Aunque te cueste reconocerlo, la mayoría de nosotros podemos tener alguna pequeña fobia, pero algunas personas tienen fobias acaban controlando sus vidas. Hay muchos tipos de fobias aunque algunas pueden ser de las más extrañas que nos podamos imaginar. Muchas fobias extrañas están relacionadas directamente con los tiempos en los que vivimos. Algunas de las que se comentarán seguramente las conozcas, pero otras seguramente ni te las creas. Empezaremos con una que seguramente te suena sobre todo por las películas de cine.
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Agorafobia y el miedo a los espacios abiertos
Seguro que lo hemos visto alguna vez en un thriller o incluso en alguna comedia, pero lo cierto es que la agorafobia existe de verdad. Básicamente los que lo sufren tienen miedo incluso de cruzar la calle. Hay varios tipos de esta fobia y pueden variar de intensidad y síntomas. Par algunos puede ser no poder pisar la calle y tenerse que quedar en casa. Para otros puede ser no alejarse de su zona de comodidad, que puede ser su barrio o calle. No hace falta decir que los que lo sufren no viajan demasiado…
Miedo a cocinar también está en el grupo de Fobias Extrañas
Y empezando con las fobias extrañas tenemos el miedo a ponerse a cocinar, lo cual se llama mageirocofobia. Esta extraña enfermedad debilita a la persona que lo padece y puede llevar a tener una alimentación poco sana si se vive solo. El fondo de esta fobia viene de que se sienten intimidados por la gente que cocina muy bien, aunque esto es una de las teorías que nos dan los expertos. Por suerte, no es algo común y es difícil que veamos a alguien que lo sufra.
Miedos a las muñecas
En este caso, hay más gente de lo que nos pensamos. De hecho, seguramente más de uno que esté leyendo este artículo sienta algún escalofrío con algunos muñecos o muñecas. Este miedo se llama pediofobia, el que lo sufre no solo tiene miedo a ciertas muñecas, sino a todas. La fobia se puede extender a otras cosas con figuras humanas, como pueden ser incluso maniquíes. Los psiquiatras piensan que hay algunas personas ven en las figuras humanas falsas algo horrible y antinatural. Lo cierto es que algunas películas de Hollywood tampoco han ayudado mucho, como es el caso del film “Annabel”.
Hay otra fobia que está relacionada con este de alguna manera y es la automatonofobia, que es el miedo a los muñecos de los ventrílocuos. En esta categoría también se podrían incluir los maniquíes, aunque suelen ser siempre los anteriores. Lo cierto es que a mi tampoco me han gustado nunca este tipo de muñecos, y siempre me han parecido siniestros. Sin embargo, cuando se tiene automatonofobia el miedo es muy exagerado y la reacción a ver uno de estos muñecos puede ser desmedida.
Terror a tener una conversación en la comida o cena
Si, lo sabemos. Esto ya suena rarísimo pero es algo que existe en nuestra sociedad. Se llama deipnofobia y deshabilita a ciertas personas para que puedan hablar en comidas y cenas con muchos invitados. Se piensa que este miedo puede venir de algunas estrictas normas de etiqueta que se tienen que seguir en algunos eventos. No es algo que pase en una comida habitual de empresa o en una boda, pero en situaciones más formales puede afectar ciertas personas. Si es cierto que hay gente más callada cuando está en una comida con más gente, pero en este caso es puro terror para abrir la boca.
Tener miedo a los espejos
Puede que esta fobia te suene más e incluso lo hayas visto en el cine o televisión. Su nombre es eisoptrofobia y aunque algo raro, hay bastante gente que lo sufre. Los niveles de miedo pueden variar. Puede ir desde los que no se quieren ni mirar al espejo hasta los que piensan que un espejo es algún tipo de puerta al más allá. Lo cierto es que se piensa que este miedo cae en viejas supersticiones, como por ejemplo lo de romper un espejo y tener mala suerte. Aparte de esto, los espejos siempre han tenido cierto grado de misticismo. Recordemos por ejemplo, el juego de ponerse frente a un espejo y decir “Bloody Mary” tres veces para que aparezca el espíritu de una bruja.
Temer a los demonios
Su nombre es demonofobia y en este caso posiblemente todos tengamos un poco de esto. Sin embargo, en un grado agudo, la demonofobia provoca un miedo atroz e irrefrenable a lo sobrenatural relacionado con diablos y espíritus malignos. Esto hace que quién lo sufre tenga miedo de hacer muchas cosas, como por ejemplo ir a ciertas partes solo, ver ciertas películas o incluso hablar de ello. También suelen llevar objetos cerca, como son crucifijos, agua bendita, estacas de madera o incluso armas con balas de plata. ¿Exagerado? Puede que si, pero eso es lo que hacen los que tienen demonofobia.
No poder sentarse por miedo
Aunque parezca increíble, hay gente que siente pavor a sentarse. Estas personas tienen catisofobia y no está claro de donde se origina este extraño miedo. Algunos expertos lo relacionan con castigos corporales que se recibieron en la infancia o miedo de sentarse frente a un cierto público. Los síntomas suelen ser sudor incontrolado, respiración agitada y una fuerte ansiedad.