Cuando la gente vive en sitios muy remotos, se dice que viven en medio de ningún sitio. Lo cierto es que no es una exageración. Estos lugares tan lejanos pueden estar miles de kilómetros de la costa más cercana o a miles de metros por encima del nivel del mar. Veremos algunas de estas poblaciones que seguro que verás ni siquiera por casualidad, a no ser que vayas a propósito. Cuando hayas visto estos pueblos, pregúntate si podrías vivir en un sitio así durante todo un año. Lo cierto es que yo posiblemente no aguantaría ni un mes. Empezaremos por uno de los pueblos más aislados del planeta.
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Edimburgo de los Siete Mares en Tristan Da Cunha
Podemos encontrar este pueblo a 2000 kilómetros del sitio poblado más cercano. Es un pueblo en la isla de Tristan Da Cunha, la cual se encuentra al sur del océano Atlántico. El nombre del pueblo se puso en honor al duque de Edimburgo que visitó la isla hace un par de siglos. Hoy se suele llamar al pueblo simplemente el “asentamiento”. Tiene una población de 300 residentes aunque esta cifra varía todos los años. La manera más rápida para llegar es cogiendo un barco desde Sudáfrica, aunque el viaje dura seis días, por lo que no aconsejable para los que se mareen en el mar.
Sudáfrica es de hecho el sitio poblado más cercano a la isla. Una vez que hemos llegado, veremos que es un sitio espectacular con una vida salvaje vibrante. También hay un volcán que está activo en medio del islote. De hecho, a principios de los sesenta la población tuvo que ser evacuada cuando este volcán entró en erupción. Por suerte, los daños fueron muy pocos y todo el mundo pudo regresar unos años más tarde. La gran mayoría fueron a Inglaterra, y casi todos volvieron a sus hogares.
Villa las Estrellas en la Antártica
La Antártica es un contienen muy grande, y solo tiene dos asentamientos habitados en todo su territorio. Uno de ellos es Villa las Estrellas, el cual es sin duda un lugar remoto y extremadamente aislado. Suele tener una población de cien residentes, aunque este número baja en el duro invierno. Eso no significa que no tenga casi de todo. Tiene un gimnasio, una oficina de correos, una iglesia, un colegio y una tienda para los turistas. Tiene incluso acceso a Internet, pero está restringido solo para el colegio, el cual tiene tres ordenadores.
La Rinconada en Perú
Está a 5181 metros sobre el nivel del mar en los Andes de Perú, y es el asentamiento localizado a la mayor altura del mundo. A pesar de que no hay agua corriente y el oxígeno es más escaso que en otros sitios, tiene una considerable población que llega a los 50 mil habitantes. ¿Cómo es posible que alguien quiera vivir en estas condiciones? Lo cierto es que no lo hacen por las vistas, sino por las minas de oro que hay debajo del glaciar justo encima del pueblo.
Coober Pedy en Australia
Hace unos cien años un joven revolucionó la industria minera de ópalo en Australia cuando descubrió una piedra preciosa al sur del interior del país. Los desiertos y zonas deshabitadas en Australia son gigantescos, pero eso no motivo para que la gente vaya a buscar fortuna. El desierto donde encontraron la piedra es de los más duros que hay en este continente, y por ello era complicado construir un pueblo minero. Se decidió al final construir el asentamiento minero bajo el suelo.
Hoy en día siguen viviendo en este pueblo subterráneo unas dos mil personas, las cuales disfrutan de bares, galerías de arte e incluso tres iglesias subterráneas. Es sobre todo un sitio turístico donde mucha gente llega para contemplar como es una población que vive bajo el suelo para protegerse del ardiente sol del desierto.
Longyearbyen en Noruega
El pueblo escandinavo de Longyearbyen está tan al norte, que está más cerca del Polo Norte que de la capital de Noruega. No hace falta decir que el frío en este pueblo es extremo, y en los inviernos no llega ni la luz del sol. Las casas se tienen que construir sobre pilares para mantener la estabilidad en caso de deshielo. A pesar de las condiciones tan duras, este pueblo atrae personas de todo el mundo. Hay unos tres mil habitantes fijos y una tercera parte son extranjeros.
Vivir en Longyearbyen tiene sus condiciones, y de hecho tiene un índice de criminalidad casi nulo por estas normas. Por ejemplo, es ilegal vivir en el pueblo si no se tiene trabajo o una dirección permanente. Curiosamente, también está prohibido morirse ahí, porque hace demasiado frío para que los cuerpos se descompongan. Aunque apenas hay delitos, la tasa de venta de armas es bastante alta. Esto es principalmente como defensa de ataques de oso polar. De hecho, la misma policía aconseja que si se sale del pueblo, se debe llevar un arma y saber como usarla.
Palmerston en las islas Cook
La lejana isla de Palmerston en el océano pacífico, fue poblado hace casi 200 años y hoy sigue siendo habitada por los descendientes de los primeros colonos que llegaron. Esta isla está formada por islotes de arena conectados por un arrecife circular. El arrecife está tan cerca de la superficie, que es peligroso para que hidroaviones aterricen. Para ponerlo más complicado, el océano en la parte exterior del arrecife es muy movido, por lo que solo se puede llegar por barco. Un barco pasa dos veces al año para dejar suministros, por lo que nos podemos dar cuenta del grado de aislamiento que tiene esta población.
Whittier en Alaska
Solo hay una carretera para llegar y salir de este pueblo al sur de Alaska, y pasar por un túnel de 5 kilómetros de largo y de una sola vía. El túnel se cierra por la noche. La población crece en verano, pero en invierno baja a menos de 200 habitantes. La mayoría de los vecinos viven todos juntos en un edificio de 14 plantas, En este mismo edificio también tenemos la oficina de correos, la iglesia y una tienda de alimentación.
Ahora que conoces todos estos pueblos, te hacemos la misma pregunta que al principio ¿Vivirías en alguno de estos sitios? ¿Por cuánto tiempo lo harías? Lo cierto es que no es para todo el mundo, a no ser que busques mucha tranquilidad (y no te aburras fácilmente).