Una de las películas más conocidas del actor y director Robert Redford fue “Las aventuras de Jeremiah Johnson”. Cuenta la historia de un hombre de ciudad que decide abandonar la civilización y vivir en las montañas y de lo que la naturaleza le provea. Tiene que aprender a sobrevivir en las duras montañas rocosas, donde el clima y los indios no se lo ponen fácil.
En el film su familia es asesinada por la tribu india de los Crow, y Jeremiah Johnson decide vengarse cazando y matando a los asesinos. Como en muchas películas de cine, suele haber una historia real detrás. En el caso de la película de Robert Redford si existe un verdadero Jeremiah Johnson, aunque su caso es bastante más siniestro y menos romántico como lo muestran en el film de aventuras.
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¿Quién era el verdadero Jeremiah Johnson?
Para empezar, el personaje original de la película solo coincidía en el apellido Johnson. De hecho, todo el mundo le conoce como “come-hígados Johnson”. Este apodo lo consiguió por algo, pero eso lo contaremos más adelante. Johnson nació en 1824 en Nueva Jersey, pero en cuanto comenzó la guerra de Estados Unidos y México decidió alistarse en la marina.
Su carrera como marinero en esta guerra duró poco. Al poco tiempo de estar en activo golpeó a un oficial y eso en tiempos de guerra era muy grave. Huyó del ejército convirtiéndose en un desertor, y para despistar a las autoridades se cambió el nombre a John Johnson. En lugar de volver a casa, se alejó de sus raíces dirigiéndose al oeste para así pasar más desapercibido.
Una vez en el duro oeste, le fue bastante bien. Según los documentos que se tienen, Johnson era una bestia de casi dos metros con más de cien kilos de peso. No estaba gordo sino que era todo músculo. Su fortaleza física le ayudó a trabajar como talador para suministrar de madera a los astilleros. Los barcos de vapor se hacían de madera y se construían muchos en aquellos tiempos.
La vida en la montaña de Johnson
John Johnson ahora vivía en el salvaje oeste de forma totalmente anónima. Si el ejército le capturaba le ejecutaría de inmediato por desertor, por lo que no tenía ningún plan de volver al este. Se podía decir que estaba feliz con su nueva situación donde tenía trabajo y un sitio donde vivir.
Se había establecido en Montana en el territorio de Alder Gulch. Era una zona con grandes montañas y bosques, y bastante aislado de la civilización y las grandes ciudades. En esta zona había varias tribus diferentes de indios americanos, y una de ellas era la tribu de los cabezas planas (Flathead).
Johnson conoció a una india de la tribu de los Flathead y al final se casó con ella. Se fueron a vivir juntos a una cabaña de troncos que el propio Johnson construyó con sus manos. Pronto su mujer india se quedó embarazada, lo cual fue una gran alegría para esta nueva familia. Por fin la vida le sonreía a John Johnson. Sin embargo, todo iba a cambiar.
Una tragedia inesperada
De la misma manera que se cuenta en la película de Robert Redford, un grupo de indios Crow atacó la cabaña de Johnson. En la casa estaba su mujer embarazada, pero Johnson estaba fuera trabajando. Los indios mataron a la mujer y quemaron la casa. Cuando volvió a casa no daba crédito a lo que había ocurrido. La única familia que había tenido había sido asesinada y le había dejado de nuevo sin nada.
Por lo que se sabe, Johnson dedicó todo su tiempo a vengarse. El sistema que utilizó fue rastrear y matar a cualquier Crow que pudiera encontrar. Daba igual que fueran los que había matado a su mujer e hijo, la idea era matarlos a todos. Su apodo de “come-hígados” le llegó de este modo. No solo cazaba y mataba Crow, sino que luego les sacaba el hígado y se los comía.
El motivo por el que les comía el hígado tenía un motivo especial. Los Crow le daban mucha importancia al hígado porque pensaban que era necesario para entrar en el más allá. Al extirparles el hígado y comérselos, no solo los mataba sino que les impedía pasar a la otra vida.
La cacería de Crow duró años, y se calcula que Johnson mató unos 300 indios Crow. Devoró el hígado de todos ellos, y se empezó a formar una leyenda en torno a este sanguinario cazador de indios. Al final se convirtió en un personaje muy temido por todas las tribus y no solo los Crow. Su solo nombre producía terror entre la población india.
El desenlace de la verdadera historia de Jeremiah Johnson
Hay muchas versiones de cómo acabó Johnson. Una de las historias cuenta que come-hígados Johnson estaba cazando Crows cuando se encontró con un gran grupo de indios Blackfoot. Consiguieron reducirlo, atarlo y lo metieron en un tipi (tienda india) con una vigilancia. La idea que tenían los Blackfoot era entregarlo a los Crow a cambio de pieles y caballos.
Johnson consiguió escaparse de la tienda india. Según dicen algunas historias, se desató y mató al guarda indio que le vigilaba. Le arrancó la cabellera y luego le cortó una pierna. Se escapó en las zonas boscosas de las montañas y sobrevivió comiendo la pierna que le había cortado al guardián. Está claro que Johnson ya se había ganado su fama de caníbal.
Se dice que en su huida se encontró con un trampero que le ayudó a escapar de los Blackfoot. Volvió a Montana y se empezó a plantear la vida que estaba llevando. Decidió renunciar a su venganza y consiguió hacer las paces con los Crow. Ya no mataría más indios y esto hizo que volvieran tiempos más tranquilos para Johnson.
John Johnson decidió unirse al ejército de la Unión en St. Louis en 1864, donde fue destinado en caballería. Dejó el ejército con honores y volvió a Montana para hacerse sheriff en la ciudad de Coulson. A los pocos años le nombraron Marshal de la ciudad de Red Lodge. Sus últimos años los pasó en un centro de veteranos en Santa Mónica, California y murió en Los Ángeles en el año 1900.