Las leyendas urbanas son historias que la mayoría de las veces son inventadas por algún motivo. Algunas veces son simplemente para atraer la atención de la gente o asustar a los más ingenuos. Sin embargo, algunas veces resulta que las leyendas urbanas son tan reales como muchos hechos históricos que conocemos. Tal es el caso de la historia de un cadáver que estaba siendo exhibido en un parque de atracciones. La historia comenzó con una serie de los años setenta que fue muy popular llamada “El hombre de los seis millones de dólares”. En uno de los episodios de la serie una de las escenas se tenía que rodar en el “funhouse”, que es básicamente una especie de pasaje del terror con espejos, muñecos y más cosas.
Uno de los miembros del equipo de rodaje se encontró con lo que parecía un muñeco pintado de rojo fluorescente. Se tropezó con el “muñeco” y uno de sus brazos de cayó al suelo. Intentó arreglarlo usando pegamento pero se quedó aterrorizado cuando vio que del brazo salía un hueso. El supuesto muñeco resultó ser una momia real de un hombre llamado Elmer McCurdy.
La historia de Elmer McCurdy
Elmer McCurdy fue un bandido que realizaba robos de varios tipos a principio del siglo XX. Uno de sus robos más conocidos fue el de un tren en Oklahoma. Sin embargo, no tuvo mucha suerte con sus robos y los botines que conseguía nunca fueron muy grandes. Una de las peculiaridades que tuvo este personaje fue que siempre decía que nunca le cogerían vivo. En uno de sus robos parece que enfadó bastante a un sheriff local, por lo que tuvo que huir de la localidad a toda prisa. Finalmente le alcanzaron y cumplió con lo que había dicho. No lo cogieron vivo.
Después de haber sido abatido a tiros le llevaron a la funeraria del pueblo donde le habían atrapado. El encargado de la funeraria embalsamó el cuerpo de Elmer McCurdy y parece que hizo un buen trabajo. Nadie reclamó el cadáver del bandido por lo que el encargado de la funeraria decidió exhibirlo para mostrar lo bien que lo había embalsamado. En aquellos tiempos no estaba tan video mostrar cadáveres en público. Por lo tanto, lo puso en una sala y cobró un níkel al que quisiera ver el cuerpo.
Parece que el negocio le fue bastante bien hasta el año 1915. Sin embargo, a la funeraria entraron dos hombres diciendo que eran los hermanos de McCurdy. El de la funeraria les dio el cuerpo a regañadientes, pero en realidad le habían engañado ya que eran dos feriantes que querían usar la momia para un espectáculo que tenían en marcha. La momia de McCurdy viajó por todo Texas con este espectáculo. También apareció en algunas películas de bajo presupuesto de la época, acabando en un espectáculo de feria en la playa de Long Beach. Fue aquí donde el equipo de la serie de televisión lo descubrió.
Por fin pudo descansar en paz
Gracias al hallazgo de los miembros del equipo de “El hombre de los seis millones de dólares”, la aventura de McCurdy terminó. Fueron casi setenta años dando vueltas después de estar muerto, lo cual no pueden decir la mayoría. Fue llevado al lugar de su entierro en un carruaje tirado por dos caballos blancos. Su extraña vida acabó habiendo conseguido más fama estando muerto que vivo.