¿Has oído hablar de las Sangrías para Curar a los Enfermos? Hubo un tiempo donde los médicos tenían como tratamiento principal el hacer sangrar a sus pacientes. Hoy en día nos puede parecer una locura, pero las sangrías se practicaron durante muchos años. Lo cierto es que en la antigüedad se usaban métodos poco ortodoxos vistos desde nuestros tiempos. En el caso de las sangrías se puede decir que los médicos acabaron con la vida de más pacientes de los que salvaron. Era precisamente un medio de debilitarles y acelerar la muerte por la enfermedad que tuvieran. Se piensa que este procedimiento “médico” se remontar al siglo II donde un médico romano llamado Galen pensaba que la sangre se generaba directamente de la comida.
Este médico de Roma pensaba que la comida llegaba al estómago, luego se pasaba al hígado y finalmente era convertido en sangre. El problema era que creía que algunas veces se producía demasiada sangre, lo cual era la raíz de muchas enfermedades conocidas. Por supuesto, todo esto no tenía ninguna base. Sin embargo, el proceso de hacer sangrías se hizo muy popular. De hecho, se mantuvo hasta la historia reciente como un método de sanar al enfermo. De la misma manera que nosotros tomamos antibióticos, ellos hacían sangrías.
No solo los médicos practicaban sangrías
Las sangrías eran muy comunes y se pensaba que realmente funcionaban. Muchas veces no eran los médicos los que usaban el tratamiento, sino los llamados barberos cirujanos. En otros tiempos los barberos podían hacer pequeñas intervenciones, como sacar muelas, poner puntos de sutura y por supuesto realizar sangrías.
El hecho es que ya se ha demostrado que este método no sanaba a los pacientes. De hecho, los ponía peor y algunas veces morían. Uno de los casos más famosos fue el del presidente de los Estados Unidos George Washington, el cual murió debido a estas sangrías. En 1799 un día se despertó con dificultades para respirar. Mientras llegaba el médico, le dijo a uno de sus sirvientes que le hiciera una sangría. El problema es que el corte fue demasiado profundo y empezó a perder demasiada sangre. Cuando los médicos llegaron, en lugar de dejar que se recuperara, le sangraron cuatro veces más. El presidente murió aquella misma noche.
El fin de las sangrías médicas
Los avances modernos en la medicina a partir del siglo XIX empezaron a poner dudas sobre la efectividad de las sangrías. Aun así se siguieron practicando hasta el siglo XX. Finalmente, nuevas investigaciones vieron lo perjudicial de este sistema médico y se acabó descartando en su totalidad.