¿Crees que amarrar un trasatlántico en un muelle es algo fácil? Pues no lo es y de hecho algunas veces ocurren cosas inesperadas. Hace poco este trasatlántico noruego tuvo problemas a la hora de atracar en un puerto y se rompieron unas cuantas cosas. Muchos lo vieron como algo divertido, pero lo cierto es que los trabajadores del muelle seguro que no se lo tomaron muy bien.
Por suerte no hubo heridos y solo hubo daños materiales. Tenemos que darnos cuenta que un barco de estas dimensiones no tiene apenas maniobrabilidad en distancias cortas. Si no se hace bien a la primera, es muy difícil corregir la trayectoria. En este caso el trasatlántico noruego quería amarrar en un puerto de Puerto Rico y esto es lo que ocurrió…