Hay casos muy raros en el mundo que se nos hace difícil de crear. Uno de estos casos es el de Carl Tanzler, el cual era un radiólogo de origen alemán que se obsesionó con una de sus jóvenes pacientes. Fue con una chica llamada Elena Milagro de Hoyos, de la cual quedó localmente enamorado. Corrían los años treinta y la tuberculosis era una enfermedad que mataba a muchas personas. El trabajo de Carl Tanzler le hacía estar con muchos pacientes que tenían esta enfermedad, y así conoció a Elena. Según dijo, ya se enamoró la primera vez que la vio.
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La historia de Carl Tanzler
Elena Milagro no tuvo mucha suerte en la vida y las cosas no le fueron muy bien. Se casó con un hombre llamado Luís Mesa en 1926 y se quedó embarazada. Sin embargo, abortó y su marido la dejó. Al no tener medios para subsistir se fue a vivir con su familia, pero las desgracias no acabaron ahí. Algunos miembros de su familia enfermaron de tuberculosis, y ella mismo acabó cogiendo la enfermedad. Su familia y ella tuvieron que empezar el tratamiento para combatir la enfermedad y así conocieron a Carl Tanzler.
Tanzler había tenido unos sueños e incluso visiones de una misteriosa mujer de cabello negro, la cual era muy atractiva. Cuando vio a Elena quedó impresionado por el parecido que tenía con la mujer de sus sueños. Incapaz de ocultar su amor la empezó a comprar regalos de todo tipo. Finalmente se declaró a Elena y le dijo lo que sentía. Ella accedió a su amor y se casaron, lo cual hizo muy feliz al enamorado radiólogo.
La muerte de Elena Milagro
A pesar de todos los esfuerzos de Carl Tanzler para que su mujer se curara, Elena murió de tuberculosis en 1931. Devastado, Tanzler hizo construir una gran cripta para darle sepultura a su mujer y donde luego el descansaría al lado de ella al morir. La cosa es que le afectó tanto la muerte de Elena, que todos los días después de trabajar la visitaba a la cripta. Tenía la llave de la cripta y no iba precisamente a llevar flores. Dormía al lado del cuerpo.
Esto no fue suficiente y decidió hacer algo más radical. Después de seis meses durmiendo al lado del cuerpo de su mujer decidió llevarla casa. Esto era ilegal pero lo hizo de todas formas. Lo que hizo a continuación podría ser el argumento de la más espantosa película de terror. Después de todo, el cuerpo de su amada Elena estaba descompuesto después de seis meses en la cripta.
El procedimiento para “recuperar” a su mujer
Para poder volver a poner a Elena de una pieza, Tanzler se puso manos a la obra. Empezó uniendo los huesos y articulaciones usando cuerdas de piano. Luego rellenó el cuerpo con trapos para darle consistencia. Le puso ojos de cristal, aunque uno de los mayores problemas era la piel descompuesta. Usó láminas de seda bañadas en cera para sustituir a la piel. Para el pelo, Tanzler usó una peluca que la madre de Elena le había dado, que estaba hecha de pelo real de su amada. Otro de los problemas era el terrible hedor del cadáver, el cual disimuló con grandes cantidades de perfume.
Si hasta el momento esto puede parece retorcido, la locura de Tanzler fue más allá. La tenía en la cama matrimonial día y noche e incluso le puso un tubo en la vagina para tener sexo con ella. Esto duró nueve años hasta que la hermana de Elena escuchó rumores de que el cadáver de su hermana estaba en casas del radiólogo. Se presentó en su casa y tuvieron una fuerte discusión. Seguidamente fue a denunciarlo a la policía y Tanzler fue arrestado y llevado a un tribunal psiquiátrico. Fue declarado cuerdo pero acusado de romper una tumba y llevarse un cuerpo si autorización.
Por suerte para Tanzler, su alto estatus como médico y al ser la familia de Elena muy humilde, no fue condenado. Aunque no fue a la cárcel, el caso se había hecho mediático y se habló durante mucho tiempo en el país. El cuerpo de su mujer llevado a una funeraria y expuesto públicamente como espectáculo durante un tiempo. Finalmente volvió a ser llevada al cementerio, pero esta vez en una tumba anónima. De esta manera Tanzler no la encontraría en caso de sentirse tentado a secuestrarla de nuevo.
El desenlace de la extraña historia
Carl Tanzler escribió una autobiografía contando su experiencia post mortem con su mujer. Se publicó en una famosa revista sobre lo fantástico y misterio, donde contaba todos los detalles de su siniestro romance. Al no poder recuperar el cadáver de Elena, lo que hizo fue construir una máscara que imitaba a su cara. Luego la puso en un maniquí como si fuera ella. Cuando Tanzler murió se encontró en este maniquí en su casa.