Ya dedicamos un artículo entero a la revolución francesa hace algún tiempo, y se hablaban de cosas curiosas que mucha gente no sabe. Sin embargo, este artículo se va a centrar más en una parte más siniestra y desagradable. Todo el mundo sabe que fue una época muy violenta donde mucha gente perdió la vida. Es lo que suele pasar en este tipo de revoluciones. Sin embargo, algunos horrores de la revolución francesa no se recuerdan cuando se habla del tema.
Las consecuencias de la revolución francesa fueron muy grandes, y no solo para Francia sino para el resto de Europa. La nobleza y la monarquía en Francia fueron reemplazadas por otro sistema de gobierno que hablaba de libertad. El lema era “Libertad, Igualdad y Fraternidad” y fue una de las bases del liberalismo en el mundo. La idea era acabar con los abusos de las clases altas y que el pueblo fuera el que decidiera y gobernara.
En un principio podría ser algo positivo para acabar con muchos abusos de la época. Pero no todo fue tan bonito, porque la revolución francesa se convirtió en uno de los gobiernos más radicales que se habían conocido. Miles de personas inocentes murieron debido a esta revolución. Estos son algunos de los horrores de la revolución francesa que no son tan recordados como se debería.
Indice de Contenidos
1 – Las primeras decapitaciones no fueron muy bien vistas
Creo que todos saben la relación que tiene la revolución francesa con la guillotina. Este levantamiento ocurrió en muy poco tiempo y los eventos se desarrollaban a una velocidad vertiginosa. Una de las primeras cosas que ocurrieron fue que el rey Luis XVI y su esposa María Antonieta fueron decapitados. Fue de hecho, uno de los grandes acontecimientos que ocurrieron durante esta revolución.
Lo cierto es que estas dos decapitaciones no tenían que haber ocurrido en un principio. El Rey Luis XVI fue siempre una persona tímida dedicada a sus estudios y en general era muy moderado. Cuando fue nombrado rey, su carácter más bien apocado hizo que muchos que estaban a su alrededor se aprovecharan para ganar poder. Muchos piensan que con los consejeros adecuados, Luis XVI pudo haber sido un buen rey.
Muchos cabecillas de la revolución francesa estaban en contra de decapitar a Luis XVI. Sin embargo, el pueblo veía al rey con malos ojos porque le culpaban de muchos de los abusos que había hecho su entorno. Aunque el rey había sido más bien un títere en manos de otros nobles, era muy difícil salvarle de la guillotina. Su ejecución no sentó muy bien en muchos países del mundo, ya que le tenían aprecio por ser un rey bastante moderado.
2 – Muchas estatuas se vieron vandalizadas
Hubo varias fases de la revolución francesa y una de ellas fue la destrucción de muchas estatuas y figuras de piedra. Al cabo de los meses de haber decapitado a Luis XVI, le tocaron el turno a las estatuas que representaban reyes. Las Tumbas de San Denis fueron las primeras en ser vandalizadas, ya que miembros de la familia real enterrada. Esto solo fue el principio.
Al cabo de un mes otros cementerios y criptas donde había miembros de la monarquía, fueron destruidos. La Casa de los Borbones también fue uno de los objetivos, y aparte de la destrucción de los ataúdes, los cuerpos que había dentro fueron tirados por la calle para que lo viera todo el mundo. Más tarde estos actos fueron condenados tanto en Francia como en Europa.
3 – La Ley de los Sospechosos
Aunque la idea de la revolución francesa era buena para detener el abuso de la realeza y los nobles, al poco tiempo se convirtió en algo diferente. El odio y la rabia de los que se habían levantado convirtieron el nuevo régimen en algo muy peligroso. Todo desembocó en el llamado “reino del terror” y comenzó con la llamada ley de sospechosos.
Básicamente la ley de sospechosos daba permiso total al gobierno para acusar a cualquiera de traición. Solo hacía falta acusar a alguien que un miembro del gobierno decidiera, y se convertía en sospechoso. Los primeros que probaron esta ley fueron curas y sacerdotes. De hecho, la religión católica se convirtió en objetivo de los revolucionarios al haber estado conectada con la nobleza.
Sin embargo, la ley pronto se extendió a otras personas por varios motivos que nada tenían que ver con la religión. En total, medio millón de personas fueron acusadas por la ley de sospechosos, lo cual provocó que las cárceles se llenaran en su totalidad. De hecho, se tuvo que recurrir a los arrestos domiciliarios al no caber en las prisiones. De todos los detenidos, miles murieron ejecutados y otros lo hicieron sin en prisión sin haber tenido un juicio.
4 – La resistencia y masacre de Lyon
Otra de las etapas de la revolución francesa tuvo que ver con la ciudad de Lyon. No todo el mundo en Francia estaba de acuerdo con este levantamiento, y Lyon fue una de las que se resistió a este nuevo régimen. Se quedaron del lado los girondinos, que eran una sección moderada dentro de la revolución. No apoyaban lo que se estaba haciendo y el reino del terror con tantas muertes y ejecuciones.
Aunque los girondinos quisieron que la ciudad de Lyon se quedara al margen de las matanzas, algunos líderes de la revolución pensaron que Lyon estaba protegiendo a la monarquía. Se decidió sitiar Lyon y declararla ciudad enemiga, por lo cual los girondinos se defendieron como pudieron.
En 1793 Lyon fue atacada por los revolucionarios y dos mil personas murieron en los enfrentamientos. Finalmente Lyon quedó en manos de los líderes de la revolución, aunque llevaron esta conquista mucho más allá. La llamada Convención Nacional francesa decretó que Lyon fuera destruida, dejando solo las casas de la gente pobre y algunas fábricas. Así lo hicieron e incluso quisieron cambiar el nombre de los restos de la ciudad. Finalmente esta última parte no se llevó a cabo.
No hace falta decir que los girondinos y los que les apoyaban no lo pasaron muy bien.
5 – El destino de los girondinos
Los girondinos llegaron a tener mucho peso en la revolución francesa junto a los Montagnards (montañeses). Eran los dos grandes grupos que habían aparecido a raíz de la revolución, aunque eran muy diferentes en la forma de ver las cosas. Los girondinos eran bastante moderados, y su idea era crear un estado democrático orientado al capitalismo pero donde el pueblo tomara las decisiones.
Los Montagnards eran más radicales sobre como tenía que estar estructurada la sociedad. No querían que nadie estuviera por encima de los demás ni en las posiciones sociales. El problema era que todo el que estuviera en contra de lo que pensaban era considerado traidor y podía acabar en la guillotina.
Uno de los primeros enfrentamientos entre ambos grupos fue con respecto al rey Luis XVI. Los Montagnards tenían claro que tenían que ejecutarlo, mientras que los girondinos querían que el pueblo votara su ejecución. Esto hizo que los Montagnards acusaran a los girondinos de querer salvar la vida del rey, por lo que eran unos traidores. Hubo momentos muy tensos en París, y los girondinos finalmente empezaron a ser vistos como enemigos de la revolución.
Se inició una persecución de los girondinos, y lo ocurrido en Lyon solo fue un episodio. Muchos girondinos pudieron huir pero muchos fueron capturados y tuvieron que pasar por la guillotina. Dicho de otra manera, los girondinos siendo parte de la revolución francesa, fueron perseguidos y ejecutados por ser demasiado moderados en sus ideas.
6 – La masacre de la ciudad de Nantes
Si lo ocurrido en la ciudad de Lyon te ha impresionado, no es nada comparado a lo que pasó en la ciudad de Nantes. Esta ciudad fue uno de los núcleos de la revolución, aunque había un fuerte apoyo a la monarquía. La batalla de Nantes fue de las más conocidas y la ciudad quedó en poder de la revolución. Sin embargo, se quiso limpiar la ciudad de cualquier apoyo que quedara a la monarquía.
Enviaron a Jean-Baptiste Carrier a Nantes para hacer esa limpieza de enemigos de la revolución. En cuestión de cinco meses quince mil personas murieron por orden de Carrier, y el modo de hacerlo fue bastante siniestro, lo cual nos da idea de los horrores de la revolución francesa.
Utilizaron el río Nantes para las ejecuciones y pusieron al río el nombre de “la bañera nacional”. Se construyeron unos barcos muy ligeros que estaban diseñados para llevar prisioneros y ahogarles en el río. El sistema era encadenar a todos los prisioneros juntos y luego lanzarlos por la borda para que se arrastraran unos a otros al fondo. Lo terrible es que no había distinción en los prisioneros, por lo que niños pequeños, mujeres embarazadas y ancianos también corrían la misma suerte. Sin embargo, los métodos de Jean-Baptiste Carrier fueron horrendos incluso para los líderes de la revolución. Cuando en París se enteraron de lo que estaba ocurriendo en Nantes, hicieron que Jean-Baptiste Carrier se presentara ante el comité máximo de la revolución. Fue juzgado y el mismo acabó en la guillotina por sus atrocidades.
7 – La masacre de La Vendée
La revolución estaba pensada para liberar a las clases más bajas de los abusos de las clases altas, con la idea de la libertad como símbolo. En esos cambios entraba todo tipo de gente. Los campesinos en la revolución francesa fueron uno de los grupos más grandes que se beneficiaron de estos cambios. Sin embargo, muchos eran católicos y no estaban de acuerdo en ejecutar curas y sacerdotes, y menos quemar iglesias.
En el área de La Vendée se rebelaron a estos métodos de ejecuciones sumarias, y formaron milicias. Se llamaron la armada real católica y se enfrentaron al ejército de la revolución. Sin embargo, fueron derrotados y el general Louis Marie Turreau quiso asegurarse de que no hubiera más rebeliones. Se adentró en La Vendée y destruyó todo lo que se encontró por el camino, incluyendo granjas, bosques, pueblos y personas que tuvieran la mala suerte de verles.
Hubo una masacre en La Vendée que hoy en día se sigue viendo con horror, sobre todo al ocurrir en un mismo país y hacerlo entre personas de la misma nacionalidad. También cabe destacar que las milicias de La Vendée cometieron sus propias atrocidades con los prisioneros de la revolución que caían en sus manos. La Guerra de La Vendée fue sin duda otro de los horrores de la revolución francesa.
8 – Las matanzas de Septiembre
Después de la muerte del rey Luis XVI, algunos momentos de confusión en París. Había enfrentamientos en todas partes, y las partes que formaban las revolución todavía no estaban claras. Fuera de Francia muchos países daban su apoyo a la revolución y otros la criticaban. No quedaba todavía claro de donde venían los apoyos y como iba a salir la revuelta que estaba en marcha.
Al principio, los líderes de la revolución temían que los partidarios de la monarquía pudieran conseguir apoyo y enviaran tropas y soldados para acabar con las revueltas. Por algún motivo, temían que los prisioneros que estaban en prisión seguían siendo enemigos potenciales y soldados en potencia. Por este motivo no tenían claro lo que hacer con ellos.
En septiembre de 1972 se decidió lo que había que hacer con la gente encarcelada. El pueblo parisino que se había unido a la revolución, había formado grupos de piquetes que perseguían y linchaban a los que se oponían a la revolución. Los piquetes atacaron la prisión de Paris y empezaron a linchar a los presos. En un solo día mataron a mil prisioneros y la masacre continuó por el espacio cuatro días.
Las calles se llenaron de cadáveres mutilados de prisioneros que habían sido “ajusticiados” por los piquetes. Las matanzas en las cárceles no terminaron en Paris, ya que se extendieron a otras ciudades francesas para acabar con posibles rebeldes a la causa de la revolución.
Los horrores de la revolución francesa no suelen ser comentados, y se suele recordar la parte romántica de esa parte de la historia. Sin embargo, fueron momentos muy sangrientos, y por algo se le llamó “El Terror”.