Si has pasado alguna vez por un puente suspendido o puente colgante, habrás notados que causa más miedo que uno fijo. El balanceo que tiene este tipo de puentes no da toda la seguridad que podríamos desear. Aun así suelen ser muy seguros… hasta que algo sale mal. Cuatro senderistas franceses estaban de ruta por Nueva Zelanda y pasaron por el puente Hopu Ruahine. Como hace mucha gente hoy en día, llevan cámaras GoPro para grabar todo el camino y así registrar su viaje para verlo más tarde y subirlo a sus canales de YouTube. Lo que no sabían era que iban a hacer una grabación algo accidentada. Uno de los amarres del puente se rompe y esta literalmente se da la vuelta tirándoles al agua de más abajo. La caída es de unos 9 metros y por suerte el agua del río amortiguó la caída.
Ninguno resultó herido por suerte. Aun así había en el puente señales de aviso de que no podían pasar más de diez personas. Según dijo uno de los senderistas después, cuando iban andando por la mitad del puente ya empezaron a escuchar sonidos extraños. Antes de poder saber lo que era fueron lanzados al agua en un segundo. Las autoridades dijeron después que la culpa la tuvo un cable que mantenía la estabilidad de la estructura. En el video quedó captado el momento en que caen, lo cual nos hace pensar en volver a pasar por uno de estos puentes.