jueves, octubre 31, 2024
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Gilles de Rais | Héroe y Asesino en Serie

En otro artículo que hicimos hace tiempo, ya dejamos claro que el fenómeno de los asesinos en serie viene de muy lejos. A lo largo de la historia ha evidencias muy claras de este comportamiento tanto en hombres como mujeres, donde hay casos como el de Elizabeth Bathory entre otros muchos. Sin embargo, quién se lleva la palma es un hombre llamado Gilles de Rais, el cual era considerado un héroe de guerra francés y también un monstruo.

Francia ha tenido en su historia personajes que podrían considerarse asesinos en serie o en masa. Un claro ejemplo lo tenemos en la revolución francesa, donde Robespierre envió a miles de personas a la guillotina sin dudarlo. Hay otros personajes franceses que ponen los pelos de punta, pero el caso de Gilles de Rais es de los más interesantes.

El caso de este personaje histórico de la nobleza es digno de estudio, ya que luchó junto a Juana de Arco y demostró ser un guerrero sin igual. Pero su lado más terrorífico ensombreció todos sus logros conseguidos en el campo de batalla. Esta es la inquietante historia de Gilles de Rais.

1 – El origen noble de Gilles de Rais

Gilles de Rais nació en 1404 en el castillo familiar de una familia nombre de gran influencia. Como correspondía a un niño de su posición, los estudios fueron prioritarios desde edades muy tempranas. Resultó ser un niño muy inteligente y en poco tiempo hablaba varios idiomas (incluyendo latín) y dominaba otros campos de la ciencia.

Siendo un joven tuvo un gran interés por todo lo referente a la disciplina militar, aunque siguió estudiando otras materias por medio de libros y manuscritos. Siendo todavía menor de edad, sus padres murieron y fue puesto junto a su hermano bajo la tutela de su abuelo paterno Jean de Craon.

Su abuelo era un noble que le gustaba organizar y controlar todo lo que le rodeaba. Siendo la tutora legal de los dos niños, rápidamente pensó en buscarles una esposa con dinero e influencia. Esto era algo habitual en aquellos años, y estos matrimonios concertados solían estar basados en dinero y poder. Gilles de Rais tenía solo doce años, pero su abuelo estaba empeñado en casarlo con otra niña de alguna poderosa familia noble.

Jean de Craon intentó casar a Gilles de Rais en dos ocasiones, pero no fue hasta la tercera cuando tuvo éxito. En 1420  Gilles se tuvo que casar a pesar de su corta edad por imposición de su abuela, y lo hizo con Catherine de Thouars. Ella también era muy joven, pero su familia era muy influyente y esto era  precisamente lo que buscaba el abuelo de Gilles.

Estos vínculos que hacían los matrimonios concertados, reforzaba la nobleza uniendo títulos, fortunas y tierras. El amor poco tenía que ver en este sentido, ya que los desposados solían ser todavía niños. Obviamente, no hacían vida de matrimonio convencional ya que tenían que seguir bajo la supervisión de adultos. Parece ser que este control ejercido sobre la vida de los demás no gustaba a Gilles de Rais. Aun viviendo en la opulencia, todo lo que hacía estaba controlado al milímetros, incluso su vida amorosa.

2 – La guerra de los 100 años

A lo largo de la historia, Francia e Inglaterra han tenido más de un altercado. La guerra de los 100 años fue una prueba clara de este enfrentamiento entre ambos reinados. Finalmente fue Francia la que se hizo con la victoria, y esta guerra dio lugar a muchas grandes batallas y muchos héroes.

Uno de estas leyendas fue Juana de Arco, la cual estuvo en la sitiada Orleans para echar a los ingleses. No solo los ingleses fueron expulsados, sino que se produjeron cambios que definitivamente sacaron a los ingleses de Francia. Se coronó al rey de Francia Carlos VII y el país volvía a ser soberano y victorioso.

Juana de Arco ayudó a que Carlos VII fuera coronado y que Francia volviera a ser un país libre. Curiosamente, siempre dijo que un ángel le había encomendado la misión de que el Carlos VII fuera rey. La película “Juana de Arco” con Milla Jovovich explica de una forma muy fiel lo que pasó, y por tanto la aconsejamos.

Durante las batallas que culminaron con la batalla de Orleans, Juana de Arco tuvo a su lado un buen número de oficiales. Uno de ellos fue asignado personalmente por el futuro rey Carlos VII para que fuera el guardaespaldas de Juana de Arco. Este oficial era Gilles de Rais, el cual tenía el título de Barón en aquel momento.

Gilles de Rais luchó en la batalla de Orleans y demostró ser un formidable guerrero, aparte de un impresionante estratega militar. Sus años de estudio le habían dado unos conocimientos que eran muy valiosos en el campo de batalla. Sin embargo, lo más destacable fue la relación que se formó entre Gilles y Juana de Arco.

3 – Juana de Arco y Gilles de Rais

Juana de Arco estuvo en la recta final de la guerra de los 100 años, pero fue suficiente para elevarla al pedestal de la gloria. Juana junto a los sus oficiales y al ejército que le habían asignado consiguió lo que parecía imposible. De ahí que se la conozca como la heroína de la guerra entre francesas e ingleses.

Sus oficiales también fueron considerados héroes por su valor en batalla y su buen hacer con las tropas. Gilles de Rais tuvo aquí su momento cumbre en todos los sentidos. Había cumplido su misión encomendada por Carlos VII de proteger a Juana de Arco. También había luchado en la batalla decisiva para liberar Francia. Por todo esto el rey le nombró Mariscal de Francia.

La relación de Juana de Arco y Gilles de Rais fue muy estrecha. Les unión el objetivo común de liberar Francia y que hubiera un rey de forma oficial. Aparte de eso, les unió una gran amistad que se forjó tras muchas escaramuzas y horas planeando los siguientes ataques. Dado que Gilles tenía la misión de proteger a Juana, apenas se separaba de ella. Todo esto hizo ambos confiaran ciegamente el uno en el otro.

En la coronación de Carlos VII, Gilles de Rais fue uno de los cuatro caballeros asignados para asistir al rey en su coronación. Uno de los honores que se le daban era entregar al rey la Sagrada Ampolla, que era un envase donde estaba el óleo santo usado para dar la bendición a los reyes de Francia. Corría el año 1429 y Gilles de Rais tenía títulos, tierras, poder y sobre todo prestigio y honor.

Sin embargo, se acercaban tiempos oscuros para el joven Mariscal con el final de la guerra. Todavía no había surgido el demonio que tenía dentro y que lo cambiaría todo.

4 – El poder y la avaricia

Como se ha dicho, Gilles de Rais había llegado al punto cúspide de su carrera con la liberación de Francia y la coronación del rey. Aunque ya era un noble adinerado, con el título de Mariscal de Francia y lo que le fue asignado por sus servicios, se convirtió en uno de los hombres más poderosos del país.

El problema llegó cuando le tocó volver a la vida civil y hacerse cargo de sus responsabilidades como noble y Mariscal de Francia. La educación que le había dado su abuelo Jean de Craon era conseguir el máximo poder y dinero posible. Por ello, si meta fue aumentar su fortuna e influencia política en Francia.

Gilles de Rais que quiso seguir los pasos de su abuelo en política, donde había destacado bastante. Sin embargo, aunque Gilles era un noble inteligente y con una buena educación, era demasiado ingenuo para triunfar en ese mundo tan complejo y duro. Si en batalla había sido respetado y venerado, en política no le vieron nunca como alguien a tener en cuenta.

Junto a su entrada en la vida política, se metió en negocios de arte para invertir y multiplicar su fortuna. Sin embargo, esto tampoco se le dio bien ya que empezó a gastar su dinero y patrimonio en toda clase de objetos de dudoso valor. Su fortuna personal y familiar empezó a menguar y sus inversiones fallaban una y otra vez.

5 – Gilles de Rais – El asesino

Las inversiones de Gilles se volvieron cada vez más arriesgadas en un intento de recuperar lo que había perdido. También se obsesionó con la religión, e incluso dio una gran cantidad de dinero para financiar una enorme iglesia. Sin embargo, al mismo tiempo comenzó sus actividades en religiones más paganas.

Empezó a investigar y relacionarse con personas metidas en lo oculto. Uso el poco dinero que le quedaba en contratar a alquimistas, supuestos magos y brujos. La idea era hacer algún tipo de pacto que le ayudara a recuperar su fortuna y posición en la sociedad francesa.

Sus flirteos con lo oculto coincidieron con el comienzo de las desapariciones de niños. Muchas de ellas ocurrían cerca de uno de los castillos de Gilles de Rais. Los rumores no tardaron en aparecer, donde algunos testigos habían visto a Gilles llevarse a algunos de los niños.

Las autoridades no dieron el grito de alarma, aun teniendo testigos. El motivo era que Gilles de Rais era todavía muy poderoso e influyente y le tenían miedo. La gente de las aldeas vecinas tampoco quería meterse en líos y se ignoraron estos raptos durante varios años. En 1437 hubo testigos del enterramiento de docenas de cuerpos de niños en las tierras del noble, pero aun así se ocultó.

Muchos piensan que en aquella época al ser de la nobleza y además un héroe de guerra, hacía muy difícil llevarle frente a la justicia. Sin embargo, incluso algunos sacerdotes habían oído sobre las actividades de Gilles con lo oculto y sobre los niños desaparecidos.

6 –Satanismo y Rituales

Gilles de Rais estaba cada vez más obsesionado con temas relacionados con los poderes oscuros y la alquimia. Lo cierto es que muchos nobles jugaban con el tema de la alquimia, sobre todo buscando como transformar plomo en oro. En otros casos la idea era conseguir la inmortalidad o algún poder sobrenatural.

El problema es que estas artes oscuras estaban prohibidas, ya que lo consideraban magia negra y relacionada con el diablo. Esto no desanimó a Gilles de Rais, el cual estaba cada vez más metido en todo tipo de rituales y experimentos con lo oculto. En muchos de estos rituales Gilles necesitaba personas para ser sacrificados, y esto explica las desapariciones.

Para hacer los secuestros y posteriores sacrificios, Gilles se rodeo de un grupo sirvientes sin escrúpulos. Cuando no hacía el mismo los secuestros lo hacían sus sirvientes. Sin embargo, uno de los peores personajes que contrató fue un alquimista y sacerdote llamado François Prelati. Decía poder conjurar demonios y de hecho estaba en contacto con un demonio llamado ‘Barron’.

Cuando Gilles fue detenido más adelante, dijo que nunca había sacrificado niños a Satán. Sin embargo, utilizaba partes de sus cuerpos para hacer los rituales que aconsejaba Prelati. Obviamente eso significaba que sus víctimas eran asesinadas para hacer los rituales.

Lo cierto es que Prelati era un farsante que le sacó mucho dinero a Gilles de Rais. Parece ser que se aprovechó de la obsesión por Gilles de conjura demonios y que le ayudaran a conseguir fortuna y privilegios. Cabe destacar que el demonio ‘Barron’ solo aparecía cuando Gilles no estaba en la habitación, y siempre exigía más dinero para seguir apareciendo. Aparte de estafador también era cómplice de los asesinatos porque usaba los trozos de los cuerpos para sus conjuros.

7 – La detención de Gilles de Rais

El tiempo iba pasando y Gilles seguía con sus rituales sin que la justicia o nadie se interpusiera. Sin embargo, su hermano Rene de Rais y otros miembros de su familia estaban muy preocupados cuando sus actividades llegaron a sus oídos. Ya no era solo por las historias de misas negras y rituales, sino por el despilfarro de la fortuna familiar.

Su hermano Rene impidió que Gilles vendiera uno de los castillos familiares. De hecho, se fue a vivir a dicho castillo para asegurarse de que su hermano no lo pudiera vender. Esto hizo que Gilles de Rais se asustara mucho por varios motivos. Uno de ellos es que su familia estaba poniendo límites a las únicas fuentes de ingresos que le quedaban, que era vender las propiedades familiares.

Pero el problema más grave era que el sitio que Gilles iba a vender era el castillo de Champtoce. En una de las torres del castillo había al menos cuarenta cuerpos de niños que había matado, junto a instrumental esotérico y otros materiales. Lo pensaba limpiar antes de venderlo, pero no imaginaba que su hermano René se fuera a vivir allí.

Para evitar que su hermano Rene se enterara de sus macabras actividades, envió a dos sirvientes al castillo de Champtoce. La idea era que lo limpiaran todo antes de que su hermano apareciera en el castillo. Así lo hicieron, y hubo testigos que les vieron mover cuerpos aunque no dijeron nada.

René de Gilles iba a moverse al castillo, pero antes envió a su primo Andre de Laval-Loheac a la casa para que revisara el estado. En teoría ya no quedaba ningún cadáver, pero los sirvientes de Gilles se olvidaron de quitar dos esqueletos en una de las torres. Andre de Laval-Loheac denunció esto y las autoridades interrogaron a los sirvientes de Gilles de Rais, al haber estado “moviendo cosas” unos días antes.

Sin embargo, no llegaron a nada concluyente aun siendo claro que ahí pasaba algo muy extraño. También estaban los rumores de los niños desaparecidos, pero aun así Gilles de Rais no fue detenido.

Curiosamente, el noble fue detenido por un problema que tuvo con un sacerdote local. Era el año 1440 y se le acusó de secuestrar a un sacerdote a consecuencia de  una disputa. Pero el problema fue que durante el arresto de Gilles aparecieron otros cuerpos en otras propiedades del noble francés. Esto le llevó a ser acusado de los crímenes de un número indeterminado de niños.

8 – La ejecución del Mariscal de Francia

Las autoridades empezaron a interrogar a todos los sirvientes de Gilles de Rais,  finalmente confesaron todo. Los crímenes eran tan horribles que causaron un profundo impacto en las autoridades y el pueblo francés. Gilles de Rais violaba y mataba a sus víctimas secuestradas, algunas veces de una forma tan sádica que era difícil de imaginar.

Comenzaron a aparecer muchas familias denunciando como habían desaparecidos sus hijos. También salieron a la luz la obsesión de Gilles por lo oculto y la alquimia. Se habló de los rituales satánicos que había hecho usando partes de las víctimas que había matado. Estaba claro que estaban frente a un monstruo.

Solo faltaba que el propio Gilles de Rais confesara sus crímenes, y se llegó a pensar en una sesión de tortura para hacerle hablar. Sin embargo, no hizo falta porque lo confesó directamente en cuanto fue acusado de los terribles crímenes. Confesó haber matado al menos 200 niños y niñas. Aun siendo un noble y héroe nacional, fue condenado a la horca y ser quemado.

Gilles de Rais fue ejecutado el 26 de octubre de 1440. De ser un héroe nacional se convirtió en uno de los peores monstruos que había tenido Francia.

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