Un estudio ha descubierto que prefieren unos a otros a la hora de esconderse
Las chinches son un tipo de parasito que se alimenta de la sangre de animales o personas, y actualmente se encuentran de forma habitual en muchos hogares, provocando su picadura enrojecimiento de la piel, hinchazón y picores, además de algunos casos reacciones alérgicas.
El experimento, que fue publicado en la Revista de Entomología Medica, descubre que las chinches prefieren los colores negros y rojos, y por el contrario, evitan los colores verdes y amarillos cuando eligen su guarida.
Al principio se pensaba que asociaban los colores con su alimento
Según los autores del estudio, ya especulaban con la posibilidad de que estos insectos tuviesen preferencia por el color rojo, ya que es igual al color de la sangre de la que se alimentan, y por tanto, podrían sentirse atraídos pensando que era una fuente de comida.
Sus gustos, como las personas, son muy variables
Sin embargo, en la investigación crearon varias especies de tiendas de campaña para insectos, las cuales variaban en colores. Los insectos determinaban su color ideal basados en multitud de factores.
Por ejemplo, según iban envejeciendo, cambiaba el gusto por uno u otro color, e incluso se han visto diferencias entre machos y hembras a la hora de elegir uno u otro. La saciedad o el hambre, son también factores influyentes en la decisión.
Asimismo, se ha observado cierta preferencia en chinches solitarias o cuando están en grupos mayores, cambiando totalmente de colores.
Aun así, los colores rojos y negros permanecen consistentes como favoritos, y las tonalidades verdes y amarillas son evitadas
Los autores del estudio avisan de que no se apresuren a cambiar las sabanas y objetos de la habitación por el verde y el amarillo, ya que es necesaria más investigación para poder comprender el comportamiento de dichos insectos.
Lo que sí es cierto es que dicha elección viene condicionada como medio de camuflaje, para evitar ser detectados por los huéspedes.
Las chinches no se encuentran solamente debajo de las sabanas
Y es que según diversas encuestas realizadas por la Universidad de Kentucky y la Asociación Nacional de Control de Plagas de EE.UU, las chinches pueden aparecer incluso en el transporte público o centros de cuidados para ancianos.
Entre los lugares más visitados por las chinches se encuentran los apartamentos (95%), casas unifamiliares (93%) y hoteles (75%), según reportes de varios profesionales dedicados al control de plagas.
La utilización de los colores como técnica de control de plagas está aún en pañales
Este descubrimiento podría ser eficaz para controlar las plagas de chinches, fabricando trampas diseñadas con un color específico que este tipo de insectos prefiera, junto con otros métodos de control, como feromonas o dióxido de carbono, para que un número mayor de insectos sean atraídos.
Las chinches en sí mismas no son un riesgo para la salud pública, pero sus mordeduras podrán ser un problema en personas mayores, niños o enfermos, por lo que se debe hacer especial hincapié en proteger las zonas frecuentadas por estos colectivos.