El miedo mantiene a las personas vivas y a salvo. Por mucho que nos desagrade la sensación debemos tener claro que es una emoción necesaria. El cerebro tiene centros neuronales, genes y hasta trucos para asustarte. Esto provoca que tengamos un subidón de adrenalina que nos puede ayudar en caso de una amenaza o peligro. Aunque todo el mundo ha tenido esta desagradable sensación, la mayoría no sabe mucho sobre la emoción del miedo. Te contamos algunos factores que seguramente te sorprenderán.
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1 – Las neuronas del miedo
Durante un episodio de haber pasado mucho miedo, la persona puede pasar por varios síntomas muy visibles. Algunas de las más comunes son hiperventilación, paralización o temblores incontrolables. Estos son solo algunas de las cosas que se pueden experimentar y la culpa la tiene nuestro cerebro. La amígdala cerebral tiene el tamaño de una nuez y se sabe por de ella. Lo que si se sabe es que cuando tenemos miedo este órgano se activa más de la cuenta, por lo que parece que algunas neuronas que contiene guarda ciertos temores que tenemos. Se puede pensar esta amígdala como una librería donde se almacena información de las cosas que nos dan miedo.
La amígdala no solo almacena esta información sino que toma el control de nuestro cerebro en situaciones de peligro. Todo lo demás queda anulado y nuestro cerebro se centra en la amenaza con la que nos enfrentamos. Es una respuesta de nuestro cerebro para poder tomar la decisión correcta en ciertas situaciones.
2 – La emoción del miedo es contagiosa
Se piensa que la gente ha perdido la habilidad de poder oler las emociones de otras personas. Como hemos visto muchas veces, los animales siguen usando el olfato para conseguir información de sus semejantes. Aunque esto es algo que los humanos ya no hacemos, tampoco hemos perdido por completo esta habilidad. Seguimos teniendo la capacidad de “notar” por el olfato ciertas señales químicas de otras personas. Esto explica porque las personas se pueden ver afectadas por el miedo de alguien. De hecho, el miedo suele provocar histerias colectivas en ciertas situaciones.
Se han hecho varios estudios sobre esto. Uno de ellos se hizo poniendo a un grupo de hombres viendo una película de terror. Otro grupo se le fue mostrado una película cómica. Se sacaron muestras de sudor de ambos grupos y fueron dadas a oler a un grupo de mujeres. El estudio mostró que al oler el sudor de los que habían visto la película de terror, las mujeres mostraron alarma y disgusto. Se eligieron mujeres porque son más receptivas a estas señales del sexo opuesto.
3 – El miedo se puede heredar
Se ha podido comprobar que el código genético que pasa de una generación a otra puede guardar información de cosas que dan miedo. Algunas cosas que podemos ver como amenazas pueden quedar guardadas en nuestro cerebro para proteger las nuevas generaciones. Esto se ha podido comprobar en ratones y se ha dado conocer como mecanismos epigenéticos.
4 – El amor puede ser un antídoto contra el miedo
La Oxitocina es una sustancia natural que generamos en el hipotálamo del cerebro. Se sabe que es en las madres que han dado a luz tienen una cantidad inusual de esta hormona. Se ha comprobado que aumenta en las mujeres con bebes recién nacidos para reducir el miedo y estrés que puedan tener los bebés. Esto hace que se sientan mejor y más seguros. Por ello, se piensa que la Oxitocina puede hacer que la gente se sobreponga a la emoción del miedo.
No solo las nuevas madres pueden tener altos niveles de Oxitocina. Cualquier puede tener la ayuda de esta hormona en la situación adecuada. Esto ocurre cuando estamos en una situación de peligro y debemos tomar una resolución para solucionarlo. En algunas personas la Oxitocina se activa al momento para que el miedo no afecte a la respuesta al miedo. La hormona es inyectada al momento en la amígdala cerebral desde el hipotálamo. Por otro lado, dormir bien también es una de las mejores curas contra el miedo.
5 – El miedo puede distorsionar la realidad
Hay estudios que han mostrado que la emoción del miedo puede hacer que una amenaza sea peor de lo que es. No le ocurre a todo el mundo, pero personas con fobias pueden ver las cosas diferentes a como son. Un ejemplo es las personas que tienen miedo a las arañas. El miedo puede hacer que una araña parezca mucho más grande de lo que es. Se ha podido comprobar que en otras fobias también el miedo afecta a la mente. La gente con vértigo puede tener una perspectiva diferente de una altura concreta.
Puede que uno de los casos más comunes de esto sea la sensación de que el tiempo va más despacio. Cuando estamos en una situación estresante o de emergencia, algunas veces la perspectiva del tiempo es diferente. El tiempo parece que no corre en situación de peligro o de mucha tensión. Esto es porque se añaden nuevos recuerdos a la amígdala cerebral para futuras situaciones y por eso el tiempo parece que va más lento.
6 – ¿Se puede morir de miedo?
Una pregunta que se hace mucha gente es si se puede morir de puro miedo. Cuando pasamos por un terror extremo nuestro cuerpo reacciona interiormente a esta sensación. Al necesitar una respuesta a la emoción del miedo nuestro cuerpo necesita una fuerza adicional. Por ello el corazón tiene que latir de forma más potente. Para ello el cuerpo inyecta calcio en las células del corazón. Si el shock que está pasando una persona es muy prolongado, la mezcla de calcio y adrenalina puede ser peligrosa.
Si una persona no se puede calmar pasado un tiempo, el corazón se verá haciendo un esfuerzo muy grande. Esto puede llevar a una caída de la presión sanguínea, perder la conciencia y en algunos casos la muerte. Esto les puede ocurrir a personas que tienen el corazón sano, pero los que tienen una enfermedad coronaria tienen más riesgo.