Spencer y Tiffany Reilly son una pareja de recién casados que estaban de luna de miel en Gansbaai, Sudáfrica. Decidieron hacer algo emocionante e intenso que les hiciera recordar estas vacaciones, y decidieron sumergirse en aguas donde hay tiburones blancos, aunque obviamente dentro de una jaula. Este tipo de tours son muy habituales en diferentes zonas donde habita el gran tiburón blanco y atrae a miles de turistas todos los años. Sin embargo, no se esperaban lo que les iba a pasar.
Cuando estaban metidos en la jaula esperando a ver uno de estos grandes peces, de las turbias aguas un enorme tiburón les embistió metiendo toda la cabeza en la jaula. El tiburón no muerde a ninguno de los dos por centímetros. Lo único que les salvó fue que la jaula era ancha y pudieron echarse atrás a tiempo. Se puede ver en el video como el depredador muerde fuertemente los barrotes y queda a poca distancia del hombre. Fue toda una sorpresa y de hecho, la mujer que lo graba suelta un juramento. Realmente no fue un ataque directo a la pareja. Lo que pasó es que el tiburón perseguía un cebo atado a una cuerda que arrastraba el barco. Esto le llevó a darse un encontronazo con la jaula. La poca visibilidad hizo que se produjera el choque.
Según dijo Spencer Reilly, no les dio ni tiempo a tener miedo porque fue muy rápido. De hecho, luego dijeron que fue estimulante. Sin embargo, a la velocidad que iba el tiburón, sin los barrotes hubiera sido una muerte segura. Otra cosa que les salió fue que se suponía que tenían que tener las manos en la barra roja por seguridad. Por suerte no fue así porque hubieran estado en el camino del gran blanco.
El matrimonio subió el video a YouTube, el cual puedes ver, y recibió casi 300.000 ese mismo día. Ahora ya tiene más de 1300.000 visualizaciones. Esta pareja ya había tenido contacto con la vida salvaje en otras excursiones, como elefantes, jirafas y leopardos, pero seguro que se acuerdan de este encuentro para siempre. Echa un vistazo al video y piensa como hubieras reaccionado tú.