La Santa Inquisición estuvo presente en buena parte de Europa y aun siendo parte de la misma iglesia, los métodos y reglas variaban. Una de las más conocidas por su crueldad fue sin duda la Santa Inquisición Española. Se ha hablado de cientos de miles de muertes a causa de este movimiento religioso, pero lo cierto es que se ha exagerado mucho. Se calcula que hubo unas cinco mil ejecuciones realizadas por la Santa Inquisición Española, aunque de lo que no hay duda es de su brutalidad y sadismo. El propósito de esta Inquisición era perseguir a los herejes, y los métodos para hacerlo eran realmente siniestros. Hablaremos de algunos de los casos más tristemente conocidos de esta institución.
Indice de Contenidos
1 – El controvertido caso de William Lithgow
Un viajero escocés llamado William Lithgow tuvo la mala suerte de toparse con la inquisición en el año 1620. Había llegado al puerto de Málaga y fue detenido acusado de ser supuestamente un espía inglés. Sin embargo, no pudieron demostrar que fuera un espía ya que en sus posesiones nada indicaba que lo fuera. Finalmente la justicia española declaró a William Lithgow inocente de los cargos de espionaje. Sin embargo, lo que si encontraron fueron unas notas que había escrito criticando la iglesia católica. Por este motivo en lugar de liberarlo le dejaron en manos de la Santa Inquisición Española.
La inquisición leyó los documentos que habían encontrado en sus posesiones y acusaron a Lithgow de herejía. Entonces empezó el proceso de hacerle confesar sus pecados mediante la tortura y la inanición. En poco tiempo su estado de salud se vio muy deteriorado, y solo pudo sobrevivir gracias a dos esclavos que le pasaban comida en su celda. Aun así, Lithgow no confesó nada a la inquisición. Finalmente el gobernador de Málaga intervino antes de que el preso muriera y obligó a que fuera liberado. Lithgow pudo volver a Inglaterra aunque su brazo izquierdo quedó permanentemente inútil debido a las torturas. Llegó a escribir un libro sobre sus viajes, donde habla de este horrible periodo con la inquisición española.
2 – La Santa Inquisición Española no perdonaba ni a los niños
Cuando se trataba de perseguir a herejes la inquisición no se andaba con tapujos. Daba igual si eran hombres mujeres o niños. En 1499 ocurrió un pintoresco caso de profecías en un la pequeña localidad de Herrera del Duque, en la provincia de Badajoz. Un niña de once años tuvo una visión y profetizo que en poco tiempo llegaría un mesías que salvaría a los conversos (judíos convertidos al cristianismo) y los llevaría a la tierra prometida. La niña se llamaba Inés Esteban y tuvo bastante repercusión en toda la zona. Muchos de los judíos conversos vieron en esta profecía una esperanza para volver a ser lo que eran antes. Por supuesto, esto no gustó a la Santa Inquisición Española.
La niña Inés Esteban dio una fecha para la aparición del mesías, pero no pasó absolutamente nada. La inquisición entonces decidió arrestar a la niña y llevarla a Toledo para un juicio por herejía. Aun siendo una persona de tan corta edad, fue condenada a morir quemada en la hoguera.
3 – El caso de Ana de Castro
Ana de Castro era una mujer española que destacaba por su belleza y por haber hecho fortuna en Perú junto a su marido. Consiguió hacerse muy rica y popular en Lima, donde se dice que tuvo muchos amantes y pretendientes a pesar de estar casada. Uno de sus amantes despechados quiso darle una lección. En uno de sus viajes a España este amante la denunció a la Santa Inquisición Española diciendo que cometía actos herejes, como golpear crucifijos con una fusta. Hizo que una doncella pusiera un dañado crucifijo en la cama de Ana de Castro. La inquisición encontró este crucifico y la detuvo.
Fue encarcelada y toda su fortuna fue requisada por la iglesia. Estuvo encarcelada durante diez años y fue sometida a por lo menos tres sesiones de tortura antes de que hubiera un juicio. Finalmente fue acusada de profesar el judaísmo en secreto, lo cual Ana de Castro confesó mediante la tortura. En el juicio dijo que se arrepentía de todo, lo cual en teoría la salvaría la vida. Sin embargo, fue ejecutada de todas maneras en 1736.
4 – El terrible caso de Maria de Bohorques
En Sevilla como en otras partes de España, la inquisición tenía uno de sus bastiones más fuertes. En esta ciudad vivía una joven y brillante mujer llamada Maria de Bohorques, la cual hablaba varios idiomas y era experta en las lecturas luteranas. No era muy buena idea hacer esto en una ciudad donde la inquisición tenía ojos y oídos por todas partes. Finalmente la Inquisición decidió interrogarla sobre los libros que leía. La joven dijo en estos interrogatorios que las lecturas luteranas tenían mucha lógica y verdades, lo cual hizo que acusaran de herejía. Fue condenada a muerte, pero no acabó ahí la cosa.
Durante los interrogatorios donde hubo también tortura, Maria de Bohorques dijo que su hermana Juana no tenía problema con los libros que leía. Eso fue un error fatal que involucró a su hermana en su detención. Juana fue detenida también y llevada a la cárcel. Estaba embarazada cuando fue detenida por la confesión de su hermana María y tuvo a su hijo en prisión. A los pocos días el niño le fue arrebatado y comenzaron las torturas para hacerla confesar que era también una hereje. No superó las torturas y murió a causa de ellas.
5 – El asesinato de un niño que no existía
Puede que uno de los casos más ridículos sobre la Santa Inquisición Española ocurriera en la localidad de La Guardia, en Toledo. En 1490 dos judíos y seis conversos fueron arrestados por el supuesto asesinato de un niño cristiano. Todo fue a raíz de una declaración de uno de los detenidos llamado Juce Franco, el cual fue diciendo que habían cometido un crimen ritual en una cueva. Según dijo, habían raptado a un niño y lo habían crucificado y luego arrancado el corazón. Todos los acusados fueron torturados y acabaron haciendo confesiones que no coincidían entre si. Hubo mucha confusión porque cada versión era diferente y no se ponían de acuerdo en nada.
No se encontraron indicios o alguna prueba de que hubiera una muerte, tal como contaba Franco. No se encontró ningún cuerpo o señales de sangre o violencia. De hecho, no hubo ninguna denuncia por un niño desaparecido en toda la provincia. La Santa Inquisición Española decidió que todos eran unos mentirosos, pero eso no les libró de morir en la hoguera. Curiosamente, el caso tuvo tanta repercusión que este niño ficticio que había “muerto” fue santificado y se convirtió en el llamado “Sagrado Niño de La Guardia”.
6 – El caso de la familia Carabaja
El alcance de la Santa Inquisición Española no solo era en España y buena parte de Europa, sino en las colonias del nuevo mundo. En 1580 cientos de familias iban al Nuevo Mundo para establecer colonias españolas. Una de ellas fue la familia Carabaja, la cual fue a Méjico para unirse a las colonias ya existentes. Se establecieron en la ciudad de Méjico y les fue bastante bien. Sin embargo, eran conversos y en las colonias españolas la inquisición seguía teniendo representantes. La familia Carabaja fue acusada de seguir practicando el judaísmo y fue detenida.
Esta familia estaba compuesta por cuatro adultos y ocho hijos. Las torturas que se les aplicó hicieron que se empezaran a acusar entre ellos. Los hijos acusaron a los padres, una de las mujeres acusó a su marido e incluso a varios de sus hijos. En 1596 una de las mujeres y cinco de sus hijos fueron quemados en la hoguera. Su marido murió antes de la ejecución y otro de los hijos llamado Baltasar pudo escapar de la ciudad. Otra de las hijas fue ejecutada seis años después y otros dos hijos fueron perdonados.