6 Armas Extrañas usadas en el Pasado

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armas extrañas

Armas extrañas en antiguas guerras

La historia de la humanidad ha estado llena de guerras y conflictos, lo cual parece estar en nuestra naturaleza. Curiosamente a lo largo de los siglos la tecnología defensiva siempre ha estado por delante de la ofensiva. Esto era así porque la guerra se hacía de otro modo y no había la tecnología que existe hoy en día. Muchas de las guerras se desarrollaban sitiando castillos o ciudades durante mucho tiempo. Lo que tenían que hacer los de dentro de la ciudad era simplemente aguantar. Esto dio lugar a armas extrañas que se usaron en este tipo de batallas. Te contamos algunas que ni te creerías.

1 – Los muertos seguían participando en las guerras

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En una fortificación sitiada están los de fuera intentando entre y los de dentro impidiéndolo con todas sus fuerzas. Muchos de los castillos o ciudades amuralladas eran casi inexpugnables. El ejército que estaba fuera de las murallas solía usar catapultas para abrir brechas en las murallas, pero muchas veces resultaba inútil. Estas situaciones solían durar meses o incluso años, por lo que era una guerra de desgaste. Se formaban campamentos en los alrededores del lugar situado los cuales se convertían en verdaderas aldeas.

Muchas veces las enfermedades y epidemias aparecían en estas guerras de desgaste. Un ejemplo fue cuando los mongoles sitiaron la ciudad de Caffa en Crimea en 1346. La peste negra no había llegado todavía a Europa y fueron los mongoles los que la trajeron consigo. Los mongoles tenían que sobrepasar las fuertes murallas de Caffa y no era nada fácil. Mientras lo hacían muchos de sus propios hombres morían de la peste. Sin embargo, decidieron usar los muertos por la enfermedad de un modo peculiar. Los cuerpos se ponían en las catapultas y se lanzaban por encima de las murallas dentro de la ciudad.

El olor de los muertos era insoportable y los mongoles siguieron lanzando cientos de sus muertos dentro de Caffa. Los habitantes pudieron aguantar el hostigamiento pero muchos de los barcos que huyeron de los mongoles propagaron la peste por toda Europa.

2 – El uso de cerdos para derribar castillos

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Uno de los periodos más complicados en el pasado de Inglaterra fue cuando el rey Juan estuvo en el poder. Se dice que fue de los peores monarcas que tuvo el país. No se llevaba bien con los nobles de la época y hubo varias rebeliones por este motivo. Después de una de estas revueltas, se forzó al rey Juan que firmara la Carta Magna. Este documento es una de las bases de los derechos civiles de Inglaterra. Sin embargo, después de firmarla cambio de parecer y la invalidó. Esto provocó otra guerra entre los nobles y el rey.

Hubo varios conflictos que recibieron el nombre de la guerra de los barones. En la primera de ellas el rey Juan sitió la ciudad de Rochester, la cual estaba dentro de un castillo. El rey Juan intentó muchas cosas para hacerse con el castillo pero no era nada fácil. Finalmente pudo entrar en la ciudad pero la resistencia se hizo fuerte en el castillo. Traspasar los sólidos muros del castillo era algo casi imposible, pero al rey Juan se le ocurrió usar una de las armas extrañas que estamos comentando.

Pidió que trajeran cuarenta de los cerdos más gordos que se pudieran encontrar. Mientras llegaban hizo que sus ingenieros hicieran un túnel debajo del castillo. Cuando llegaron los cerdos lo que hizo fue quemarlos debajo del castillo, lo cual generó un intenso calor. La grasa de los cerdos hizo que los cimientos del castillo colapsaran y parte de la estructura se derrumbó. Finalmente el rey Juan se hizo con Rochester.

3 – La arena como una de estas armas extrañas

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Seguro que has visto películas de ejércitos asaltando murallas y desde arriba les echan aceite o agua hirviendo. El tema es que en la realidad usar aceite y agua era muy costoso porque eran recursos muy importantes. Por este motivo se usaban otros materiales para evitar que escalaran los muros. Cuando Alejandro el Grande atacó la ciudad de Tiro sus guerreros  se encontraron con una fuerte resistencia.

La sorpresa con la que se encontraron cuando intentaron subir los muros fueron oleadas de arena hirviendo. La habían calentado hasta dejar la arena al rojo vivo. Era muy efectivo ya que la fina arena caliente se metía en todas las rendijas de las armaduras de los atacantes. Esto hacía que los hombres se quitaran las armaduras, lo cual les hacía vulnerables a las flechas y lanzas. La arena ardiendo también se usó ara lanzarla contra los barcos de Alejandro el Grande y quemarlos.

4 – El fuego griego

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El fuego griego fue un arma que tuvo un efecto devastador durante mucho tiempo. Era un líquido que estallaba en llamas cuando entraba en contacto con el agua. Era lanzado por catapultas puestas en barcos o en catapultas móviles por tierra. Nadie sabe exactamente que era lo que había en este líquido pero se piensa que podía contener brea, resina y algún químico cáustico. Se decía que la única forma de apagar un fuego griego era con arena, sal o incluso orina. Este líquido era el terror de los enemigos de Gracia por su poder destructivo.

5 – Ruedas de molino explosivas

Ruedas de molino explosivas

El castillo de Eger en Hungría fue sitiado por el imperio otomano en 1552, pero era una fortaleza casi impenetrable. Estaba localizado en lo alto de una colina, lo cual hacía muy difícil atacar desde una posición inferior. Las tropas otomanas eran diez veces más numerosas que los defensores del castillo, pero no eran capaces de entrar. La fortaleza fue sitiada durante mucho tiempo y expuesta a continuos bombardeos con catapultas. Según pasaba el tiempo las murallas empezaron a desmenuzarse. Parece que los otomanos iban a conseguir su objetivo.

Viendo que era cuestión de tiempo que se hicieran con el castillo, tenían que idear algo. Un hombre llamado Gergely Bornemissza perteneciente al castillo de Eger era un experto en desarrollar todo tipo de armas extrañas. Lo que hizo fue colectar todas las ruedas de molino que había y las llenó con pólvora. Al estar el castillo en una colina las ruedas caían rodando a gran velocidad. Caían en llamas y al colisionar contra el enemigo otomano más abajo estallaba ocasionando graves daños. Fue una arma terrible que hizo desistir a sus enemigos de tomar el castillo.

6 – Las abejas como un sofisticado ejército

abejas guerra

Unas altas y sólidas murallas protegían muy bien de cualquier ejército invasor. Por este motivo muchas guerras duraban incluso años. Por este motivo los atacantes tenían que improvisar y usar todos los recursos que tenían para hacerse con la ciudad o fortaleza. Cuando los vikingos atacaron Chester, los defensores del castillo tuvieron que ser creativos para defenderse de los temerarios vikingos.

Pensaron en una forma original de espantar a los guerreros del norte. Recogieron toda la cerveza que tenían y la hirvieron para echarla sobre los vikingos que la intentaban escalar. Los vikingos respondieron cubriéndose con fuertes planchas de cuero y así evitar la cerveza ardiendo. Cuando los defensores del castillo vieron que esto no servía, usaron otro truco. Recogieron todas las colmenas que tenían y las empezaron a lanzar a los atacantes. Las abejas enfurecidas empezaron a pica a los vikingos, los cuales no se podían defender de esto. Finalmente se retiraron y se dieron por vencidos.

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