Indice de Contenidos
- 1 – Factores de los Samuráis que te harán cambiar tu punto de vista
- 2 – Probaban sus espadas cortando a personas por la mitad
- 3 – La práctica del “Tsujigir”
- 4 – Las mujeres tenían que pagar por casarse con un samurai
- 5 – El estricto código del bushido
- 6 – Los samuráis no eran muy amables con los perros
- 7 – El destino de los samuráis
1 – Factores de los Samuráis que te harán cambiar tu punto de vista
¿Qué sabes de los samuráis? En las películas y novelas nos lo han descrito de un modo muy preciso, donde se nos muestran como unos honorables guerreros que servían y protegían a las comunidades. Sin embargo, hay otra versión muy diferente sobre estos personajes del antiguo Japón. Lo cierto es que lo que mucha gente no sabe es que eran de la nobleza y solían aprovecharse de su posición. De hecho, algunas de las cosas que hacían harán que se nos hiele la sangre debido a su extrema crueldad y sadismo.
Estos son algunos factores de los Samuráis que no sabías.
2 – Probaban sus espadas cortando a personas por la mitad
Como muchos sabrán, la espada tradicional japonesa es la katana. Había un procedimiento llamado “Tameshigiri” que significa “prueba de corte” y no solo lo practicaban los samuráis sino otros guerreros también. Sin embargo, esta práctica se asoció generalmente a los samuráis. Lo que se hacía era probar la calidad de la espada en muñecos rellenos de paja y vestimentas varias.
Por otro lado, algunas veces la persona que compraba la espada podía ser de alta jerarquía o muy adinerada. En este caso algunas veces la espada era probada en un ser vivo, el cual era un criminal condenado a muerte. Dependiendo de lo que había hecho el detenido, podría perder solo un miembro del cuerpo o podía ser cortado por la mitad.
En la venta de la katana, cuanta más facilidad en cortar el preso, mayor era la calidad del arma. Era una práctica muy cruel que solo se aplicaba a criminales, aunque no lo hace menos espeluznante.
3 – La práctica del “Tsujigir”
Durante un periodo de la historia de Japón había una práctica no oficial conocida como “Tsujigir”. Era algo realmente injusto y cruel, aunque por suerte no estaba extendido entre todos los samuráis. Consistía en que cuando un samurái conseguía una nueva espada o aprendía una nueva técnica de combate, se daba una vuelta de noche para probarlo con la primera persona que se encontrara.
Aunque estas prácticas eran totalmente ilegales, solo unos pocos samuráis fueron arrestados por practicarlo. En la mayoría de los casos nunca quedaban testigos. En algunos casos donde se pudo ver como el samurai cometía el crimen, era difícil condenarlo por su estatus social.
De hecho, se sabía que los samuráis mataban personas que supuestamente les habían insultado. Podía hacer esto siempre que la otra persona fuera de una clase menor, donde también se podían incluir otros samuráis. Sin embargo, había condiciones para hacer esto.
Para empezar, tenían que hacerlo al momento de creer haber sido insultados. En segundo lugar tenía que haber un testigo. El samuráis podía usar su propio sirviente como testigo, lo que significa que podía matar con bastante libertad sin preocuparse de la justicia.
4 – Las mujeres tenían que pagar por casarse con un samurai
El matrimonio en la era de los samuráis no era demasiado común. Dependía mucho de la clase de mujer que quería el samurai. Cuando la mujer era de una clase más baja, tenía que pagar para tener el privilegio de casarse con uno de estos guerreros tradicionales.
Por si fuera poco, tenía que ser unas mujeres totalmente sumisas y obedientes durante el resto de su vida. El samuráis decidía todo, incluso cuando quería tener relaciones íntimas. También se le permitía tener amantes sin que la mujer pudiera protestar. A cambio, la mujer tenía otros beneficios, como por ejemplo subir en el rango social.
Sin embargo, había una gran desventaja en estos matrimonios. Si el marido hacía algo deshonorable o básicamente metía la pata, la mujer tenía que suicidarse junto a él. El suicidio entre estos guerreros se hacía mediante un ritual llamado Seppuku. Se solía hacer para quitar la satisfacción a un rival de que acabara con él. Digamos que era un “antes de que me mates tú, me mato yo primero”.
El ritual consistía en abrirse el estómago con un pequeño cuchillo antes de que un ayudante le cortara la cabeza con su espada. Esto último se hacía para eliminar sufrimiento innecesario. Sin embargo, el Seppuku se podía hacer de otras formas, aunque era el más habitual.
El Seppuku que hacían las mujeres era algo diferente al que hacían los hombres. Consistía en cortarse el cuello en lugar de hacerlo en el estómago. También se tenía que atar las piernas para que al caer hacía delante la encontraran en una posición “digna”.
5 – El estricto código del bushido
El bushido se describe como un código que seguían los samurai donde lo más importante era e honor y el sacrificio personal sobre todas las cosas. Sin embargo, se cree que muchas de estas reglas eran seguidas cuando les convenía.
Fue en la segunda guerra mundial donde los ideales del bushido fueron de nuevo usados. Se usaba este código para que los soldados imitaran a los antiguos samuráis y lucharan sin ningún miedo e incluso que se mataran si hacía falta para acabar con el enemigo. Un ejemplo de este comportamiento estuvo en los conocidos “kamikazes”, donde estrellar los aviones contra los barcos era la última muestra de sacrificio.
6 – Los samuráis no eran muy amables con los perros
Aparte de la espada, estos guerreros también usaban bastante los arcos y flechas. Usaban tanto esta arma que desarrollaron un entrenamiento que consistía en perseguir perros mientras iban montados a caballo y los mataban a flechazos. Este ejercicio se llamaba inuoumono.
Con el tiempo este tipo de entrenamiento se hizo tan popular que otros nobles japoneses empezaron a practicarlo y competir entre ellos para ver quien disparaba mejor. Algunas veces las flechas no tenían punta, por lo que los perros no eran heridos ni morían.
Era una forma de no estar constantemente comprando nuevos perro para hacer estas prácticas. Está claro que los derechos de los animales no eran lo prioritario en aquellos tiempos.
7 – El destino de los samuráis
Cuando un samurai caía en la deshonra y no era capaz de suicidarse mediante Seppuku, se convertía en un ronin. Esto era un rango social muy bajo, aunque lo curioso era que los samuráis en desgracia seguían comportándose con prepotencia y orgullo hacia los demás. De hecho, muchos se negaban a trabajar en los empleos habituales porque estaba por debajo de ellos.
Debido a esto, muchos “ronin” se convertían en guardaespaldas, mercenarios o incluso se pasaban a una carrera delictiva para poder ganarse la vida. Por lo que se ve era más legítimo que trabajar en cualquier otra cosa.
Como curiosidad, también existía otro tipo de samurai caído en desgracia llamado kabukimono. Estos guerreros preferían esta alternativa a suicidarse, auque había diferencias con los ronin. Se vestían de forma extravagante con peinados que se salían de toda lógica. La vida que llevaban no era precisamente la más aconsejada, y solían acabar teniendo varios problemas por su comportamiento. Por ejemplo, no pagaban sus deudas e incluso se iban sin pagar de los restaurantes. Era una situación donde tocaban fondo con su dignidad.