El vudú es una religión, al contrario de lo que mucha gente piensa gracias al cine. Cuando alguien escucha la palabra vudú, lo primero que piensa es en alguien clavando alfileres a un muñeco, sacrificios de animales, esclavizando a zombies humanos y muchas otras cosas. Lo cierto es que no es ni mucho menos de esta manera, y no nos podemos creer todo lo que nos dicen en las películas.
Lo cierto es que hay tres tipos de vudú, los cuales se definen dependiendo del sitio. El vudú africano se sigue practicando en la actualidad y se calcula que lo siguen unas treinta millones de personas, sobre todo en Ghana y Benin. Los rituales que tiene este tipo son muchos y se piensa que es el que más se ha mantenido original. Luego tenemos el vudú de Louisiana, el cual se practican al sureste de los Estados Unidos. Aunque tiene sus orígenes en el vudú africano, se ha visto muy influenciado por colonos españoles y franceses. Por último tenemos el vudú haitiano, el cual obviamente se practica en Haití. Este tipo se ha visto transformado por su influencia francesa y por el cristianismo.
Posiblemente no sabías que había varios tipos de vudú. Esto no es todo, ya que hay más cosas que seguro que te sorprenden.
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El cristianismo y el vudú
Puede parecer en un principio que una religión que gira a la posesión de espíritus, pociones y una profunda adoración a sus ancestros tiene poco que ver con el cristianismo. Sin embargo, hay muchas conexiones entre estas dos religiones. En el caso de las religiones de Louisiana y Haití, las similitudes son importantes. De hecho, muchas tradiciones, creencias y prácticas del cristianismo se han incorporado a estos dos tipos de vudú.
Los espíritus son el núcleo de esta religión, y muchas figuras importantes del cristianismo se han incluido con otros nombres. Por tanto, figuras como la virgen María y San Pedro tienen sus versiones propias en el vudú, donde siguen siendo los mismos pero llamados de forma diferente. En algunos lugares, se les sigue llamando con sus nombres católicos. En el vudú africano, hay una creencia parecida a la cristiana donde se cree en un solo dios supremo.
Está aceptada por la iglesia católica
Como se ha dicho, las similitudes entre el cristianismo y el vudú son numerosas. De hecho, son tantas que las dos conviven de un modo excelente en varias partes del mundo. Esto no fue siempre así, y hace muchos años la iglesia prohibía a sus seguidores que formaran parte de una ceremonia especial. Ahora ya no es así y muchos sacerdotes de ambas religiones trabajan juntos para un bien común.
Por si no lo sabías, el anterior papa Juan Pablo II habló varias veces de los practicantes del vudú en ciertas partes del mundo, y alabó sus fundamentos y creencias para el bien. De hecho, asistió a una ceremonia vudú en 1993 para solidificar los lazos entre ambas religiones.
La realidad de los muñecos vudú
Estos muñecos que hemos visto en tantas películas son más complejos que como nos muestran. Un muñeco vudú no simboliza a una persona en el sentido de que lo que le ocurra al muñeco le pasa a la persona. En lugar de esto, solo se asocia a una persona normalmente poniendo una foto o alguna pertenencia del sujeto. También se añaden más cosas, como puede ser ajo, pétalos de flotes, perfumes o incluso dinero. Todo esto se hace para hablar con los espíritus y conseguir ciertas cosas que pueden variar. Usualmente se usa para cosas que no implica daños para la persona, por lo que el muñeco no es ni diabólico o maligno.
El vudú y su uso para doblegar la voluntad de otros
Las personas que practican vudú suelen ser acusadas – sobre todo por el mundo del cine – de usar poderes para conseguir esclavos y usar espíritus para que les ayuden. No es cierto ni mucho menos. Los seguidores del vudú se consideran sirvientes de los espíritus y no usan sus pociones para esclavizar a nadie. Si es cierto que algunas de las pócimas usadas en los rituales pueden hacer cosas sorprenderían hasta a los más incrédulos.
Los sacerdotes y sacerdotisas tienen que pasar por un periodo largo de entrenamiento antes de hacer cualquier ritual. Durante estos rituales uno o más espíritus supuestamente les posee. El alma abandona el cuerpo para que el espíritu pueda entrar.
Las curaciones en el vudú
Como se ha dicho, parece que la creencia general es que el vudú se usa más para el mal que para el bien. Parece que solo es capaz de hacer daño a otras personas, y esto se aleja completamente de la realidad. Lo cierto es que el vudú se centra sobre todo en la sanación y las pócimas curativas con plantas y hierbas. Uno de los motivos más importantes para atraer a los espíritus es precisamente para curar a otros.
La sanación es una idea espiritual como también lo es física. Los que lo practican pueden intentar curar un mal de amores, cambiar la suerte de alguien o curar una enfermedad. Los sacerdotes vudú saben perfectamente que no son todopoderosos, y por ello aconsejan optar por la medicina tradicional y ven que no pueden ayudar. No hay ni magia blanca ni magia blanca en esta religión, aunque si un espíritu maligno aparece para hacer daño, lo llaman magia roja.
Serpientes en el vudú
Lo que hemos visto en películas de cine y televisión sobre las serpientes en el estas creencia, realmente se hacen por el impacto que producen. Las serpientes son muy importantes en esta religión ya que algunos de sus antiguos dioses son representados como estos animales. Es el caso de Damballa, el dios de las serpientes. Representa la sabiduría y la consciencia. Se considera a este dios como el protector de los desvalidos, como pueden ser los niños, gente mayor o con impedimentos. También se cree que lleva las almas de los muertos a la otra vida. Los sacerdotes pueden ser poseídos por Damballa pero no pueden hablar, sino sisear.