A principios de los años ochenta hubo una corriente musical dentro del rock duro la guitarra eléctrica tuvo una importante presencia. Fueron unos años de virtuosismo donde muchos guitarristas salieron a la escena demostrando lo buenos que eran.
Aunque ya habían aparecido otros grandes pioneros de la guitarra rock como Jimi Hendrix y Eddie Van Halen, la aparición de un joven llamado Yngwie Malmsteen cambió de nuevo la forma de tocar la guitarra. Miles de músicos volvieron a redefinir su estilo para darle el toque virtuoso y neoclásico de Malmsteen. Aquí empezó la historia de Jason Becker.
Como muchos otros jóvenes, Jason Becker se puso como meta ser uno de los mejores virtuosos de la guitarra. Malmsteen y su estilo claramente habían sido un impacto y Becker tenía el talento y perseverancia para lograr ser también una estrella. Precisamente la convicción y resolución de Becker eran algunos de sus mejores dones, que le servirían mucho más tarde en los peores momentos.
Indice de Contenidos
1 – El comienzo de la historia de Jason Becker
Jason Becker nación en Julio de 1969 en California. Su padre y su tío eran músicos por lo que tuvo la suerte de tener esta influencia desde una temprana edad. A los cinco años ya tenía una guitarra en sus manos, donde la influencia del blues y la música clásica fueron importantes. Desde joven Becker se impuso una fuerte disciplina llegando a practicar con la guitarra 10 horas al día. No es de extrañar que ya fuera muy bueno antes de la mayoría de edad.
Sus primeras influencias fueron Hendrix, Eric Clapton, Stevie Ray Vaughn y por supuesto Eddie Van Halen. Como se ha dicho, cuando Yngwie Malmsteen hizo su aparición Becker supo aplicar todo lo que había aprendido dándole velocidad, técnica y mucho sentimiento.
Daba conciertos en su instituto versionando temas de Malmsteen y otros grandes músicos y estaba claro que iba camino de ser reconocido en todas partes. Precisamente su forma de tocar hizo que se le empezara a conocer en diferentes círculos musicales de California.
2 – La aparición de Marty Friedman y el origen de Cacophony
La forma de tocar de Jason Becker llegó a oídos de otro virtuoso guitarrista llamado Marty Friedman, el cual ya tenía algunos discos en el mercado. Se puso en contacto con Becker y pudo comprobar que no exageraban sobre su forma de tocar.
Muy pronto comenzó una gran amistad entre ellos y finalmente se unieron para formar la banda Cacophony. La idea era crear un dúo de guitarras que llevara el virtuosismo a otro nivel. En menos de un año habían publicado el disco «Speed Metal Symphony«. Rápidamente el disco se convirtió en uno de los mejores en su género y hoy todavía se considera de culto.
El virtuoso trabajo de ambos guitarristas se fue conocido en todo el mundo, teniendo una especial aceptación en Japón. Jason Becker y Marty Friedman hicieron innumerables conciertos tanto en Estados Unidos como Japón. Fue tal el éxito que pronto se publicó un segundo trabajo de Cacophony llamado “Go Off”. Aun tuvieron tiempo de hacer cada uno de ellos un disco en solitario.
En el caso de Marty Friedman fue “Dragon’s Kiss” y en el caso de Jason Becker un asombroso trabajo llamado “Perpetual Burn”. Sin saberlo, Becker había publicado uno de esos álbumes musicales que quedaría como referencia en la llamada corriente neoclásica.
3 – La gran oportunidad de Jason Becker
Aunque Jason Becker junto a Marty Friedman se habían dado a conocer en varios países y habían vendido muchos discos, el círculo de sus fans era reducido. Después de todo era música principalmente hecho por guitarristas para otros guitarristas.
Muchos músicos de la época sacaba estos virtuosos trabajos para darse a conocer y como carta de representación para entrar en bandas más importantes. ¿Qué mejor forma de entrar en bandas ya consagradas con millones de seguidores que enseñar como tocaban la guitarra?
Jason Becker tenía apenas 20 años y era conocido en California y Japón sobre todo. Corría el año 1989 y el cantante David Lee Roth se acababa de quedar sin guitarrista, ya que Steve Vai se había alistado con “Whitesnake”. Becker era un gran admirador de David Lee Roth al haber estado como vocalista en Van Halen, por lo que le envió una maqueta con algunos temas.
La sorpresa de Becker fue cuando recibió una llamada diciendo que iba a ser el próximo guitarra de Roth sustituyendo a Steve Vai. Era la gran oportunidad de hacerse mundialmente famoso.
En la autobiografía de David Lee Roth el cantante dice que realmente él fue el afortunado por haber podido trabajar con Jason Becker. Según dijo, no es fácil conseguir verdaderos genios y en el caso de Becker quedó impresionado con sus habilidades musicales y también su cálida forma de ser.
4 – Un sueño que empieza a convertirse en pesadilla
Jason Becker estaba viviendo un sueño con tan solo 20 años. Aun siendo muy joven había conseguido cosas increíbles y solo era el principio. Era considerado uno de los mejores guitarristas rock del mundo. Tenía millones de seguidores que le tenían en un pedestal y ahora estaba en una importante banda de reconocimiento mundial. Al poco tiempo Becker estaba grabando junto a David Lee Roth el disco “A Little Ain’t Enough”, preparándose para consolidarse entre los más grandes.
Durante la grabación del disco, Becker empezó a notar un entumecimiento en la pierna izquierda. Esto le provocó un ligero cojeo ocasionalmente le hacía tropezar o incluso caerse. No le dio mucha importante y lo achacó al estrés o una dieta no demasiado sana.
Becker no bebía, fumaba o tomaba drogas, pero le encantaba la llamada “comida basura”. Por eso pensó que comiendo cosas más sanas haría que la cojera desapareciera.
Sin embargo, para el horror de Becker la sensación de entumecimiento se extendió a la otra pierna y las manos. De pronto se vio teniendo dificultades tocando cosas que antes hacia con suma facilidad. Al estar inmerso en la grabación del álbum intentó aguantar un poco antes de ir a un especialista. Sus familiares y amigos finalmente le convencieron para que fuera al médico.
5 – El terrible diagnóstico
Lo que nadie esperaba es que le diagnosticaran ELA (Esclerosis lateral amiotrófica), la cual era una enfermedad degenerativa y sin cura. El ELA ataca al sistema nervioso y va dejando al paciente sin movilidad hasta el punto de no poder moverse en absoluto.
En el caso de Becker era tan agresivo que los médicos le dieron unos tres años de vida. Incluso le dijeron que no se molestara en cambiar de dieta ya que no serviría de nada. Jason Becker quedó devastado al igual que su familia y amigos.
Aun con este oscuro futuro, decidió acabar el disco con David Lee Roth, el cual también se vio muy afectado por el destino de su guitarrista. La última parte de la grabación de “A Little Ain’t Enough” se convirtió en un infierno para Becker, ya que sus débiles manos solían fallarle.
Tenía que hacer muchas tomas para que quedara bien, e incluso tuvo que poner cuerdas de guitarra más finas para tocar. Finalmente el álbum se publicó y fue un número uno mundial. Sin embargo, Becker no estaba en condiciones de salir de gira con el grupo por todo el mundo.
El estado de Becker fue empeorando con el paso de los años, tal como habían dicho los médicos. Empezó a andar con un bastón, luego con muletas y luego usando una silla de ruedas. Todo lo que habían predicho se estaba cumpliendo. Seguía tocando la guitarra pero muy lejos de cómo solía tocar.
Cuando ya no tuvo fuerza en las manos, cambió la guitarra por un teclado para componer. Sin embargo, los médicos se equivocaron en el tema de su muerte. El guitarrista sobrepasó los tres años de vida y muchos más.
6 – La nueva vida de Jason Becker
Llegó un momento en que Becker ya no podía mover ni un músculo de su cuerpo. Para poder comunicarse le pusieron un sistema de ordenador que respondía a movimientos de su cabeza y boca.
Con un ratón especial podía hacer clicks en programas y comunicarse de una forma similar a como lo hacía Stephen Hawking. Con este sistema estuvo cinco años componiendo música hasta poder publicar su segundo trabajo en solitario llamado “Perspective”.
Nos podemos imaginar lo duro que es hacer un disco en las condiciones en las que estaba. Según dijo en una entrevista tenía miles de ideas en la cabeza pero una forma demasiado lenta para sacarlas todas y crear la música.
Han pasado más de dos décadas desde que Jason Becker fuera diagnosticado con ELA, y sigue estando vivo. Sigue componiendo y haciendo muchas cosas, como diseñando nuevas guitarras y ayudando a buscar una cura para el ELA.
Le han hecho varios homenajes e incluso tiene una película / documental sobre su vida llamada “Jason Becker: Not Dead Yet”. Nunca se rindió ni aceptó que su falta de movimiento le impediría hacer cosas. Aunque su cuerpo no puede moverse, su mente sigue lleno de ideas y proyectos. Esperamos que este genio nos pueda dar muchas más cosas en los próximos años.
Os dejamos algunos enlaces importantes para saber más de este virtuoso de la guitarra y algunos enlaces para ayudarlo: