La edad media fue una época bastante dura en muchos sentidos. Las guerras eran bastante habituales para delimitar territorios. Por tanto, tener ejércitos poderosos era algo importante para conseguir expandirse o al menos defenderse. Los jenízaros fueron una de las fuerzas militares más poderosas en esta época, y estuvieron al servicio del Imperio Otomano. No había existido un ejército tan poderoso desde tiempos de la Antigua Roma. ¿Qué significaba ser un Jenizaro y qué hacían?
Los Jenizaro fueron un ejército compuesto de soldados de élite entrenados para ser los mejores. Se puede decir que eran las “fuerzas especiales” del Imperio Otomano en aquella época. Sin embargo, también supusieron un problema para el sultán en el poder del imperio, lo cual llevó a hubiera una rebelión que desmanteló a este ejército de élite.
Te contamos algunas cosas interesantes de lo que era ser un Jenizaro en la edad media. Aunque no son tan conocidos como otros ejércitos, fueron sin duda una parte importante de la historia en Oriente Medio y parte de Europa.
Indice de Contenidos
1 – Los orígenes de Los Jenízaros
El origen de los Jenízaros es del siglo 14 cuando el Imperio Otomano dominada buena parte de Oriente Medio, el norte de África y algunas partes de Europa. Estás invasiones que les daban grandes extensiones de territorio estaban ocupadas por cristianos, los cuales tenían que pagar impuestos a los Otomanos si querían continuar viviendo allí. Los impuestos eran pagados de diferente manera, incluso usando personas como moneda de cambio.
Uno de los impuestos a los cristianos era llevarse a los niños de entre 8 y 10 años para que sirvieran como esclavos. Muchas familias cristianas escondían a sus hijos para que no se los llevaran, aunque en algunos casos no era tan malo. Las familias más pobres no podían dar un futuro muy bueno a sus miembros más jóvenes. Si los niños varones eran tomados como tributo y entrenados como soldadores de élite, podían conseguir fama, dinero y respeto.
Básicamente el ejército Jenizaro fue formado por todo tipo de gente, siendo una gran mayoría cristianos que habían sido tomados como esclavos. Era una buena noticia entrar en estas fuerzas porque disfrutaban de privilegios como ser ciudadano Otomano, recibir un buen salario, regalos de palacio e incluso influencia política. Esto era algo impensable para los esclavos comunes en el Imperio Otomano. De hecho, se les consideraba “libres” a pesar de su estatus de esclavo.
Sin embargo, ser soldado de élite de los Jenizaro no era un camino de rosas. El entrenamiento era duro para que fueran los mejores. La parte buena es que los mejores combatientes podían promocionarse y subir de rango en ejército. Muchos conseguían su libertad y optaban a puestos políticos de importancia. Por supuesto, no hace falta decir que los cristianos tenían que convertirse al Islam y jurar fidelidad al sultán.
2 – Un ejército muy efectivo
Una cosa que hacía que los Jenizaros estuvieran bien considerados es que ganaban batallas. Las luchas contra los cristianos era bastante habitual y estas fuerzas militares eran un apoyo importante para conseguir victorias. Un ejemplo es la toma de Constantinopla, la cual pertenecía a los Bizantinos, donde los Jenizaro tuvieron un papel muy importante.
Muchos expertos modernos en temas militares hablan de los Jenizaro como un ejército moderno en tiempos antiguos. Estaban muy bien organizados con respecto a otras fuerzas militares, y por eso tenían tantas victorias. En Europa las fuerzas de élite eran la caballería, la cual era temible. Sin embargo, las armaduras y armas eran muy pesadas lo cual era una desventaja. Los Jenizaro optaron por recursos de guerra más ligeros y que permitía más velocidad de movimiento.
3 – ¿Cómo era ser un Jenizaro?
Ya hemos comentado que un soldado Jenizaro disfrutaba de varios privilegios casi desde el principio. Sin embargo, el camino para llegar a eso no era sencillo. Los niños cristianos de entre 8 y 10 años eran arrancados de sus familias y entraban en programas de entrenamiento. Eran convertidos al Islam y luego dedicaban casi todas las horas del día al adiestramiento militar y de combate.
Se puede decir que era algo parecido a lo que hacían los espartanos, los cuales educaban militarmente a los niños desde pequeños. Los Jenizaro se hicieron especialmente famosos por ser excelentes arqueros, aunque eran igual de temibles en el combate cuerpo a cuerpo. Como se ha mencionado antes, sus armas y uniformes eran muy ligeros, lo cual les daba mucha libertad de maniobra.
Su forma de combate y sobre todo su movilidad les daba ventajas sobre los soldados cristianos. Aunque los soldados cristianos iban mejor protegidos, la armadura, espada y otras armas eran muy pesadas. No siempre les podían vencer, pero en otras ocasiones su rapidez les hacía muy mortíferos frente a los embates de las grandes espadas de los cristianos.
Sin embargo, lo que muchos no saben de los Jenizaro es que aparte de ser soldados de élite, eran conocidos por sus dotes como cocineros. Cuando se entraba a formar parte de esta fuerza militar, los nuevos reclutas tenían que cocinar para los más veteranos. No solo tenían que hacer comidas para salir del paso, sino que tenían que hacerlo como cocineros profesionales. De hecho, algunos Jenizaro eran llevados a palacio para cocinar en fiestas y eventos que daba el sultán.
El cocinar para gente importante en palacio les daba opciones para escalar en la vida política. De hecho, el que nombraran a un cocinero “Aga de los jenízaros” era como hacerlo gran chambelán de palacio. Esto lo convertía en un importante representante del sultán en palacio.
También cocinaban en otros eventos fuera de palacio
Era tal la importancia que le daban a la comida y el cocinar, que los Jenízaros hacían congregaciones y fiestas para demostrar sus dotes culinarias. Esto lo hacían cuando no estaban combatiendo, y era una forma de juntar toda clase de personas de diferente clase social. Durante las campañas de guerra hacían un plato cocinado en grandes ollas llamado Kazan, el cual se hizo muy popular en todo el imperio Otomano.
4 – El ocaso de los Jenízaros
Este ejército de élite tenía como misión guardar la soberanía del imperio, pero también resultaron ser un peligro para el sultán. Los Jenízaros llegaron a tener una gran influencia política a partir del siglo 17. Habían conseguido muchos más privilegios de los que tenían cuando se formaron. El número de Jenízaros normalmente era de entre 20 y 40 mil soldados, aunque en este siglo habían llegado a los ochenta mil miembros.
El reclutamiento para ser parte del cuerpo de élite se había vuelto más flexible. Esto hizo que su fiabilidad y eficacia como fuerza militar declinara bastante. Por decirlo de otra manera, se había “ablandado” mucho y no eran igual de temidos que antes en el campo de batalla. Se habían pasado más a la vida política que la militar.
El sultán tomó la decisión de modernizar sus fuerzas armadas y hacer cambios en sus ejércitos. Esto no sentó nada bien entre los Jenízaros, los cuales querían seguir tal como estaban y poder seguir disfrutando de sus privilegios como élite militar. Para mostrar su malestar, los Jenízaros protestaron dando a entender que podría haber una rebelión. El sultán no se tomó las amenazas a broma, y preparó un plan para eliminar a los Jenízaros antes de que se rebelaran.
Esto ocurrió en 1826, siglos después de haber sido formada esta fuerza de élite del Imperio Otomano.
5 – La matanza de Jenizaros de 1826
La matanza de Jenizaros se conoce como el “Incidente Afortunado” y fue llevada a cabo por el sultán Mahmut II. La idea era disolver lo que se había convertido en una casta militar con muchos privilegios, riquezas e influencia política. El sultán lo hizo por las malas y tuvo éxito en está “limpieza” interna en sus fuerzas militares.
Para que no hubiera ningún fallo o brecha en la eliminación de los Jenizaro se utilizó la artillería directamente. Los puestos militares donde estaban los Jenízaros fueron destruidos sin contemplaciones por sorpresa, matando a todos los que estaban dentro. Los Jenizaro se concentraban en unos campamentos militares llamados “Barracas”, las cuales aniquiladas. En el primer día de ataques murieron cuatro mil Jenízaros, y los supervivientes que huían fueron perseguidos y ejecutados.
Uno de los problemas con los que se encontraron los Jenízaros, es que la población los odiaba hace tiempo. En el último siglo se habían pasado de ser respetados ciudadanos de una élite militar a una élite política enriquecida de clase alta. Muchos civiles se unieron en la lucha contra los Jenízaros, los cuales fueron borrados del mapa durante este proceso de eliminación. Fue también llamada matanza de Jenizaros, ya que miles de sus miembros fueron borrados del mapa.
Mahmud II pasó a reemplazar los Jenizaro con otros cuerpos militares más modernos. El nuevo ejército de élite del sultán se pasó a llamar “Los soldados victorioso de Mohamed”. Sin embargo, para el Imperio Otomano estos cambios llegaron demasiado tarde. Antes de poder establecer sus nuevos ejércitos y entrenarlos adecuadamente, Rusia entró en guerra contra el Imperio Otomano. Rusia dejó al Imperio Otomano muy vulnerable con grandes bajas. Era el principio de su fin, que llegaría en los siguientes 100 años.