Parece que las arañas provocan en mucha gente un terror fuera de lo común. Incluso existe una fobia para este miedo a las arañas. Es tanto el miedo en muchas personas que solo ver una tela de araña ya las pone a la defensiva. Sin embargo, si lo vemos desde otra perspectiva podremos comprobar que estas estructuras son realmente fascinantes. La resistencia de estas telas de araña rivalizan en proporcionan con cables de acero, por lo que no es extraño que nos haya inspirado para desarrollar muchos productos. Lo cierto es que tienen muchas otras cosas sorprendentes que te vamos a contar en un momento.
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La transformación de las telas de líquido a sólido
Se suele referir a las telas de araña como seda, pero lo cierto es que es proteína líquida que se transforma en hilos sólidos al salir del cuerpo del arácnido. Se puede decir que las arañas son verdaderas fábricas de esta seda ya que tienen este líquido muy concentrado en sus cuerpos. Una araña común puede generar hasta siete tipos de seda cambiando la secuencia de las proteínas. Cada tipo de hilo sirve para distintas cosas. Ciertas partes de la telaraña son para capturar mejor a sus presas, mientras que otras sirven para dar más consistencia a toda la estructura.
No todas las partes son pegajosas
Lo que mucha gente no sabe es que las telas de araña realmente no son tan pegajosas. En una tela común podemos ver como se forman círculos desde el centro hacia fuera. Cada una de las partes es producida por glándulas diferentes. Esto explica porque algunas son pegajosas y otras no. Muchos se habrán preguntado porque las arañas no se quedan pegadas en sus propias telarañas. El motivo es porque en sus patas tienen unas diminutas “garras” que les permiten andar por su tela sin pegarse.
Varios factores pueden afectar a una telaraña
La luz, temperatura y humedad son algunos factores que pueden afectar la resistencia de una tela de araña. Hace poco unos científicos descubrieron que los rayos ultravioleta también al pegamento de la tela. Este es el motivo que ciertas arañas generan seda que puede resistir algunos de estos factores, como por ejemplo las arañas de jardín. Son capaces de crear telarañas que resisten bien los rayos ultravioleta del sol. Los arácnidos que habitan en zonas oscuras y menos expuestas tienen otros tipos de protección.
Las telas de araña tienen más de un uso
Está claro que su función primaria es atrapar presas pero también son construidas por otros motivos. Muchas arañas las usan para unir diferentes puntos de su territorio como si fueran “carreteras”. De hecho, existen telas de araña que se pueden extender por mucha distancia, incluso uniendo ríos y lagos. Son verdaderos puentes que les permiten una gran movilidad. Esto las ayuda también a capturar insectos voladores que suelen vivir en este tipo de entornos.
La seda también se usa para crear los sacos que llevan los huevos o incluso para hacer un refugio que sirva de protección. Quizá una de las funciones más alucinantes de las telarañas es cuando las arañas las usan para coger corrientes de aire. De esta manera pueden viajar cientos de kilómetros “navegando” por el cielo usando estas telas como si fueran velas. Pueden incluso hacer este viaje llevando a toda su prole, usando una especia de globos de seda.
Algunas telarañas se pueden electrificar
Algunas arañas tienen un modo muy particular de cazar a sus presas. Algunas usan un rápido movimiento de sus patas contra la telaraña para generar electricidad estática. Los pelos de las patas consiguen crear esta carga eléctrica con la cual atraen a presas y atraparlas.
Las grandes ideas que nos han dado las telas de araña
Al ser estas telas tan fuertes, flexibles y resistentes, han dado muchas ideas para multitud de aplicaciones. No solo eso, sino que siguen dando ideas para otras muchas cosa. Los investigadores siguen probando diferentes tipos de pegamentos basados en la seda líquida que tienen los arácnidos. Esta sustancia de proteína líquida también sigue sirviendo en la industria textil para hacer productos más fuertes y resistentes, a la vez que ligeros. Otras aplicaciones incluyen airbags, cascos deportivos, protectores, etc.
El problema con esto es que usar el líquido de proteína generado por las arañas necesitaría recolectar grandes cantidades. Es inviable usar arañas para conseguir tanta seda, por lo que se investigan otras maneras de conseguir la seda a gran escala. Una de las vías es usar genes de araña para inocularlos a otros organismos, como por ejemplo bacterias. La idea es poder extraer las proteínas a gran escala para hacer la producción a gran escala.