Su hogar ardió completamente llevándose a su compañero perruno Fifi
Russell, que así se llama el gato, fue encontrado entre los escombros de su casa, cuatro días después de que finalizase el incendio.
Las quemaduras estaban presentes en todo su cuerpo, sufriendo hasta de grado dos y tres que hacían temer por su vida.
Por si fuese poco, presentaba síntomas de haber contraído una lipidosis hepática felina que afectaba a su hígado, una complicación más a la que se sumaba la pérdida de sus orejas.
La familia ya le daba por muerto; fue llevado rápidamente a un centro de cuidado para animales
Tras varios días con sedación para controlar el dolor e ingerir alimentos mediante un tubo, Russell pudo ser intervenido quirúrgicamente y sus heridas fueron curadas, eso sí, siempre vigilado de cerca para que no se mordiese las vendas.
Para pagar la operación, hicieron falta generosas donaciones
Debido al alto coste de su intervención, los familiares se vieron obligados a pedir ayuda a la gente, que respondió de forma increíble, incluso llegando su historia hasta una cadena de televisión local.
La familia y el refugio se temían por lo peor, en cambio lo que sucedió fue casi un milagro; las donaciones llegaron de todo el mundo, en contrato, desde más de 40 países. Mucha gente incluso envió juguetes para que Russell pudiese entretenerse mientras pasaba por su rehabilitación.
En menos de dos semanas, Russell comenzó a comer de nuevo
Aunque todavía necesitaba utilizarse el tubo en ocasiones. Lo malo sin embargo fue el descubrimiento de una arritmia, que era una consecuencia del trauma sufrido debido al incendio.
Con el paso del tiempo, sus heridas comenzaron a curarse y la medicación para el dolor se fue eliminando.
El mayor logro sin dude es verle comer comida normal después de semejante suceso.
Tras año y medio de recuperación, se ha convertido en el compañero ideal del centro
Russell es el encargado de acompañar a los nuevos animales que llegan, dándoles mucho cariño sin importar especie ni género. ¿Se puede ser más adorable?
El perro de esta foto llegó a la consulta tras ser atropellado por un coche, y enseguida Russell se ofreció para compartir almohada; esto demuestra que lo que los perros y gatos se llevan mal es todo mentira.
Ahora se encuentra con su familia, solamente necesitando revisiones puntuales
Es todo un ejemplo de como una acción social puede tener un impacto en la sociedad, pues una simple publicación de ayuda en Facebook rápidamente se convirtió en viral, llegando a miles de personas que no dudaron en aportar su granito de arena.
Gracias a todo lo anterior, en Diciembre de 2015 de nuevo vino a visitarles su mascota favorita, pero esta vez no era nada grave, solo un chequeo de rutina.
Sin duda, lo más inspirador son las ganas de vivir de Russell, que parece haber olvidado ya el fatal accidente, comportándose como un gato normal, lleno de curiosidad.