Los gatos, esas mascotas que pueden provocar las opiniones más variadas, desde quienes los defienden a capa y espada, hasta quienes simplemente parecen no apreciarlos en absoluto. Con su personalidad que pareciera indiferente, hasta su porte orgulloso y su indiscutible sentido de independencia, el gato es un pequeño rey en su hogar. ¿Qué relevancia han tenido los Gatos a Través de la Historia?
Desde el año 3,000 A.c. se tienen los primeros registros de la domesticación de los felinos en el antiguo Egipto, lo que se cree que tuvo que ver con las habilidades cazadoras de los gatos y la abundancia de ratones que había en la civilización egipcia.
Pero más allá de su domesticación y de que actualmente son una de las mascotas predilectas, lo cierto es que la historia de los gatos y los humanos ha sido una verdadera relación amor-odio desde tiempo inmemoriales. A continuación veremos algunos datos curiosos acerca de los gatos a través de la historia, que seguramente te dejarán sorprendido.
Símbolos sagrados de Egipto
Su habilidad de cazadores es lo que ganó su lugar de importancia para la civilización egipcia. Los gatos se comían a las serpientes y a los ratones que amenazaban con destruir los cultivos, por lo que su valor para esta civilización también tenía que ver con aspectos económicos.
Fue así como se asoció una figura felina al dios Ra, quien representaba al sol, la naturaleza, la fertilidad y el amor. Por otra parte existía el dios Rerek, quien representaba a la oscuridad y cuyo símbolo era una serpiente. Se decía que cada noche Ra y Rerek batallaban entre sí y la victoria de Ra se manifestaba con la aparición del sol en el próximo amanecer. La diosa Isis, quien representaba a la luna, también poseía una cabeza de gato.
Gracias a estos roles del gato para los egipcios, los felinos eran considerados como animales sagrados e incluso existía la pena de muerte para toda persona que matara a un gato y en los hogares se declaraba luto cuando el gato de la familia moría. Los gatos eran momificados y enterrados de forma muy ceremoniosa.
¿Cómo se convirtieron en símbolos de la mala suerte?
Con el paso del tiempo y la invasión de la civilización egipcia por parte de los persas, la presencia de los gatos se fue extendiendo a través del mundo, pero en la mayoría de los casos conservaron el simbolismo místico que era asociado a ellos como seres espirituales y sagrados.
Esto empezó a cambiar durante la edad media con la llegada de la inquisición y las acusaciones de brujería que se hacía a muchas personas por parte de las cortes eclesiásticas. Los gatos negros empezaron a tomar un significado más oscuro, asociándolos con la noche o lo misterioso. Durante este tiempo los gatos fueron muy perseguidos y muchos de ellos sacrificados.
Se decía que las brujas se convertían en gatos negros durante la noche, de esta forma podían transitar sin ser notadas; también era frecuente pensar que los gatos podían ver a los seres espirituales tanto malignos como benignos y que tenían una conexión entre los dos mundos, tanto el físico como el espiritual, interpretación que algunas culturas aún le proporcionan.
Con el paso del tiempo se dejó de sacrificar a los gatos, pero estos conservaron su simbolismo, siendo así que se les asoció con la mala suerte. Contrario a esto, en algunos países como Irlanda su significado es totalmente a la inversa, siendo que los gatos negros simbolizan la buena fortuna.
Más allá de las supersticiones
Dejando de lado las supersticiones que se han dado en torno al gato, lo cierto es que su papel en la historia de la humanidad ha sido fundamental. Luego de la inquisición la población de gatos disminuyó tanto que se cree que esto propició la propagación de la peste en Europa, por lo que fue durante este tiempo que el gato recuperó su importancia dentro de la vida del hombre.
Como mascotas, los gatos pueden ayudarnos a reducir la ansiedad, mejorar nuestro estado de ánimo, incrementar la eficacia del sistema inmunológico y en los niños que tienen un gato desde edades tempranas puede ayudar a disminuir la probabilidad de desarrollar asma. Sin contar que son seres sumamente adorables.