Indice de Contenidos
- Curiosidades de los gladiadores con las que fliparás
- 1 – La pasarela de los muertos
- 2 – La diferencia de morir con honor o deshonor
- 3 – Los gladiadores que se hacía pasar por muertos
- 4 – El estatus de los gladiadores en la antigua Roma
- 5 – El papel representado antes de morir
- 6 – Los suicidios eran habituales en el círculo de gladiadores
- 7 – Los gladiadores atraían mucho a las mujeres
- 8 – El destino final de los gladiadores
Curiosidades de los gladiadores con las que fliparás
En los tiempos de la antigua Roma se podía vivir muy bien o estar en una posición muy crítica dependiendo de cada situación. El que nacía esclavo claramente no lo pasaba tan bien. Ser cristiano tampoco era un camino de rosas, por lo menos hasta que el cristianismo dejó de ser perseguido. Por otro lado estaban los gladiadores, los cuales tenían una situación algo diferente. Aquí es donde entran algunas curiosidades de los gladiadores que pueden que no sepas.
Se pueden hablar cientos de cosas sobre estos luchadores que divertían a la población romana. Vivían y morían para ofrecer el mejor espectáculo posible, y hay ciertos aspectos de su muerte de los que nos se suelen hablar.
Imagínate por un momento que eres un gladiador. Entras en la arena del circo romano donde acaban de terminar un combate previo. Caminas hacía el centro de la arena pasando al lado de cuerpos muertos y mutilados. Las carretas se van llevando a los cadáveres para dejar limpio el terreno. Suenan trompetas y el olor a sangre es muy fuerte. Es el momento de luchar y puede que morir. Estas son algunas cosas que muchos no cuentan sobre estos gladiadores romanos.
1 – La pasarela de los muertos
En la arena donde los gladiadores combatían había varias puertas de entrada, pero los que perdían tenían una puerta especial asignada. Los gladiadores podían luchar en solitario, en parejas o incluso en grupos contra otro número de luchadores. Después de la salvaje lucha los derrotados podían pedir piedad para no ser ejecutados.
Cuando alguien rogaba por su vida el que había organizado los juegos era el que tenían que decidir si esa persona vivía o moría. Se le llamaba el “editor” y tenía control total sobre el destino de los vencidos. Algunas veces este “editor” dejaba decidir a la audiencia que había disfrutando de los juegos.
Cuando la lucha había terminado, había que sacar a los muertos de la arena. Para ello salían unas carretas que iban recogiendo los cadáveres. Los sacaban por una puerta especial llamada “Porta Libitinensis”, que hacía referencia a la diosa Libitina. Después eran llevados a una sala donde les quitaban la armadura y luego eran enterrados en una fosa común.
2 – La diferencia de morir con honor o deshonor
Aunque podamos ver los combates de gladiadores como algo bestial e incivilizado, había un fuerte sentido del honor entre los luchadores. La forma en como vivían los gladiadores estaba centrada en el momento de su muerte, y luchar y morir con dignidad era muy importante.
Lo que hiciera un gladiador en la arena era la cúspide de su entrenamiento y la vida que había llevado hasta ese momento. Dependiendo de cómo actuara en la arena, su honor era reconocido. Sin embargo, podía ocurrir lo contrario. Cuando un gladiador moría, la forma en que tenían de sacarle de la arena dejaba su dignificad y honor intactos. Se le sacaba en una carreta entre los vítores y aplausos del público.
Cuando un gladiador mostraba cobardía en la arena, la forma de tratarle al morir no era tan digna. Si el luchador había llorado durante la lucha eso era una sentencia a muerte. La posibilidad de piedad quedaba anulada por completo. El cadáver no era llevado en una carreta, sino que era arrastrado por caballos como si fuera un saco. Eso era su castigo por mostrar su cobardía.
3 – Los gladiadores que se hacía pasar por muertos
Durante los combates de los gladiadores, a más de uno se le ocurría que podía librarse haciéndose el muerto. En la guerra ha funcionado muchas veces, pero en el caso de los juegos en el circo romano se las sabían todas.
Hacerse el muerto era algo que se hacía mucho, con la esperanza de que se lo llevaran de la arena y luego pudieran escapar. El plan era sin duda bueno, pero los romanos decidieron poner fin a estos intentos de engaño.
Cuando un gladiador caía presuntamente muerto en la arena, antes de que llegaran los carromatos para llevarse el cadáver había un procedimiento habitual. Salía un esclavo con un garrote o una pesada roca y golpeaba fuertemente las cabezas de los caídos en combate. De esta manera se aseguraban de que nadie se libraba de su destino final.
Los esclavos que salían a rematar a los muertos eran vestidos en un curioso uniforme que recordaba a antiguos dioses egipcios. Se piensa que hay un vínculo con esta forma de vestir a los esclavos con los dioses de la muerte del antiguo Egipto.
4 – El estatus de los gladiadores en la antigua Roma
Dentro del mundo de los gladiadores había un poco de todo. La mayoría de los que luchaban en la arena eran esclavos, pero también había hombres libres. Algunos habían sido gladiadores y habían ganado su libertad luchando. Otros eran mercenarios que lo hacían por dinero y fama.
Los esclavos que eran destinados a ser gladiadores no eran llevados directamente a luchar a la arena. Tenían que pasar por un duro entrenamiento en la llamada escuela de gladiadores. Era un curso intensivo muy al estilo militar, donde aprendía a manejar todo tipo de armas y formas de lucha.
Esta academia de gladiadores también enseñaba dar espectáculo para que el público se divirtiera lo máximo posible. Esto ayudaba a ganarse el favor y apoyo de los que iban a ver loso juegos romanos. También aumentaba las posibilidades de que les perdonaran la vida si llegaba el caso.
Solo había una excepción donde los futuros gladiadores no pasaban por esta escuela. Eran los condenados a muerte, ya que iban a la arena para morir de cualquier manera. Por lo menos les daban la oportunidad de luchar, pero iban a morir de una manera u otra.
5 – El papel representado antes de morir
Como se ha dicho, en la escuela de gladiadores se enseñaban más cosas aparte de luchar. Una de ellas era el llamado “ludus”, que era el momento cuando se tenían que enfrentar a la muerte. Les enseñaban cómo comportarse en el momento en que eran vencidos y dependían de la piedad del organizador de los juegos o del público.
Básicamente les enseñaban poner la mirada adecuada y ponerse en una postura concreta. Cuando un gladiador era vencido y estaba en el suelo, era una costumbre que el vencedor se detuviera y mirara al organizado o “editor” del juego. Es entonces cuando se decidía el destino del vencido.
Esta pausa solo durante unos segundos y el organizador y el público decidían rápido sobre si el vencido vivía o moría. La estrategia era que el vencido mirara fijamente con desafío a su vencedor, lo cual mostraba valentía y coraje. Esto era muy apreciado por la audiencia, y se le solía perdonar la vida para que pudiera seguir luchando. Después de todo, podía seguir divirtiendo a todos en futuros juegos.
6 – Los suicidios eran habituales en el círculo de gladiadores
Como se ha dicho, la mayoría de los gladiadores eran esclavos obligados a luchar. El problema era que no todos estaban dispuestos a morir matando a otras personas y hacer un espectáculo. Por este motivo, muchos decidían suicidarse en lugar de divertir a la población romana.
Uno de los casas más famosos que se recuerdan sobre suicidios de gladiadores. Un influyente político llamado Symmachus quiso participar en unos juegos romanos, y para ello compró 20 esclavos para que lucharan en la arena. Esto la haría ganar el favor del pueblo y sus más allegados.
Sin embargo, no contó con que los 20 gladiadores no estaban dispuestos a luchar, pero si a morir. Cuando salieron a la arena se separaron en dos grupos de diez y se mataron mutuamente en un suicidio colectivo. El público romano no se creía lo que había pasado y quedó documentado como uno de los casos más extraños en este tipo de juegos.
Hay otros muchos casos de suicidios para no luchar en la arena. Muchos usaban el método de meter la cabeza en los ejes de las ruedas de una carreta para romperse el cuello. Hubo un curioso caso donde un prisionero alemán que se metió una escobilla de lavabo por la garganta y se asfixió.
7 – Los gladiadores atraían mucho a las mujeres
Los gladiadores no solo entrenaban y luchaban… también eran usados en muchas ocasiones como objetos sexuales por las mujeres de la nobleza romana. Eran considerados duros, fuertes, valientes y peligrosos, lo cual generaba mucho respeto entre el pueblo romano y sobre todo de muchas mujeres.
Muchas veces esto era un problema porque levantaba recelos entre muchos hombres. Sentían envida de la fuerza que transmitían los gladiadores aun siendo esclavos. También veían como muchas mujeres se sentían fuertemente atraídas por estos guerreros, lo cual no les hacía gracia.
Fueron muchos casos donde mujeres romanas influyentes tuvieron aventuras secretas con gladiadores. Dejaban a sus maridos e hijos en casa para visitar los aposentos de los gladiadores y dar rienda suelta a sus fantasías. Por este motivo muchos hombre influyentes humanos pagaban bien por beber sangre de gladiador, ya que pensaban que aumentaría su vigor sexual. De hecho, había un comercio de venta se sangre de este tipo, la cual se vendía a altos precios.
8 – El destino final de los gladiadores
Antes hemos dicho que los gladiadores solían terminar en una fosa común, pero no siempre era el caso. La forma en que había luchado también influía en como era su final. Los que mejor habían luchado en la arena solían ser incinerados en lugar de enterrados.
En algunos casos si el gladiador había dado un gran espectáculo, los familiares podían llevarse el cuerpo y realizar sus ritos funerarios. En muchos casos las cenizas de los gladiadores eran enterrados con ofrendas.
Los gladiadores que había muerto mostrando cobardía ni siquiera eran enterrados en una fosa común. Muchas veces eran tirados al borde de un río o en una zona al aire libre para que el cadáver se pudriera. Esto era considerado el insulto final a un cobarde, ya que los romanos pensaban que el alma de un muerto no descansaba en paz hasta que estuviera cubierto de tierra.