¿Quién no recuerda la película de Kubrick “El Resplandor”? En la película Jack Torrance y su familia van a pasar el invierno al Hotel Stanley en las montañas. Su tarea es hacer el mantenimiento del hotel en los duros meses de invierno en total aislamiento. Por supuesto, el hotel acaba estando encantado y los fantasmas no hacen fácil la estancia de la familia.
Tanto la novela de Stephen King donde se basa la película, como la película en sí, fue un gran éxito y dio fama mundial al hotel Stanley. Sin embargo, ¿Qué hay de cierto en los fantasmas del Hotel Stanley? Se habla mucho de que en el verdadero hotel Stanley podría haber algo sobrenatural. Lo cierto es que hay una extraña historia detrás del hotel que ya da un poco que pensar.
La historia de los inicios del hotel
La historia empieza con Freelan Oscar Stanley, el cual se dedicaba a muchas cosas. Junto a su hermano tuvieron bastante éxito inventando cosas, siendo uno de los más populares un motor a vapor. Debido a la enfermedad de su mujer, Freelan Oscar Stanley se trasladó a las montañas rocosas de Colorado por su clima. Encontraron un lugar que les gustaba en Estes Park, donde en 1909 decidieron construir un hotel.
Las historias sobre los fantasmas del Hotel Stanley empezaron al poco tiempo de inaugurarse el hotel. Las mujeres de la limpieza fueron las primeras en quejarse de que ocurrían cosas extrañas. Sin embargo, un accidente ocurrido dos años después de la inauguración dio lugar a todo tipo de rumores.
Una fuerte tormenta dejó sin suministro eléctrico al hotel, por lo que tuvieron que recurrir a la luz de emergencia, que eran las lámparas de gas. La encargada de encender las lámparas en diferentes partes del hotel era la ama de llaves. En la habitación 217 ocurrió algo inesperado y es que había un escape de gas que la mujer no percibió. Hubo una tremenda explosión cuando fue a encender la lámpara, provocando que se hundiera el suelo.
La ama de llaves fue a parar al piso de abajo, aunque no murió en el accidente. Sin embargo, se rompió los dos tobillos con la caída. Todo esto dio pie a que el hotel tenía vida propia y había fuerzas sobrenaturales con las que había que tener cuidado.
Los fantasmas del Hotel Stanley
Muchos piensan que los fantasmas del Hotel Stanley fueron realmente unos rumores que propagó el propio Freelan Oscar Stanley. A principios del siglo XX los temas de ocultismo y lugares con espíritus estaban de moda. Las sesiones de espiritismo eran habituales y atraía a mucha gente. Las historias de que había fantasmas rondando las habitaciones del Hotel Stanley consiguieron que llegaran miles de visitantes todos los años.
Muchos de los clientes que estuvieron en el hotel decían que podían sentir estos fantasmas. Algunos decían que podían ver sombras moverse, niños reírse o correr por los pasillos sin que hubiera nadie y cosas moverse sin motivo. Parece que la “actividad fantasmal” era mucho más intensa en la cuarta planta del hotel, donde había ocurrido la explosión.
Por supuesto, la habitación 217 era de las más conocidas por su actividad paranormal, pero también había otras. En la habitación 428 muchas personas que se hospedaron en el hotel dijeron que habían visto un fantasma. Muchos juraban que cuando entraban en la habitación había una persona sentada en la cama que les daba la bienvenida al Hotel Stanley. Luego resultaba que nadie conocía a esa persona y no era empleado del hotel.
La actualidad del Hotel Stanley
No hay duda que la novela y la película de “El Resplandor” aumentaron la popularidad del Hotel Stanley. Muchos piensan que lo salvó de tener que cerrar ya que las cosas no le iban muy bien. Hoy en día sigue aceptando clientes e incluso tiene fines de semana terroríficos, como si fuera un pasaje del terror gigantesco.
La experiencia de pasar un fin de semana de terror en el Hotel Stanley incluye excursiones nocturnas por el hotel, bailes al estilo de los años veinte (como en la película) y otras actividades. Incluso hay una cena misteriosa donde se organiza una trama de asesinatos donde todo es interactivo. Los clientes se ven inmersos en el argumento como si fuera una novela de Agatha Christie.