Las guerras son terribles e injustificadas en cualquier situación, y siempre hay que buscar alternativas. Esto es algo que queremos dejar muy claro. Sin embargo, ya hemos comentado en más de una ocasión que en tiempos de guerra se han creado cosas que han sido muy beneficiosas para la humanidad. Existen inventos militares que siguen utilizándose hoy en día, y en principio fueron pensados en tiempos de guerra.
Un ejemplo muy claro de esto es la primera guerra mundial, donde se inventaron un gran número de cosas que siguen estando presentes hoy en día. No solo hablamos de inventos militares pensados para acabar con el enemigo, sino cosas que gran utilidad general en las telecomunicaciones, medicina, transporte, etc.
Por desgracia, en las guerras también se demuestra lo inhumanos que pueden ser los contrincantes. Muchas de las creaciones para combatir al enemigo son bastante retorcidas, y un ejemplo son las armas nucleares. Incluso la primera guerra mundial fue campo de pruebas para terribles armas químicas.
¿Sabías que muchos de los inventos militares que se han creado no se llegaron a usar nunca? Algunos están relacionados con las armas y otros con el transporte, pero quedaron solo como proyectos olvidados. Te contamos algunos de estos curiosos inventos militares a continuación.
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1 – Las bombas de murciélago
Las llamadas bombas de murciélago puede que sean uno de los inventos más ridículos que se han hecho. Después del ataque japonés a Pearl Harbor hubo muchos planes para el contraataque y las formas de hacerlo. Una de ellas fue un proyecto que propuso un dentista de Pensilvania llamado Lytle S. Adams.
Este dentista presentó ante la Casa Blanca un proyecto que consistía en hacer bombas con mil receptáculos cada uno, y donde se pondría murciélagos en estado de hibernación. A cada uno de los murciélagos se les pondría un pequeño dispositivo incendiario.
La idea era que un avión lanzara muchas de estas bombas en Japón y que los miles de murciélagos quedaran libres en las ciudades. Estos animales se posarían en las casas y edificios que tuvieran cerca, y es cuando el mecanismo incendiario entraría en acción. Esto provocaría incendios en todas partes creando el caos.
Por increíble que parezca, este proyecto de Lytle S. Adams fue aceptado por la Casa Blanca, y fue considerado para poner en marcha. Miles de murciélagos fueron traídos de México, y se crearon pequeños recipientes que contenían napalm. Iban conectados a un mecanismo de relojería que provocaría la llamarada una vez que los murciélagos estuvieran posados.
Se hicieron varias pruebas, algunos de ellas con presencia del ministerio de defensa de los Estados Unidos. En total la planificación de estas bombas de murciélago costó dos millones de dólares. Sin embargo, el departamento de defensa no quedó convencido y archivó el proyecto, el cual nunca vio la luz.
2 – Bombas fétidas para uso militar
En este caso fueron los militares franceses los que tuvieron la feliz idea crear bombas fétidas para atufar al enemigo. Ocurrió a principios de los años cuarenta, y tiene cierta relación con las armas químicas. De hecho, el objetivo de estas bombas no era herir o matar al enemigo, sino avergonzarle.
Durante la ocupación alemana en Francia, la resistencia francesa usó la guerra de guerrillas contra los alemanes. Fue cuando se pensaron en estas bombas fétidas, las cuales serían lanzadas contra los invasores y les dejarían impregnados de un repugnante olor. Las bombas eran una mezcla de productos químicos que olían fatal y no se iba tan fácilmente. Ni siquiera lavándose con el jabón más fuerte se podría quitar el terrible olor.
El plan era que este olor permaneciera pegado a la piel y ropas de los alemanes, los cuales acabarían muy desmoralizados. La cabeza del proyecto fue Ernest Crocker, el cual había trabajado con armas químicas en el pasado.
La bomba fétida que Crocker desarrolló no solo contenía productos químicos sino orina, huevos podridos, excrementos, mantequilla rancia y vómitos. Era para darle un toque especial a la bomba fétida. La forma que habían pensado para usarla era lanzando envases que explosionaran y esparcieran la mezcla entre los soldados. También se pensó en usarlo con algún tipo de fumigador que empapara las tropas alemanas al pasar.
El problema fue que la guerra acabó antes de que pudieran usar estas bombas fétidas. ¿Qué fue de ellas? Quedaron en el olvido y nunca más se volvió a retomar el proyecto para otros conflictos.
3 – Los globos bomba japoneses
Hemos hablado en el pasado de un triste episodio durante la segunda guerra mundial, que fue lo ocurrido en el Escuadrón 731. Básicamente los militares japoneses autorizaron hacer experimentos con humanos relacionados con la guerra biológica.
El ejército japonés siempre estaba ideando nuevas formas de lanzar explosivos u otro tipo de armas sobre el enemigo. La idea que se tenía en el Escuadrón 731 era lanzar envases con toda clase de patógenos al enemigo, los cuales se verían afectados por terribles enfermedades. Lo harían usando un método que ya se había ideado algún tiempo antes, y era usando globos.
La idea de usar globos para tirar explosivos fue ideada por los japoneses en 1944. Estos artilugios voladores eran más difíciles de detectar que los aviones. Por este motivo, se estaba preparando un ataque a gran escala sobre Estados Unidos usando globos. Llamaron a estos globos con explosivos “Fu-Go”, y el proyecto llegó a ponerse en marcha.
Se calcula que unos mil globos con explosivos consiguieron llega a territorio americano entre 1944 y 1945. Solo uno de los globos causó víctimas al caer en un bosque donde había una familia paseando. Murieron cinco niños y una mujer, pero fue porque el explosivo no había estallado y fue encontrado por la familia. Lo manipularon y estalló, lo cual causó la desgracia.
La verdad es que el proyecto de los globos “Fu-Go”, no estaba saliendo como los japoneses pensaban. El viento los mandaba a zonas deshabitadas y las explosiones no causaban ningún impacto serio. El proyecto fue descartado, aunque se pensaba volver a utilizar gracias al Escuadrón 731, pero usando cargas con todo tipo de virus y bacterias.
Los globos con carga bacteriológica y vírica fueron usados en varias zonas de China, los cuales fueron devastadores para muchos civiles. Sin embargo, Japón perdió la guerra y este tipo de arma nunca fue utilizada contra los aliados.
4 – El Panjandrum
Otro de los inventos militares que finalmente no se llegaron a usar fue el Panjandrum. Ya hemos hablado anteriormente de esta curiosa arma, pero merece la pena recordarle en este artículo.
El Panjandrum fue creado en los años cuarenta por el ejército británico y se pensó para atravesar las defensas costeras del ejército alemán. Alemania tenía muy bien protegidas las playas de muchas zonas invadidas. Conseguir traspasar estas líneas defensivas era muy complejo y con un alto coste humano. Por eso los militares británicos pensaron en un peculiar artilugio de guerra.
El invento militar de los británicos era muy sencillo, y se componía de dos grandes ruedas conectadas por un eje hueco donde iba una carga explosiva. Las ruedas por su lado tenían una serie de cohetes para propulsar el Panjandrum hacía las líneas alemanas.
El plan era que el Panjandrum fuera a toda velocidad hasta la zona alemana y explotara, y así formar huecos para que pasaran los tanques y las tropas. El problema fue que al probar el Panjandrum, la cosa no funcionó como se esperaba. El aparato no conseguía ir en línea recta y al final acababa en cualquier parte, incluso poniendo en peligro las tropas aliadas.
Se dice que en las primeras pruebas, incluso generales británicos tuvieron que correr para salvar sus vidas. El Panjandrum daba la vuelta y se dirigía hacía los sorprendidos espectadores que querían ver como funcionaba. Aunque no hubo desgracias personales, el Panjandrum fue descartado por ser demasiado peligroso e imprevisible.
5 – Un tanque llamado Bob Semple
En el mundo de los tanques con fines militares, uno de los más curiosos es sin duda el llamado tanque Bob Semple. De hecho, tiene el dudoso honor de ser el “peor tanque hecho por el hombre”. En este caso hay que irse a Nueva Zelanda para saber la historia de este peculiar tanque.
Durante la segunda guerra mundial Australia y Nueva Zelanda pensaban que Japón podría decidir comenzar una invasión. Al estar tan alejados de otros países aliados, no escatimaban esfuerzos en crear nuevas armas y estrategias para defenderse de posibles ataques. Por aquel entonces el primer ministro de Nueva Zelanda Bob Semple dio vía libre a muchos proyectos que le enviaban.
Uno de ellos era el diseño de un nuevo tanque que sería totalmente neozelandés. La idea era que fueran fáciles y baratos de hacer, efectivos y se pudieran hacer en poco tiempo. Se pasó a llamar el tanque Bob Semple y el chasis era el de un buldózer normal y corriente.
El diseño era muy sencillo ya que era básicamente cubrir el buldózer con placas de hierro. Se le añadieron seis ametralladoras en los lados y podía llevar en su interior a ocho soldados. No era un tanque complejo y se podía hacer de forma relativamente fácil. Sin embargo, dio problemas desde el principio.
El tanque Bob Semple era muy pesado y lento, apenas llegando a los 20 kilómetros por hora. Por si fuera poco, los ocho ocupantes del tanque no estaban debidamente protegidos y no hubieran aguantado ni un solo ataque externo. El tanque no pasó las pruebas y los militares lo dejaron en el olvido. Antes de eso consiguió el título de peor tanque de la historia, el cual sigue manteniendo.
6 – Un invento militar llamado Cohete Bala
En la lista de inventos militares raros hay uno que se desarrolló en los años sesenta llamado Cohete Bala. Su nombre oficial fue “Gyrojet” y se pensaba que sería un tipo de bala revolucionario. La idea era muy clara, y era que las armas en lugar de disparar balas disparan pequeños cohetes.
El objetivo es que se pudieran disparar balas que provocaran explosiones, parecido a cuando se lanza una granada de mano. De hecho, la idea apareció en algunas de las películas de James Bond.
Aunque el invento prometía mucho, no llegó muy lejos porque no acababa de funcionar como querían. Para empezar no servía para largas distancias porque perdían velocidad muy rápidamente. Aparte de esto, el arma se atascaba mucho por el particular diseño de estas balas especiales. El proyecto fue abandonado porque las balas no eran prácticas y además muy caras.