencia con Estados Unidos por lograr más avances en el espacio. Esto hizo que no se preparara la nave Voskhod de la manera adecuada. Desde el principio hubo muchos fallos y averías en la nave, aunque lo peor no fue la nave, sino el traje espacial de Leonov. Poco después de haber salido de la nave, el astronauta supo que algo no estaba bien.
Casi al momento de salir al vació del espacio, el traje presurizado de Alexei Leonov comenzó a hincharse. Al estar el traje tan inflado, su cuerpo no tenía contacto con la parte interna. Sus manos simplemente se salieron de los guantes como si estuvieran dentro de un gran globo. Si traje se había hecho tan grande que ya no cabía en la puerta de entrada a la nave. Esto le dejaba atrapado fuera en el espacio sin poder volver.
La desesperación de Leonov hizo que decidiera liberar oxígeno para desinflar el traje, lo cual le dejó al borde de la asfixia. Finalmente pudo entrar por la trampilla de la nave a duras penas. Consiguió sobrevivir, y los fallos que hubo en el traje ayudaron a perfeccionarlos para los siguientes astronautas.
La peligrosa cámara de aislamiento
Una de las pruebas por las que tiene que pasar un astronauta es la privación sensorial en una cámara especial. Esto se hace para emular el intenso asilamiento que se vive en el espacio. Para ello se mete al astronauta en la cámara de aislamiento durante varios días. Es una experiencia desagradable pero no es realmente peligrosa. Sin embargo, a principios de los años sesenta hubo un terrible accidente en el entrenamiento del cosmonauta Valentin Bondarenko. Llevaba diez días en lo que llamaban ‘Cámara de Silencio’.
Esta cámara era una habitación muy pequeña que se llenaba de oxígeno para imitar las condiciones de una nave espacial. Para que el cosmonauta saliera, había que hacer una descompresión. Para hacer un seguimiento continuo de sus constantes, tenía varios sensores pegados a su cuerpo. Para quitarlos antes de salir Bondarenko tenía un paño empapado con alcohol. En la habitación había un hornillo con lo que el cosmonauta calentaba la comida. El paño desgraciadamente toco el hornillo y se prendió. Al oxigeno que había en la habitación estalló en llamas quemando ocasionando graves heridas al cosmonauta. Murió ocho horas después.
Dos rayos casi causan un desastre en el Apollo 12
En noviembre del año 1969 el Apollo 12 se suponía que tenía que despegar esa misma mañana. El tiempo no era muy bueno, pero aun así se dio el visto bueno para seguir adelante. Solo unos segundos después de que el cohete empezara a despegar, empezaron los problemas. Un rayo cayó a la nave que ascendía dejando inservibles la mayoría de los aparatos electrónicos. Los astronautas estaban empezando a arreglar las averías cuando un segundo rayo volvió a dar en el Apollo 12. Los astronautas de repente se vieron a varios kilómetros por encima de la Tierra en una nave que no funcionaba.
Pidieron ayuda a la base y por suerte un ingeniero les aconsejó hacer unos cambios que devolvieron la energía a la nave. El joven ingeniero fue John Aaron, el cual también contribuyó a rescatar el Apollo 13. Finalmente fue el responsable absoluto de la Estación Espacial Internacional.
Una prueba bastante arriesgada
En los años sesenta los Estados Unidos hacían muchas pruebas para probar diferentes tecnologías. La carrera espacial contra Rusia estaba en marcha y había que estar por delante. Una de las pruebas era para probar los trajes espaciales para comprobar sus características. Para ello dos astronautas tenían que ponerse los prototipos y subir en globo hasta más allá de la atmósfera.
En una de estas pruebas los pilotos Malcolm Ross y Victor Prather fueron los elegidos para subir en el globo y probar unos trajes nuevos. Todo fue bastante bien hasta el regreso a Tierra. Lograron llegar a las aguas del Golfo de Méjico y esperaron a que viniera un helicóptero a buscarlos. Cuando el helicóptero llegó, les lanzó unos cables para subirlos al aparato. Victor Prather resbaló y cayó al agua con el traje todavía puesto. El traje se empezó a llenar de agua y se hundió sin que nadie pudiera hacer nada. Se ahogó antes de que los buceadores pudieran rescatarlo.
Una colaboración que creo una cámara de gas
En 1975 la nave americana Apollo y la rusa Soyuz hicieron una colaboración amistosa. Cada una de las naves acogió a tripulantes de la otra y compartieron conocimientos sobre el funcionamiento de sus respectivas naves. Todo fue bien hasta que el Apollo regresó a la Tierra. Hubo una complicación con los sistemas de ventilación y el módulo de los tripulantes se empezó a llenar de nitrógeno tetróxido. No podían hacer nada hasta haber aterrizado por lo que siguieron con su trabajo todo lo bien que pudieron. No podía pasar de toser y el aire se volvió irrespirable. Para empeorar las cosas cayeron boca abajo y las entradas de aire quedaron bloqueadas bajo el agua.
Estaban al borde del desmayo, lo que seguiría con la muerte de los tripulantes al poco tiempo. El astronauta Tom Stafford estaba a punto de perder la consciencia, pero pudo poner mascarilla de oxígeno a sus compañeros y una para el. Llegó el equipo de rescate y abrieron las compuertas, lo cual hizo que el nitrógeno saliera. La tripulación fue llevada al hospital y se recuperaron después de dos semanas.
El horrible destino de Vladimir Komarov
Poca gente se acuerda del cosmonauta Vladimir Komarov, pero fue uno de los pioneros en estar en el espacio. La Unión Soviética tenía una importante misión donde dos naves iban a ser mandadas al espacio a la vez. Las naves se había construido con prisas y todo el mundo sabía que era arriesgado, pero la carrera espacial contra Estados Unidos era lo más importante. Komarov fue elegido para pilotar la primera nave. Sabía que si se negaba, su amigo y también cosmonauta Yuri Gagarin seria enviado a la misión. Aceptó hacerlo sabiendo que había mucho riesgo.
En 1967 se puso al mando del Soyuz 1 y consiguió llegar al espacio, aunque todo empezó a fallar a poco tiempo. Aunque se sabía que muchas cosas no funcionarían como se esperaba, casi todo fue mal. El vuelo fue cancelado y mandaron a Komarov volver a Tierra de inmediato. A la entrada a la Tierra, el paracaídas del Soyuz 1 no se abrió. La nave se incendió según entraba en la atmósfera. Algunas estaciones de comunicaciones americanas pudieron captar las últimas palabras de Komarov, maldiciendo a los ingenieros que habían diseñado la nave. El cosmonauta murió a en el impacto contra el suelo.