Cuando alguien se muerte lo normal es enterrarle o incinerarle. Es como se lleva haciendo hace años aunque hay más opciones menos tradicionales. Aparte de esto, la muerte de alguien deja la tristeza entre los más allegados por lo elegir lo que va a pasar después de la muerte lo podría resolver. Te contamos algunas cosas que se pueden hacer si quieres algo diferente en el momento de dejar este mundo. Algunos lo han elegido y es otro modo de no acabar en un cementerio o esparcido en un parque. Te mostramos algunas maneras de seguir después de la muerte.
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1 – Convertirte en un frisbee
El invento del frisbee (es platillo que se puede lanzar como si fuera un bumerang) fue inventado por Ed Headrick. Son discos voladores que se hicieron muy populares y que hoy en día se siguen usando en parques y también en competiciones. Estos discos de plástico usan en todo el mundo y posiblemente tengas uno en casa en algún sitio. El creador Ed Headrick murió a los noventa años y quiso irse de este mundo de una manera muy peculiar. Sus restos incinerados fueron mezclados con plástico y convertidos en frisbees, los cuales fueron dados a amigos y familiares.
El creado del disco volador solía bromear cuando vivía diciendo que los frisbees eran como los humanos. Sus almas acababan siempre perdidos en algún tejado.
2 – Convertirse en un espectáculo pirotécnico
Hay varias compañías que pueden hacer que las cenizas de las personas incineradas sean colocadas en fuegos artificiales. Cuando se incinera a una persona suelen quedar entre dos y tres kilos de cenizas. Esto significa que se pueden usar estas cenizas en una gran variedad de fuegos artificiales solo con una persona. Una tarde de explosiones y brillantes luces de colores puede animar a amigos y familiares cuando un ser querido desaparece. Es una forma de volver a verle de otra manera en bonitos fogonazos de luz.
3 – Fundirse con un diamante para ser llevado como joya
Los diamantes sintéticos se suelen crear usando una alta presión combinada con temperatura en un laboratorio. Se disuelven en grafito, aunque el resultado no es igual que los diamantes de verdad. Se puede usar cualquier fuente de carbón. Por este motivo los restos incinerados de seres humanos se pueden convertir en diamantes. De esta manera un ser querido podrá llevar un recuerdo del fallecido colgado del cuello o en el dedo como un anillo.
4 – Convertirse en una peculiar estatua
Hay algunos casos de que una persona no quiere ser enterrada y busca otra vía. El caso de Jeremy Bentham es el más conocido en este tipo de viaje después de la muerte. Era un filósofo y libre pensador que murió en 1832. Pensaba que el ser enterrado era una pérdida de tiempo. Normalmente cuando alguien importante moría se construía una estatua para ser recordado, por lo que Bentham tuvo una idea para ajustarse a su forma de pensar. En la época que murió la taxidermia era muy popular, por lo que dijo que quería que le disecaran y le expusieran en algún sitio como si fuera una estatua “real”. Su cuerpo fue llevado a la universidad de Londres y asistía a reuniones que se hacían como miembro oyente sin capacidad para votar.
5 – Ser una cubierta de libro
Otra posibilidad es acabar siendo convertido en libro, o por lo menos en su cubierta. La piel humana puede ser un tipo de cuero que sirve para hacer las tapas de un libro. En el pasado ya se hizo. De hecho, hubo una época donde se usaba la piel de criminales ejecutados para hacer las cubiertas de libros. No es una forma que se permita de forma habitual ya que actualmente es ilegal. De todos modos, es otra posibilidad que por lo menos debemos conocer.
6 – Convertirse en un disco de vinilo
Hay una compañía que ofrece unos servicios muy especiales para los que abandonan este mundo y que se llama Andvinyly. Lo que hacen es coger las cenizas incineradas de la persona fallecida y hacen con ellas un vinilo de su música favorita. Es como un último mensaje que se puede dejar al mundo en forma de disco. El precio son unos tres mil dólares y se harán treinta discos con las cenizas recibidas. Si se paga algo más se puede poner una foto del fallecido en el vinilo. El disco sería una mezcla de cenizas, vinilo y pinturas.
7 – Ser usado para hacer obras de teatro
¿Has querido alguna vez ser actor? ¿Te gusta Shakespeare? En la obra de teatro “Hamlet” hay una escena donde el actor habla con una calavera y que dice la famosa frase “Ser o no ser…”. Un pianista polaco llamado André Tchaikowsky quería que tras su muerte pudiera subir a un escenario y colaborar en la obra de “Hamlet”. Donó su calavera a la Compañía Real de Shakespeare para que fuera usada en esta obra de teatro. Su calavera fue usada en multitud de representaciones. Hoy en día no sabemos hasta que punto esto sería legal, pero es una opción si alguna vez queremos seguir apareciendo ante el gran público después de muertos.