El parque nacional de las Grandes Montañas Humeantes es uno de los parques mas visitados de los Estados Unidos. Sus impresionantes montañas forman parte de un rango de los Apalaches en Carolina del Norte. Estas montañas tienen miles de senderos y rutas para visitar, con una extensa vida animal y floral que hace la delicia de millones de personas al año.
Las montañas de las Grandes Montañas Humeantes son una forma perfecta de vivir la naturaleza en todo su esplendor. Sin embargo, es una de las zonas con más leyendas que existen en zonas montañosas de Estados Unidos. Algunas de ellas son muy siniestras y hay gente que piensa que no es bueno adentrarse en ciertas zonas de estas montañas.
La senda de Norton Creek
Si alguna vez tienes planeado ir al parque de las Grandes Montañas Humeantes, puede que te den la opción de visitar la senda de Norton Creek. Si vas con niños pequeños puede que te lo tengas que pensar dos veces. La leyenda habla de una bruja que tiene especial predilección por los hígados de los niños. Saca este órgano usando uno de sus dedos que es más largo y afilado de lo normal.
Esta bruja puede tomar la apariencia de cualquier cosa que esté en el entorno. No solo personas o animales, sino que también tocas o árboles. De hecho, en la parte este de la montaña hay un sitio llamado el juzgado del diablo. En este punto se camufla para acechar a los senderistas y turistas que pasan cerca.
La horrible bruja de las Grandes Montañas Humeantes
Según cuenta la leyenda, la bruja siempre tiene moscas a su alrededor debido al horrible olor que despide. Se dice que si estás en las montañas y empiezas a escuchar un fuerte sonido de zumbido de moscas, es que la bruja anda cerca. La meta de la bruja siempre será llevarse a los niños, por lo que siempre hay que estar vigilante.
Según cuentan las historias, la bruja aprovecha cuando los niños están solos y alejados de sus padres. Suele aparecer en forma de una agradable anciana que pide a los niños si la pueden acompañar para dar un paseo por el sendero. Luego juega con ellos e incluso les deja dormir con la cabeza apoyada en su regazo.
Sin embargo, cuando están dormidos es cuando vuelve a su apariencia real y con su afilado dedo les extrae el hígado para comérselo. Las historias también cuentan que la bruja fue cazada por los indígenas que vivían en las montañas. La persiguieron y la llenaron de flechas hasta que murió. Aun así, se dice que su espíritu sigue estando en las Grandes Montañas Humeantes y los niños no están a salvo.