En Nueva York hay muchas islas cerca de la gran ciudad, pero la isla de la rata es la única que es privada. A pesar de su nombre, no hay ratas en la isla pero si que tiene una curiosa historia. Se encuentras en la costa del Bronx al norte de Manhattan, y lo cierto es que más que una isla es una formación rocosa que desaparece cuando la marea está alta. Tiene unos 12 kilómetros cuadrados y no hay nada construido en ella. Lo único que se puede encontrar son dos señales diciendo que es una propiedad privada y una bandera americana.
El origen de la isla de la rata
La primera vez que la isla de la rata se hizo privada fue en 1654 al ser comprada por un británico llamado Thomas Pell. En el siglo 19 fue comprada por el estado de Nueva York y se dijo que iba a ser utilizada para construir un hospital. Se pensaba usar como un sanatorio para pacientes de cólera. Al estar aislada de la ciudad sería perfecta para mantener a los infectados alejados de la población.
Sin embargo no se construyó el hospital, aunque si se llegó a construir un edificio que luego fue destruido en los años treinta. En 1908 la isla fue vendida haciendo que fuera privada de nuevo. Han sido varios los dueños que ha tenido la isla de la rata y no se sabe muy bien para que ha sido utilizada. Actualmente el dueño es un suizo llamado Alex Schibli después de haberla comprado en una subasta. Curiosamente Schibli vive en la isla de al lado. En una entrevista dijo que podía visitar su isla nadando al estar tan próxima.
No siempre se llamó la isla de la rata. De hecho tenía un nombre muy diferente ya que era la isla de los sonajeros. En el siglo 17 marineros holandeses pagaban a personas para que se pusieran en la isla e hicieran sonar unos sonajeros cuando se acercaban barcos. Era para avisar del peligro que había con las rocas que rodeaban la isla bajo la superficie del agua.
¿De donde sacó el nombre?
¿Cómo cambia el nombre de una isla de sonajeros a ratas? El nombre cambió en algún momento del siglo 19 pero no está muy claro como ocurrió. La teoría más sólida fue que en la cerca isla de Hart había una prisión donde unos presidiarios se fugaron. La cercana isla de Hart era una prisión especial ya que alojaba principalmente presos con adicciones de drogas, ancianos y tullidos. La idea es que pudieran hacer ejercicio y respirar aire puro. Fugarse de un sitio rodeado de agua era casi imposible, y más teniendo a unos presos con una salud tan delicada.
Sin embargo, para hacer los trabajos más duros en las instalaciones llevaban presos jóvenes de otras cárceles. Precisamente uno de estos grupos fue el que se fugó. Estos prisioneros eran parte de una banda conocidos como “Las ratas”. Se dice que llegaron a la isla de las ratas donde descansaron para retomar su fuga nadando a tierra firme. Desde entonces se puso a la isla el nombre de la banda criminal fugada. Como dato curioso, la isla prisión de Hart se convirtió después en una isla cementerio y lo sigue siendo hoy en día.
Lo que no sabe mucha gente es que la isla de la rata es parte de un archipiélago de 44 islas en Nueva York, donde la más famosa es obviamente Manhattan. Lo cierto es que muchas otras de estas islas tienen sus propias historias que pueden dejarnos con la boca abierta (ya haremos más artículos sobre ellas). Sin embargo, esta isla es la única donde si alguien pone sus pies en ella, puede ser demandado por allanamiento.