Indice de Contenidos
- ¿Sabías esto de la familia Real Saudí?
- 1 – Les gusta llevar mucho equipaje en sus viajes
- 2 – En las fiestas no falta de nada
- 3 – Hay muchas envidias y conflictos internos
- 4 – Aplican la Sharia incluso de forma interna
- 5 – Tienen inmunidad en algunos delitos graves
- 6 – Su código moral es muy peculiar
- 7 – Existe la venta de seres humanos
- 8 – Hay una censura bestial
- 9 – Muchas compañías no se fían de la familia real
- 10 – El parecido de Arabia Saudí con Corea del Norte
¿Sabías esto de la familia Real Saudí?
Oriente Medio es un lugar de grandes contrastes. Por un lado hay conflictos, atentados y guerras y por otro hay sitios donde la riqueza es enorme. En todos los casos parece que el denominador común es el petróleo. Oriente Medio tiene una gran cantidad de este líquido negro y en la actualidad todo el mundo lo necesita. Esta necesidad ha llevado a los conflictos mencionados, dictaduras, opresión y en muchos casos las vidas de gran número de personas. Arabia Saudí es el país más grande de Oriente Medio y el que posee más petróleo. Por desgracia, la gente que vive en este país no siempre tiene la posibilidad de disfrutar de esta riqueza. Todo el dinero que da el petróleo se lo queda la familia real Saudí.
Es una familia muy grande, y es difícil decir cuantos miembros tienen, aunque son varios miles, siendo solo dos mil los que se encargan a la riqueza familiar.
Dentro de la familia real Saudí hay luchas internas para conseguir su parte del pastel, y solo unos pocos son los que lo disfrutan realmente. En este caso es el rey y sus más allegados. El modo en que se gastan el dinero y los lujos que tienen es bien conocido por muchos. En este artículo daremos algunas cosas en la que esta familia real se gasta los cuartos.
1 – Les gusta llevar mucho equipaje en sus viajes
La familia real Saudí pertenece a lo que se llama la Casa de Saud. El que está a la cabeza es una persona muy rica. Para acortar su larguísimo nombre diremos que es Salman bin Abdelaziz. Se sabe que los miembros de esta familia suelen llevar mucho equipaje con ellos cuando salen del país, pero en el caso de Abdelaziz lo ha llevado al extremo. En un viaje a Indonesia de nueve días que hizo se llevó 460 toneladas de equipaje. Lo que llevaba como equipaje fueron dos limusinas y dos elevadores eléctricos entre otras cosas.
Solo el Rey Salman le gana en cantidad de equipaje que se suele llevar. En uno de sus viajes las aerolíneas en las que viajaba tuvo que contratar a casi 600 personas solo para que se hicieran cargo del equipaje del rey.
2 – En las fiestas no falta de nada
Si eres de occidente no verás raro que en una fiesta se beba alcohol o incluso puedes ser tolerante si se acompañan de ciertas sustancias recreativas. Sin embargo, en el mundo musulmán todo está estrictamente prohibido beber alcohol o tomar drogas. Arabia Saudí es un país que lleva a rajatabla las creencias del Islam y beber alcohol es impensable. A no ser por supuesto que seas de la familia real. .La familia real Saudí está por encima de la ley y pueden hacer lo que quieran. Muchos de los que han trabajado cerca de esa familia han dicho que el alcohol y las drogas son algo común en las fiestas que hacen.
Lo irónico es que muchos miembros de la familia real no dejan de decirle al pueblo la importancia de respetar la ley. Son los primeros que promulgan que el castigo es necesario si se quebranta. Sin embargo, tienen suficiente dinero para comprar su privacidad y anonimato a la hora de hacer sus fiestas. Hablar más de la cuenta sobre estas fiestas puede ser peligroso, por lo que los testigos que han hablado sobre ello no están en Arabia Saudí por su seguridad.
3 – Hay muchas envidias y conflictos internos
Hay una gran cantidad de príncipes en Arabia Saudí pero solo hay un trono que ocupar. El deseo de subir al trono es muy fuerte y existen problemas en este sentido, aunque la mayoría de las veces queda de modo privado. Estos conflictos se pudieron ver de cerca hace unos años. En 1975 estaba el rey Faisal, el cual era bastante querido por el pueblo. Tenía una buena relación con Estados Unidos y se preocupaba de la gente. Invirtió mucho dinero en modernizar el país y mejorar el nivel de vida del pueblo, lo cual no era común.
Su nieto era el príncipe Faisal Ibu Musaed, el cual odiaba al rey y pensaba que el era que tenía que estar en el trono. También le acusaba de la muerte de su hermano unos años atrás. Durante un evento frente a toda la nación, el nieto del rey le disparó tres tiros. El rey Faisal murió poco después a causa de las heridas. El príncipe fue declarado culpable de regicidio y fue decapitado públicamente pocos meses después.
4 – Aplican la Sharia incluso de forma interna
Como se ha dicho, la familia real suelen estar por encima de la ley, aunque hay excepciones. Como se ha comentado antes, un príncipe fue decapitado por matar al rey. No es el único caso. La princesa Misha’al bint Fahd era muy querida en general. Tenía solo 19 años y según la tradición tenía que casarse con uno de sus primos en contra de su voluntad. Ni siquiera la gustaba como primo pero era algo que no podía eludir. Al poco tiempo se enamoró de un hombre y tuvieron una aventura. Sabían lo peligroso que era esto y decidieron escapar de Arabia Saudí.
Tanto la princesa como su amante fueron capturados antes de poder escapar. El castigo fue ejemplar. Ambos fueron llevados a una plaza pública y primero se ejecutó a la princesa de un tiro en la cabeza. Se hizo así por petición de su abuelo, ya que normalmente el adulterio se castiga con la lapidación. El amante fue el segundo en morir, y fue decapitado en ese mismo lugar con una espada. Se necesitaron varios golpes de sable para realizar la ejecución.
5 – Tienen inmunidad en algunos delitos graves
Se puede pensar que la familia real Saudí tiene todo el dinero del mundo y no le hace falta meterse en asuntos turbios. Sin embargo, no es el caso y esto se pudo comprobar en el año 2004. El príncipe Nayef bin Fawwaz intentó pasar dos mil kilos de cocaína desde Colombia a Europa usando su avión privado. La idea era vender la cocaína y luego lavar todo el dinero por medio de uno de sus propios bancos. El problema es que las autoridades francesas le cogieron con las manos en la masa. La Casa de Saud intervino para proteger al príncipe y demandaron que lo dejaran libre. Amenazaron con romper dos importantes negocios que Arabia Saudí tenía con Francia si no lo liberaban. ¿Qué ocurrió? Dejaron al príncipe libre y solo encerraron unos cómplices que le habían ayudado con la droga.
6 – Su código moral es muy peculiar
La Casa de Saud ha dictado leyes muy polémicas a lo largo de los años. La población no puede hacer nada al respecto y tienen que respetar estas leyes sin protestar. Hay un comité especial en Arabia Saudí que protege la virtud y previene el vicio. Así se aseguran de que la gente no se comporta como muchos pervertidos que existen en occidente. En 2013 hubo un curioso caso al respecto donde un hombre de 21 llamado Abdulrahman años vio un video en YouTube donde se ofrecían abrazos gratis. Lo que se le ocurrió a Abdulrahman fue hacer lo mismo en Arabia Saudí y empezó a ofrecer estos abrazos gratis. El comité de la virtud no tardó en arrestarle y fue acusado de acciones criminales. Actualmente no se sabe donde está, pero tiene suerte de no estar en la cárcel
7 – Existe la venta de seres humanos
En Arabia Saudí la prostitución está totalmente prohibida. Sin embargo, la Casa de Saud no sigue este criterio al pie de la letra. Para poner un ejemplo, la fiesta de Halloween está prohibida en el país porque tienen una naturaleza anti islámica. Aun así el príncipe Faisal al-Thunayan hizo una gran fiesta para celebrar Halloween en su palacio. Fueron casi 200 hombres y mujeres a la fiesta, aunque en el caso de las mujeres no fueron por decisión propia. Las mujeres se pusieron a la venta en la fiesta, por lo que se estaba traficando con humanos. Cuando la familia real Saudí se enteró de esto, lo ignoraron y amenazaron a cualquier que hablara sobre ello. Al final se supo lo la verdad gracias a una filtración de WikiLeaks, que puedes ver aquí.
8 – Hay una censura bestial
Como se ha visto antes, WikiLeaks ha revelado muchas cosas de la familia real saudí, aparte de otros secretos en el mundo. No es extraño que se persiga tanto a este sitio Web y se quiera censurar la información que dan. Arabia Saudí es uno de los peores enemigos de WikiLeaks y es obvio que esta Web está prohibida en Arabia Saudí. Incluso decir el nombre de este portal de Internet puede acarrear grandes problemas. La censura impuesta por la familia real es grande en muchos sentidos. Hay cosas de las que no se puede hablar y los castigos pueden ser muy severos. Incluso dentro de la familia real, hay ciertas cosas que se tienen que pedir al rey antes de hacerlas.
9 – Muchas compañías no se fían de la familia real
Ya hemos dicho que la familia real Saudí tiene una gran cantidad de dinero. Pueden comprar todo lo que se propongan y aun así seguirían teniendo toneladas de dinero. Sin embargo, muchas compañías importantes en el mundo no quieren hacer negocios con la familia real. El motivo es que muchas veces no pagan las facturas que les envían. Uno de los casos más conocidos fue cuando uno de los príncipes de la Casa de Saud se negó a pagar un millón y medio dólares a una compañía italiana de limusinas. No es un hecho aislado ya que existen muchos casos similares.
10 – El parecido de Arabia Saudí con Corea del Norte
Arabia Saudí es uno de los países con mayor opresión en el mundo entero. No hay elecciones, ni partidos políticos ni existe un parlamento. El país pertenece al rey Salman y su familia. Pueden hacer lo que quieran en cualquier momento. El resto del mundo no dice nada al respecto porque son los que distribuyen la mayor parte de petróleo que existe. Se considera que Arabia Saudí es el peor lugar del mundo en cuestión de derechos civiles y libertad política. Solo Corea del Norte y algunos países africanos bajo una dictadura están considerados de forma similar. Un bloguero llamado Raif Badawi se atrevió a denunciar esto en Arabia saudí y fue castigado con mil latigazos y diez años de cárcel.
Recibir los mil latigazos a la vea seguramente lo matarían, por lo que se le aplicaron 50 latigazos todos los viernes durante 18 semanas. De esta manera las heridas daban tiempo a curarse hasta la siguiente ronda de latigazos.